Legalmente Demian ya es hijo de Daniel, y por la sonrisa que carga deduzco que Daniel es un hombre pleno.
Daniel se ha comportado de maravilla, tanto con Demian como conmigo, me siento muy feliz, porque mi hijo es feliz.
Hace tiempo obtuve un empleo de maestra en idiomas, y me gusta lo que hago, aún que a veces es estresante tratar con adolescentes.
Lo único que quiero es ir a casa y dormir, descansar por lo menos 10 horas seguidas.La puerta de mi aula se abre de manera brusca, haciéndonos sobresaltar a mis alumnos y a mi, pero es más grande es mi sorpresa, al ver a Daniel cruzar por la puerta.
-¡toma tus cosas y vamos!- se para frente al escritorio
-¿que?- digo sin entender.
-¡que tomes tus cosas!- gruñe.
Al ver que no hago ningún movimiento, es el quien toma mi bolso y mi saco, me toma del brazo y literalmente me arrastra para sacarme del aula.
Mis alumnos se quedan callados obvservandonos.
Sigue haciendo lo mismo hasta que llegamos a la camioneta negra.
Me sube al auto y después el, arrancamos, Daniel conduce como loco por la ciudad, se pasa varias luces en rojo y eso hace su me ponga más histérica.-¡DANIEL!- grito cuando apunto de provocar un accidente.
Su teléfono suena y de inmediato contesta.-¡Dime!- se queda callado esperando la respuesta. -¡NO ME IMPORTA, QUIERO SABER QUIEN FUE!- grita desde lo más profundo de su ser -¡PARA ESO TE PAGO IDIOTA!- gruñe -¡ERA TU TRABAJO ESTAR CON EL!- se queda callado de nuevo -¡SOLO TE DIRE UNA COSA, SI ALGO LE PASA JURO QUE TE MATO CON MIS MANOS!- cuelga la llamada.
-¡¿Daniel que pasa?!- me reacomodo en el asiento.
-¡Nada!- toma mi mano y deja un sube beso en la palma de esta.
-¡no me mientas!- pido
Ya no me dice nada, sólo se dedica a conducir.
Al llegamos a la casa que renté, se baja y pene el seguro de niños para que no pueda bajarme, en cuestión de minutos sale con dos maletas de equipaje, las deja en el asiento de atrás, y vuelve a conducir.-¡¿y dices que no pasa nada, cuando llegas a mi casa, pones seguro, sales con dos malestas y no pasa nada?!- digo Al borde de la locura.
No me contesta, conduce marcando sus nudillos, porfin llegamos a nuestro destino; su casa.
Pero los hombres que están son los que llaman mi atención, al rededor de 20 hombres rodean la casa, todos con traje negros y con cara de pocos amigos. Nuevamente Daniel toma mi brazo y me conduce hasta llegar a la sala, me siento en el sofá observando como camina de un lado hacia el otro, y de vez en cuando pasa la mano por su cabello, seguimos haciendo lo mismo al rededor de 10 minutos más.-¡están aquí!- informa uno de los tantos hombres.
Daniel me mira como pidiéndome disculpas, pero no entiendo bien.
-¡por favor quédate a aquí- pide.
Pienso hacerlo, pero no puedo, sigo su curso, hasta la entrada de la casa, una camioneta se estaciona frente a Daniel, pero el auto tiene horribles abolladuras como de... ¿bala?
De ese mismo auto se baja Demian, Daniel lo toma en brazos y el niño se le cuelga como changuito.
¡Dios!
¡esto no puede ser posible!
-¡DEMIAN!- grito corriendo hacia el.
Se lo quito a Daniel y lo brazo, lo dejo en el piso y comienzo a verificar que todo este en orden.
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Siempre Libre
RomanceToda apuesta consiste en 50/50 50% de ganar y 50% de perder. Liv es la típica niña de papi, minada, consentida pero no caprichosa. Tiene que vivir con la culpa de otros y pagar las consecuencias de actos ajenos. Daniel McNail, un empresario de casin...