Me despierto estirando mis huesitos, bostezo un par de veces y asimilo situación.
Me siento en la cama recordando lo que pasó en la noche, intantaneamente verificó que está vez si haya pasado lo que tenía su pasar, y si paso.Miro a mi costado, pero el hombre de mis tormentos no está, me enredo en la sábana y lo busco en el baño, no está, por algún motivo comienzo a hiperventilar, sigo buscándolo por el resto de la casa y ni rastro de él.
¡Daniel no puede hacerme esto!
¡no puede abandonarme!
Corro a la habitación, busco mi teléfono.
3:00 P.M.
¡¿que?!
Con los dedos tembloroso busco el numero de Adrián que al tercer timbre contesta.
-¿Hola?-
-¿donde estas?-
-en mi casa, arreglandome para la boda de Daniel- dice como si fuera lo más obvio.
-necesito ir a esa boda-
-no a si sea lo más conveniete-
-por favor- suplico.
-¿que pretendes hacer?-
-ya nada- se me apaga la voz -sólo quiero prenseciarlo por misma-
-a las 6:00 P.M. paso por ti-
Sólo tengo tres horas para comprar un vestido y arreglarme. Tomó uno de los autos y me voy a un centro comercial. Busco entre los estantes hasta que doy con el indicado.
Paso por una estética, decido arreglarme el cabello, sólo hacen unas pequeñas espirales y listo, me maquillan con algo natural...
Me voy al penthouse, sólo faltan un par de minutos para que Adrián salga, me pongo el vestido en la sala.
Salgo en el justo momento que Adrián sale de su casa, me mira completamente de pies a cabeza. Sonrie un poco lamiendose los labios.
-estas hermosa- dice caminado hacia mi.
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Siempre Libre
RomanceToda apuesta consiste en 50/50 50% de ganar y 50% de perder. Liv es la típica niña de papi, minada, consentida pero no caprichosa. Tiene que vivir con la culpa de otros y pagar las consecuencias de actos ajenos. Daniel McNail, un empresario de casin...