He tratado de evitar a toda costa a los dos hombres que últimamente tienen mi vida de cabeza, por un lado está Daniel, que por mas que trató de ocultarlo, se que él me porvoca algo que nadie había hecho antes, me pone a temblar con sólo mirarme, me desarma con un par de simple palabras, y he de admitir que siento algo muy fuerte que me asusta.
Y por otro lado está Adrián, es lindo y tiendo, me gusta estar con él, es muy atento y detallista, las tardes con el son agradables, me gusta su compañía y de algún modo no me gustaría perderlo, creo que hasta cierto punto es alguien importante en mi vida. Pero el único problema de Adrián; es que no es Daniel.-¿en que piensas?- Cecilia pone un plato de sopa de verduras frente a mi.
-¿quieres la verdad o quieres que te mienta?- dejo mi cara en la fría superficie de la isla.
-la verdad- pide.
-pienso en Daniel y Adrián- confieso.
-¿Adrián Donovan?- asiento -¿y que con él?-
-no se- bramo -me gusta estar con él, su compañía es agradable, y todo lo que tu quieras, pero...-
-¿pero?- me incentiva para que continúe.
-pero él quiere algo más y, no lo se- cierro los ojos.
-¿estas enamorada de alguien más?- se sienta a mi lado y me reincorporo.
-no lo se- me siento desanimada.
-no trates de solucionar algo que ni tu misma tienes en claro, debes poner en orden tu mente, pero sobretodo pon en orden tu corazón, porque de no hacerlo la única que va a salir lastimada eres tu-
-¿que edad tienes?- arruga la nariz -ese consejo es muy sabio para alguien de tu edad, pero gracias-
-mira- me da una hoja -son mis notas de francés y ruso- miro las calificaciones de Cecilia y son sorprendentes, ha mejorado muchísimo.
-wow, felicidades- la abrazo.
-todo te lo debo a ti-
-no, eres tu la que hizo el examen- le sonrio.
-no me cambies el tema, cuando sepas lo que en realidad quieres, ve por él y lucha- revuelve mi cabello.
Los días pasan, lo único que me distrae sonmis clases, he podido adelantar materias, y me siento muy feliz con eso, he conocido a más chicos en la Universidad, he planeado salir con ellos, pero si no es una cosa es la otra, el caso es que las cosas se me dificulan.
Daniel cada vez está más distante conmigo, a penas si lo veo, no he podido hablar con él y es algo si me deprime. Adrián me ha pedido salir con él, pero no quiero enrredar mis pensamiento así que le pongo cualquier excusa.
Han pasado tres semanas desde el incidente en el restaurante, y Adrián me dijo que este es el fin de semana en el que tiene el evento, al final acepte ¿porque? No se.Adrián me mando un vestido muy bonito, me gusta, pero el Rosa no es un color con el que me sienta cómoda. Pero como es un evento al que a él le importa me lo pongo, no se donde diablos se ha metido Cecilia, desde ayer en la noche no la he visto, y hoy se fue muy temprano con Daniel.
Ondulo sólo un poco mi cabello, y me maquillo, me pongo el vestido y me queda bien, pero el maldito como no me satisface.
Cuando termino tocan el timbre y se de sobra que es Adrián, tomo lo que me falta y voy con él. Se ve muy guapo con ese traje y las fiesta es especial ya que en este caso trae pajarita.En el camino no dice nada, se ve muy nervioso y no entiendo porque. Llegamos a un enorme jardín de eventos, al parecer la fiesta es en grande, Adrián muestra su invitación y nos dejan pasar, las personas están sentados formando una media luna, observo con atención.
¡estamos en una boda!
Nos paramos justo donde comienza la alfombra roja por donde pasará la novia.
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Siempre Libre
RomanceToda apuesta consiste en 50/50 50% de ganar y 50% de perder. Liv es la típica niña de papi, minada, consentida pero no caprichosa. Tiene que vivir con la culpa de otros y pagar las consecuencias de actos ajenos. Daniel McNail, un empresario de casin...