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Pov. TaeHyung.

Las manos de JungKook son cálidas, me relaja sentir la sensación de ellas en mi piel, el solo trata de tranquilizarme y lo está logrando. Hace rato dejé de llorar y de sentir que moriría.

Estoy muy asustado. En esta ocasión es diferente a hacer lo que yo estoy acostumbrado a hacer. Por primera vez en mi vida le he quitado la vida a una persona con testigos. Pero, la pregunta aquí es ¿Será capaz mi madre de decir que yo lo he hecho? Lo he hecho por ella, por nosotros. No podía seguir soportando ver cómo la lástima de tal manera y seguir ignorando el hecho. Después de todo es mi madre y duele.

No estoy seguro de lo que pasará ahora, puedo ir a prisión y para mi mala suerte ya soy mayor de edad.
Entre todos mis pensamientos uno de ellos es huir con JungKook a un lugar muy lejos de aquí, quizá a otra ciudad, estado, o incluso a otro país.

Si no conociera a kookie, la presión no sería tan grande para mi. No tendría tanto miedo de terminar preso. Ahora que lo tengo, que está a mi lado, que es alguien a quien quiero ver cada día, a cada hora, a cada momento. Mi único miedo en este momento es la idea de no verle por culpa de estar tras las rejas. «¿Porqué no pensé antes en esto, antes de hacer lo que hice?»  tal vez estaba segado por la rabia y el coraje que tenía en el momento, todo lo que había dejado pasar a mi interior, lo que se acumuló ahí y lo que salió esa madrugada.

—¿Te haz quedado dormido? —Me pregunta en un susurro mi pequeño kookie.
—No... ¿Como podría dormir?
—Entiendo... —El en verdad suena preocupado y nervioso.
—No se que pasará ahora.
—¿Con qué?
— Con todo, digo... Tu, yo. Nosotros. Todo.
—Tae...
—No quiero ir a prisión, y no es por que voy a estar ahí. Es porque se que si estoy ahí, no podré tenerte todos los días en mis brazos.
—Tae hyung —La voz de JungKook se corta y se queda en silencio. Como su se hubiese arrepentido de algo que quería decir.

Me despego un poco de sus brazos, para tomar distancia y poder verle cara a cara. Esta pasmado, con los ojos muy abiertos y la mirada perdida.

—¿Que sucede?
—nada... —Reacciona— es solo que...
—¿Que cosa?
—Hyung, tampoco quiero que vayas a prisión. —sus ojos se cristalizan y su voz comienza a temblar— También tengo miedo TaeHyung y, y no quiero que te vayas de mi lado.

Las lágrimas de el comienzan a caer y está temblado, había digo muy fuerte durante estas horas solo para cuidar de mi. Por que si se quebraba, yo me quebraría más.
Le doy un pequeño beso en los labios, solo una pequeña presión cálida.

—Vámonos lejos, Jeon JungKook... —Mi mira a los ojos.— Solo tú y yo. Lejos de todo el que nos conozca.
—Tan solo voy en primero de preparatoria...
—Lo sé, eso lo sé bien... Pero no puedo vivir sin ti.
—Me gustaría irme a un lugar donde solo pueda estar contigo. Pero..
—¿Pero?
—Pero si lo hago podrías estar en peores problemas. Eres mayor de edad y yo menor. Mis padres pondrían una denuncia en tu contra y eso solo perjudicaría el asunto...
—¿Por qué mierda todo es así de difícil a esta edad?
—Te conseguiré un buen abogado. Uno de los mejores, si es que se pone una denuncia en tu contra.
—¿Como podrías hacer eso?
—Mi hyung... El es dueño de un buffet de abogados. Algunos de sus trabajadores son amigos míos.
—Hay más antecedentes en mi papeleo...
—Podemos hacerlo. —Me dice casi asegurándole.
—Kook...
—Yo se que todo estará bien... Aparte RM ya ha ido ha hablar con todos los de la banda. Buscarán una solución.

Pasamos lo que restaba de noche en la habitación que siempre se me otorga en El Callejón. La calma llegaba y como llegaba se iba para darle la bienvenida a la desesperación, frustración y temor que nos hacía llorar y sentirnos de lo peor.

