-¡¿mami, puedo dormir aqui?!- demian me mira esperanzado.
-¡¿que?!- miro a Daniel -lo siento cielo, pero debemos volver a casa-
-¡porfis! ¡porfis!- súplica.
-por favor- pide Daniel.
-no creo que sea buena idea- lo miro
-estará bien-
-nunca lo he dejado dormir en ninguna otra parte-
-ese no es problema- toma mi mano y tira de mi.
Salimos de la habitación y nos adentramos a la siguiente, Daniel abre la puerta para mi, me muestra un hermosa habitación beige.
-puedes quedarte a dormir aqui- sonrie
-no- su sonrisa se va
-¿porque no?-
-no creo a tu novia le guste la idea-
-¡cariño ya llegue!- daniel y yo nos miramos.
Los dos bajamos hacia la sala, una imponente peliroja esta esperandolo
-Melissa- susurra Daniel.
-Hola mi amor ya estoy en casa- camina hacia el contoneando su escultural figura, le da un gran beso que estoy segura que le saco las amigadalas.
-¡mami! ¡mami!- Demian baja las escaleras.
La mujer se seprara de Daniel, se tensa al ver a mi hijo, lo tomo en brazos y camino hacia la salida.
-¡Liv!- Daniel corre para alcanzarme -¡espera Liv!-
-nos vamos- sigo caminando con mi hijo en brazos.
-no pasa nada, por favor quedense- pide.
-no-
-¿porque?- a para frente a mi.
-no quiero incomodar a tu esposa- lo esquivo y sigo con mi camino...
Daniel me dejo ir esa noche, pero estamos teniendo muchas dificultades ya que me niego rotundamente dejarle a Demian, se que estoy siendo egoísta al no dejárselo, pero es que no puedo, su "pareja" no me da mucha confianza, y a Demian le asusta, cada vez que la mira se esconde de ella.
Hoy es la primera noche que Demian dormirá en la casa de Daniel, tengo que aprender a confiar en el, y creer que Daniel cuidará de mi hijo... nuestro hijo.
-por favor Daniel, si algo sucede Llámame- repito esa frase por enésima vez.
-descuida, tengo todo bajo control- toma la pequeña maleta.
-que no duerma muy tarde y...-
-y mañana tiene escuela a las 8:00 A.M.- me interrumpe enfadado.
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Siempre Libre
RomanceToda apuesta consiste en 50/50 50% de ganar y 50% de perder. Liv es la típica niña de papi, minada, consentida pero no caprichosa. Tiene que vivir con la culpa de otros y pagar las consecuencias de actos ajenos. Daniel McNail, un empresario de casin...