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Pov. TaeHyung.

-¿Qué tienes que hacer mañana?- le pregunto y el me mira sorprendido. Parece que no tiene otra expresión que no sea esa. -Mañana es viernes y creo que deberíamos hacer algo divertido-

—¿No salió ayer de fiesta?
—Am... Si, pero no es lo mismo a hacerlo en fin de semana.
—Es que yo nunca salgo.
—¿Pasas el finde con tus padres?— el bajo la mirada, como si lo que dije lo hubiese incomodado.
—No, sólo que siempre me la paso estudiando.
—Eres una rata.
—No me llame así.
—Eres el único chico que conozco que se la pasa estudiando día y noche. No haces nada divertido. No se porque comencé a hablarte— me miró con los ojos muy abiertos, pareciera como si mis palabras le afectan.
—Tiene razón. Es razonable que piense de esa manera, ni siquiera mis padres quieren estar conmigo ¿Como lo haría un desconocido?— se levantó sin mirarme a la cara.
–JungKook... No quise— antes de que pudiese terminar mi frase el caminó hasta la puerta y así mismo la pasó.

¿Por qué me siento así? A mi no me importa decirle cosas orientes a las personas. No me importa menos apreciarlos y nunca invito a nadie a salir. Pero... Jeon JungKook es distinto a las demás personas. El es simplemente alguien con quien jamás creí cruzar una palabra. Sus calificaciones son las mejores de la escuela y las mías las peores. Es tímido y con esfuerzo habla, en cambio a mi no me importa decirle en la cara lo que me molesta a cualquier persona. Simplemente somos dos personas distintas.

Llegando a la casa después de haber estado con NamJoon toda la tarde, me encontré con el estupido novio de mi madre en turno. El estaba bebiendo en el sofá mientras cambiaba los canales de la televisión una y otra vez sin sentido. Sin duda, está ebrio.

—¿Donde está mi madre?
—Esta trabajando.
—¿Tu no piensas trabajar, o vas a seguir de mantenido por una mujer?— me volteó a ver poniendo los ojos en blanco y con una mueca en la cara. Tiré mi mochila.
—Mira mocoso.— volteo a verme y me apuntó con la botella de cerveza —Que te valga madres.— sentí el olor a ebriedad en mis narices.
—¿Como a ti te vale madres?

Me di la vuelta para entrar a mi habitación cuando sentí su enorme mano tomarme del hombro, me volteo y de pronto estaba yo en el piso con sangre cayendo de mi nariz. Me había golpeado y sin darme cuenta el ya me estaba pateando. Y yo, yo no puedo hacer nada. Sólo puedo dejarme golpear por el, tal vez así muera de una maldita vez.

Creo que ninguna vez me he dejado golpear a no ser por los novios que ha tenido mi madre, si me pegan a mi, no le pegan a ella. ¿Hago todo esto por un ser que no me tiene ni el más mínimo cariño?
Así es, mi madre no me ama ni en lo más mínimo. Ella solía ser la amante de un famoso empresario  (según ella) quien la dejó embarazada de mi y al saber eso el la dejó a su suerte.
Desde pequeño las únicas palabras que recuerdo de ella son : "Por tú culpa perdí al único amor de mi vida"  "Ojalá me hubiera desecho de ti antes de que nacieras" entre muchas otras.

Regresó a la realidad y salgo de mis pensamientos para darme cuenta que los golpes han cesado. Me duele mi cuerpo, siento como se formarán los hematomas en mi piel y me muerdo los labios del coraje. Me levanto del suelo al ver que este hombre ya se ha alejado de mi y posteriormente entro a mi habitación.

Me quito la ropa lentamente después de casi haberme arrastrado hasta el frente del espejo. Motos los golpes rojos que se están formando lentamente en hematomas y duele mucho al tratar de seguir desvistiéndome.
Lloro y no de dolor. Mis lágrimas caen del coraje que me da. De no poder tener la fuerza para matar a este hombre y a todos los demás que me han tocado. Quisiera verles muertos.

Es viernes a medio día y JungKook no ha llegado. ¿Se habrá tomado muy en serio mis palabras? Aún así seguiré esperándole.

Aún me duele mucho el cuerpo, los hematomas son muy poco visibles ya que están bajo las mangas. Pero los de mis ante brazos y el de la mejilla se notan por ejemplo y no de diga de las venditas que me tuve que poner en la cara para las cortadas esas y la de mi muñeca.

Me recargo en la protección para poder sentir el aire fresco.

alguien abre la puerta en un solo estruendo.

Pov. JungKook.

