Capitulo 14

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Esto no puede estar pasando ¿como es que estoy inscrita en un concurso que ni siquiera sabía que existía? Pero una pequeña personita con vestido color vino tinto viene a mi, con una gran sonrisa en la cara, toma mi mano y me jala hacia ella.

-espero que no te moleste, es para caridad- me empuja para subir al estrado.

-señores ella es Liv Carter, tiene 23 años, esta cursando el último semestre en idiomas, además de ser muy hermosa es soltera- ¿como supo el presentador todo eso de mi?

Miro a Cecilia quien me saluda con la mano, sonrie feliz y yo sólo me dedico a fulminarla con la mirada, me hace señas para que la perdone, pero esta me las pagarás.

-la puja comienza con 500 dólares ¿alguien?- el señor que está a mi lado me aturde.

-5,000 dólares- dice Adrián.

-10,000- dice Daniel levantándose de su lugar.

-20,000- Adrián mira a Daniel. Esto no puede ser cierto

-50,000 dólares- Daniel sonrie. ¡¿hay porque?!

-100,000 dólares- Adrián me mira y siento vergüenza.

-500,000- dice Daniel y los murmullos se escuchan, creo que la cantidad es desorbitante.

-¡un millón de dólares!- grita Adrián y
el presentador ya no habla.

Las personas cuchichean entre si, me siento apenda y parece que ninguno de los dos quiere dar su brazo a torcer.

-cinco millones en efectivo- oferta Daniel.

Las personas sonrie y aplauden. Adrián abre la boca para ofertar, nuevo la cabeza para que desista "te debo una comida" le digo, me lee los labios, asiente y sonríe.

-¿alguien ofrece más?- dice el amenizador -¿nadie? A la una, a las dos y a las tres, vendida al caballero, puede pasar por su acompañante- Daniel camina hacia mi triunfante.

Muerdo mi lengua para no decir nada, las personas aplauden por la cantidad exagerada que Daniel ofertó, lo único bueno es que es para una buena causa.

Daniel me ayuda a bajar del estrado y entrelaza su manos con la mía, las demás parejas se colocan en medio de la pista al igual que nosotros.

-¿que hacías con Adrián?- susurra cuando la canción comienza.

-conversar- me pega bruscamente a su cuerpo y comenzamos a bailar.

-te dije que no quería verte con él- gruñe.

-tan bien me dejiste que podría ser libre, pero ha decir verdad tratas de reprimirme cada vez que puedes- me tiembla la voz.

-eres mía- me pega más a su cuerpo.

-por su puesto que soy tuya, aún no he olvidado la apuesta que me hizo ser parte de tu propiedad- me siento quebrar por dentro.

-sabes que no es así, sabes perfectamente a lo que me refiero- gruñe con los dientes apretados.

-no veo cual es la otra forma de pertenecerte, soy como cualquier otra cosa, como si fuese un objeto o un terreno, cuando te canses de mi o mi padre te pague, me dejaras- digo con lagrimas en los ojos.

-Liv...-

-así que no lo niego, soy de tu propiedad, pero mi alma y mi mente jamás serán tuyos- digo viéndolo a los ojos.

No se en que momento dejamos de bailar, sólo es una batalla de miradas que ninguno quiere perder, pero que más da que siga, si ya no tengo nada... lo perdí todo.
La música termina, y seguimos en nuestras posición mientras las personas aplauden.

Siempre LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora