Stigma [VKOOK-BTS]

12

—Llévenos a un hotel... O motel, lo que sea— dijo Jungkook al subir a Tae al auto.
—¿Porqué no lo llevó a su casa?
—No sé donde vive... A decir verdad.
—Entiendo... Bueno, conozco uno por aquí cerca, no es muy lujoso.
—De acuerdo. Lo que sea está bien.— el chofer asintió y comenzó a dar marcha al automóvil.

JungKook tenía la cabeza de V en su regazo, le puso la mano en la frente despoblando a esta de su cabello. Al parecer el chico inconsciente tenía fiebre y mientras dormía, tose levemente.

—Disculpe ¿Me puede hacer otro favor?
—Dígame.
—Podría ir a una farmacia cuando nos deje y comprar algunos medicamentos... Mi amigo tiene fiebre y tos al parecer.
—De acuerdo. ¿Pasará la noche a su lado?
—Eso creo, tengo que cuidarlo. Si no lo hago yo, su salud empeorará.
—Entonces los dejare y regresaré a casa.

JungKook asintió a las palabras de su chofer, que ahora era su cómplice. El chofer los llevo a un Hotel no muy ostentoso, pero era bonito. Cómodo, algo familiar.
El chofer bajó del auto y se dirigió directamente con la persona que estaba en recepción.

—Buenas noches.
—Buenas noches, ¿En qué puedo servirle?— respondió el recepcionista.
—Una habitación para dos para dos personas, por favor.— El recepcionista tecleo en la computadora.
—¿Cuántas noches?
—Solo una.
—Bueno, solo nos queda una y es la Love Room... ¿Está bien?
—Si, si... Lo que sea está bien.—El chofer hizo caso omiso a el nombre de la dichosa habitación, lo único que quería saber es que había una disponible.
—¿A nombre de quien?
—Je— se detuvo en seco, pues no puede dar el nombre del muchacho, eso sería peligroso ante la prensa, el escándalo social en sí. —Kim... Kim TaeHyung.
—De a cuerdo... Este sería el precio.— Le mostró un recibo y el rápidamente sacó el efectivo de su billetera.
—Aquí tiene— aceptó el dinero y terminó de hacer los trámites.
—Aquí están las tarjetas— le entregó las tarjetas —la habitación se entrega mañana a las 3:30pm. ¿Algo más en que pueda servirle?
—Es todo, muchas gracias.

El chofer corrió lo más rápido que pudo a donde estaba el automóvil con los chicos. Al llegar ahí abrió la puerta trasera dejando ver a los adolescentes, él le entregó las tarjetas al chico aún consiente.

—Gracias Hyung... Haré que papá te suba el sueldo— Con una enorme sonrisa en la cara.
—Eso nos hace falta, joven, estoy para servirle.— Los dos viajaron al muchacho ebrio, que casi ni podía mantener los ojos abiertos.

Y así, casi cargando lo llevaron a la habitación predeterminada, Jungkook entró con él hasta la habitación, y cada vez que ingresaba más a esta, más sorpresas se llevaba.
Al principio el olor a velas aromáticas inundaron sus fosas nasales, el pasillo estaba lleno de ellas, en el baño que tenía la puerta abierta, podía notarse que habían pétalos de rosas en la bañera, bellas de la misma manera, fresas y uvas en un plato y sales de baño. Las lámparas de la habitación eran de un tono rojizo, y al llegar la cama... Si, solo una cama que estaba llena de rosas y pétalos, vino tinto con dos copas de vino a un lado en la mesilla y en la otra... Habían, condones.

—Hyung... ¿Qué clase de habitación es esta?
—Oh rayos...
—¿Es enserio Hyung? Vengo a cuidar a mi amigo, no a fornicar.— la cara del pequeño estaba completamente roja, y no, no era por el reflejo de las luces de la habitación.
—Es la única que tenían disponible...
—Kookie...— Habló Tae, quien estaba recargado en el brazo de Jungkook. —A mí me gusta esta habitación...
—Estas ebrio, Tae. Ahorita te puede gustar hasta un perro con falda.

Tae rió entre su ebriedad y Jungkook lo llevó a la cama, antes de acostarlo, quito con la mano que aún tenía libre los pétalos de la cama tirándolos al piso.
Recostó a Tae y se aseguró que estuviera en una posición cómoda y a salvo.