Eran las 8:39 AM y un ataque de ansiedad se apoderó de mi al despertar y no ver por ningún lado a JungKook. Cuando era pequeño sufría mucho de estos cuando mamá llegaba borracha, me gritaba y pegaba. Pero era ella misma la que los detenía, me abrazaba, acariciaba mis hombros y me besaba la frente.
Jin hyung llego justo cuando esté comenzaba. El podía calmarlos abrazándome con mucha fuerza y hablándome con suavidad.

—Cálmate, lo he mandado a casa. El volverá.
—¡Lo necesito!
—Calmado, Kim Tae Hyung.
—¡Dile que vuelva, lo quiero aquí!
—¡Cálmate! —la voz fuerte de Hyung hizo que me dejara de mover.— todo estará bien, el volverá.
—¿Porqué... Porqué lo alejaste de mi...? —Comencé a calmarme.
—Es un niño aún, TaeHyung. Necesita ir a casa por las mañanas. —Comienza a acariciar mi cabeza— El solo comerá, se bañara y volverá cuando esté listo.
—Hyung...
—Ya está arreglado todo. No te asustes más.
—¿El está...
—¿Muerto? Si.
—Mi mamá...
—Ella está bien, está con nosotros y quiere verte
—¿Quiere... Verme?
—Si.

El escuchar eso me sorprendió bastante. Si de las cosas que me esperaba esto no era una de ellas. Esto me asusta más que nada. ¿Mi madre querida hablar conmigo?

Jin hyung me aventó su suéter y me hizo una señal para que me lo pusiera. El está consciente de que estoy preocupado por verla, de que tengo miedo.

—Tae, todo estará bien, yo estaré al otro lado de la puerta.

Me sonríe y posteriormente sale, sus palabras son confortables y me hacen sentir un poco mejor.

Me siento en la cama esperando el momento en que la puerta se abra nuevamente, cuando eso pase ella entrará y no se lo que pasará después.

Llega el momento en el que se abre, suena lentamente y retumba por toda la habitación.
Estoy dándole la espalda, me asusta el hecho de tener que voltear y verla a la cara.

—TaeTae... —Suena su dulce voz que provoca un miedo en mi garganta.— Mamá está aquí.

Volteo lentamente y me encuentro con esa mujer, mi cuerpo tiembla y mis manos sudan.
Es la primera vez en mucho tiempo que dice esas palabras "mamá está aquí". Me duele en el pecho. De igual manera es extraño, muy extraño. El no verla ebria o moribunda es algo anormal para mi.  —Lo siento... —Me animo a decirle. Ella niega con la cabeza y lentamente camina a mi extendiendo sus brazos para abrazarme, cosa que hace con suavidad. No se que hacer, por lo tanto no respondo al abrazo. Ella me acaricia mi cabello con una mano y con la otra me da pequeñas palmaditas en la espalda. Como solía hacerlo cuando yo era un niño.

—No tienes que disculparte, cariño. —Su voz se corta— estuvo mal, pero era la única manera en la que podíamos vivir en paz.
—¿Vivir en paz? ¿Nosotros?
—Pequeño... —Tomó distancia y me puso las manos en los hombros— He hecho muchas cosas malas, te he hecho mucho daño... Después de que tu padre se fue, conocí a ese hombre en las cantinas en las que me llevaba... Después de conocerlo, no supe otra cosa que beber a su lado, eso me hacía olvidar todo. Hace unos memes, cuando comenzabas este último año en la preparatoria, le pedí que terminar. Pues quería arreglar todo contigo, para poder ser una madre de verdad. —Le comenzaron a brotar las lágrimas— Pero el se negó, digo que jamás lo haría y que yo solo le pertenecía a el. Anoche le volví a decir que se fuera de la casa. Se negó y se enfureció. Comenzó a golpearme y en eso... En eso llegaste tú y me salvaste, hijo.
—¿Como nunca me dijiste nada?
—No sabía cómo llegar a ti.
—Pude haberte ayudado.
—Lo siento tanto, Tae.
—Esta bien... —La abracé y en este casó yo era quien la consolaba.— Todo está bien ahora, mamá.

Siento como se desmorona al escucharme decirle mamá, sus llanto incrementa y el mío comienza a fluir. Pero no de dolor, estaba feliz en este momento.

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Stigma [VKOOK-BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora