Me despierto por unos leves movimientos, miro a Cecilia con los ojos rojos, la pobre de seguro no dejo de llorar toda la noche.
—buenos días— saludo un poco emocionada para que quite esa cara de perro regañado.
—Ojalá y fueran buenos— se le quiebra la voz.
—¿que sucede?— me siento en la cama.
—Daniel me va a mandar a un internado a Suiza—solloza.
—¡¿que?!—
—dice que es para calmar las aguas— llora —¡no quiere saber nada de mi!— sorbe por la nariz —¡esta muy molesto como para escucharme!—
—¿tu hermano está en su oficina?— asiente —espérame aquí— Me levanto con mi pijama y corro hasta la oficina.
Llego y tocó la puerta con mucha fuerza, y el "pase" es inmediato, giro la perilla y abro la puerta, asomo la cabeza. Lo veo concentrado en una computadora, pero poco a poco su vista se encuentra con la mía.
—¿se te ofrece algo?— paso y me pongo frente a su escritorio.
—te ayudaré con tu hermana—
—¡disculpa! ¡¿que?!— se levanta abrochandose el saco y camina hacia mi.
—por favor, no la envíes a Suiza—
—la decisión está tomada—
—¿tienes alguna casa en el campo o una casa en la playa?— se me ocurre una idea.
—¿y eso que tiene que ver con que Cecilia se mude a Suiza?— frunce el ceño.
—pues que en vez de internarla, podrías enviarnos a las dos a esa casa, yo podría ayudarla con sus materias y así yo me podré concentrar en mis cosas, tu no tendrás que ocuparte de tu hermana, mucho menos te ocuparas de mi—
Parece pensarlo mucho, pero al final accede, preparo las pocas cosas que tengo, y nos vamos. Cuando despierto, llegamos a una enorme casa en la playa.
El lugar esta desolado, no se mira nada a ni nadie a kilómetros a la redonda.
Miguel el jefe de seguridad de Daniel, nos ayuda a bajar las cosas, Cecilia tiene una enorme sonrisa en el rostro, creo que le gusta más está idea que irse a Suiza.La casa por dentro es hermosa, y todo tiene una gruesa capa de polvo.
—como esto de venir a este lugar no fue planeado, no contraté personal para que hiciera la limpieza—asiento —Liv ¿podrías acompañarme a fuera un momento?— dice serio —por favor—
Lo sigo hasta quedar lejos de la casa, se detiene a un metro del acantilado. El viento sopla con fuerza, mi cabello se mueve violentamente.
—que hermoso lugar— digo viendo las verdes colinas.
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Siempre Libre
RomanceToda apuesta consiste en 50/50 50% de ganar y 50% de perder. Liv es la típica niña de papi, minada, consentida pero no caprichosa. Tiene que vivir con la culpa de otros y pagar las consecuencias de actos ajenos. Daniel McNail, un empresario de casin...