Pensé que 'V sería mi primer amigo, pero estaba equivocado. Creo que simplemente el me tenía lástima de verme sólo y por eso acepto que yo fuera todos los días a comer ahí para no tener que comer atrapado en los baños de hombres.

He ido por mi almuerzo «No estará esperando por mi ¿o si?» me digo a mi mismo mientras comino por el pasillo principal (dos antes de llegar a los baños). «No, eso es absurdo» me respondo y doy la vuelta donde me encuentro con un grupo de chicos hablando, cuya plática he escuchado sin intención alguna.

—¿Escuchaste el nuevo rumor?
—no... ¿Que pasó?
—Es sobre V— Me detuve sin darme cuenta. —Al parecer dicen que se ha peleado. Lo han visto con moretones por todo el cuerpo y tiene golpes por toda la cara.— Yo no podía procesar lo que acababa de escuchar. Traté de seguir caminando pero sólo arrastraba los pies, mis manos temblaban, mi respiración se hacía más profunda. Sentía la angustia en mi garganta y la desesperación en todo mi cuerpo.

No quiero buscar a 'V, no lo haré. Se que le molesta que este a su lado como a todos en esta escuela. Lo bueno es que al menos el no sabe de que soy el estudiante estrella y que mis padres son prácticamente los dueños de esta escuela, sino, creo que me querría al doble de distancia de la que estoy ahora.

¿Estas bien 'v? ¿Porque no puedo llamarte?  ¿porque me da miedo ir a buscarte? Ni siquiera tengo tu número de teléfono... ¿Como es posible le que sea así? No se ni tu nombre real y tu no sabes quién soy en realidad. No debería preocuparme en lo más mínimo.

No sabía a donde me dirijo, mis pies sólo dan pasos automáticamente. Sin darme cuenta de cómo o cuando sucedió, lo que era la ida a los baño resultó terminar siendo la ida a la puerta de la azotea. Justo ahora estoy frente a la enorme puerta de metal donde seguramente al otro lado está 'V recargado en la protección mirando a los demás estudiantes y pensando cosas que seguramente no me querría decir.

«He escuchado que te encuentras herido ¿estas bien? O tal vez ¿Deberíamos ir a la enfermería? » quisiera decirle esas palabras. Pero no soy nadie para involucrarme en sus asuntos personales.

Salgo de mis pensamientos y me decido a retroceder para irme de ahí. Quiero bajar las escaleras e ir posteriormente al baño, para ahí encerrarme a esperar que llegué la hora del quinto periodo.

Se abre la enormes puerta de metal  con un fuerte estruendo que hizo que detuviera mi andar y me quedase mirando en su dirección.

—pensé que no vendrías -me dice V- pensé que te molestó lo de ayer.
—Estas herido...
—No es nada del otro mundo. Mejor vamos a la banca -me apuntó a su espalda- alguien podría vernos.
—Esta bien.

El abrió la puerta aún más para que así yo pudiese pasar «El realmente estaba esperando por mi» me siento en la banca dejando mi almuerzo a mi derecha y volteo a ver a V, quien estaba a mi izquierda y que por primera vez miraba sentarse debidamente en la banca.

—¿Duele mucho? -Dejo salir después de un momento de silencio- parece doler.
—No, sólo cuando lo toco.
—¿Que pasó?
—Es mejor que no lo sepas.
—Dime, a lo mejor podría hacer algo.
—No hay nada que puedas hacer.
—Si hay algo. -Me miró con extrañeza- me quedaré aquí para escuchar como te sientes y si no quieres hablar de ello sólo estaré a tu lado.
— Eso sonó demasiado gay, JungKook.

Quedamos en un momento de silencio donde sólo escuchábamos el viento correr entre los árboles, las voces que apenas se escuchan en la azotea provenientes del patio y nuestras respiraciones.

Pasaron unos minutos hasta que el decidió hablar.

—Salgamos mañana. Ya debes, como lo hacen los chicos normales de nuestra edad.
—¿Hablas enserio?
—Si.
—¿Y si alguien nos reconoce y se enteran que hablamos?
—Hay muchísimas personas en la ciudad, no lo creo.
—De acuerdo. -trate de ocultar que estaba emocionado pero creo que fue imposible y el dió una risa pequeña al notarlo- dame tu número de celular.
—Préstame el tuyo -le di mi celular y escribió su número- lo guardé como V.

Sonó la campana de la escuela, el se levantó y camino a la puerta, donde se detuvo para soltar una últimas palabras.

—En la plazuela, frente al kiosko a las 2. No llegues tarde o me iré.
—¡No lo haré! -la emoción salió de mi- ahí estaré.

El se despidió con la mano y salió de la azotea.

Stigma [VKOOK-BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora