Tomo el papel que me ofrece y después se marcha, veo que la hoja tiene correciones en cuanto a los porcentajes.
¡MIERDA!
¿esto no puede ser posible? ¿como le hizo para conseguir esto?
Esto no puede estar pasandome, no se que es lo que haré. Liv me consiguió un excelente porcentaje, y yo la denigre de la peor manera. La trate horrible y le dije estupideces.
-¡AAAA!- grito enojado conmigo mismo
Arrojó todo lo que puedo del lugar, soy un cabron hijo de la... ¿como diblos voy a arreglar todo lo que le dije a Olivia? Ella sólo intentaba ayudarme y lo hizo con las mejores intenciones y de la mejor manera ¿y como le pague? Gritándole, diciendo le groserías y zarandeandola, si no me hubiese contenido no se de que hubiera sido capaz, ahora ya no tengo palabras ni acciones para revertir lo que le hice y para acabarla de joder le di una puta orden.
Necesito calmarme y ordenar todo en mi mente, no puedo seguir cometiendo error tras error, ya no, últimamente he estado tomando decisiones erróneas y las consecuencias están siendo catastróficas.
~Liv~
Debo aprender cual es mi lugar en esta familia, en esta casa. Se lo que tengo que hacer y decir así que me apegaré a ello. Basta de lágrimas y de ser la pobre niña débil y frágil, no más. Ya no más. Pero esta vez si me vengaré.
-Liv, ¿puedo pasar?- dice Daniel detrás de la puerta.
-por supuesto señor, esta usted en su casa- me siento en la cama
-Necesito que me escuches- pide -yo no debí comportarme así- camina lentamente con la férula -te ofrezco una disculpa- asiento -¿Liv?-
-¿tengo permiso para hablar?- digo con la cabeza baja.
-¡¿que?!-
-necesito su permiso señor-
-¿estamos en la misma conversación?- me quedo callada -¡háblame!- exige
-¿en que puedo ayudarle señor?-
-Liv-
-¿si?-
-mirame- levanto la vista hasta encontarme con sus ojos -Perdóname-
-no tengo nada que perdonarle, usted es mi dueño, y creo que está en todo su derecho de tratarme como a usted mejor le convenga- sonrio internamente.
-¿estas bromeando?- está más que confundido.
-no señor-
-¡deja de decirme señor!- gruñe alterado
-¿es una orden?- digo sin pensar.
-¡no!- dice exasperado, pasandose una mano por el cabello alborotandolo -¡lo que quiero es que...!-
-ya entendí señor- lo interrumpo.
-¡estoy harto!- camina hacia mi -¡no quiero que me vuelvas a decir señor- me toma de la cintura y me basa bruscamente.
Separa mis labios con su lengua, se introduce en ella, me toma de la nuca para que no pueda safarme, siento marearme con su aliento mentolado, me aferro a su cuerpo. Sus besos siempre son exigentes, y siempre quiero más de el.
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Siempre Libre
RomanceToda apuesta consiste en 50/50 50% de ganar y 50% de perder. Liv es la típica niña de papi, minada, consentida pero no caprichosa. Tiene que vivir con la culpa de otros y pagar las consecuencias de actos ajenos. Daniel McNail, un empresario de casin...