Capítulo 15

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Pensé en ir a la Universidad, pero decidí quedarme con Daniel, son las 9:00 A.M. y Daniel aún no ha despertado, ¿lo habré matado con el somnifero? Checo su respiración y todo aparece normal.

Preparo el desayuno, el arte culinario no es mi fuerte, pero me defiendo un poco. Busco en Internet una receta para crepas, mezclo todos los ingredientes en la licuadora, la enciendo.

-¡Mierda!- murmuro cuando la mezcla sale disparada por los aires

-creo que te faltó ponerle la tapa- dice Daniel recargado en la isla.

Esta más serio de lo que me gustaría verlo, tuerce ligeramente los labios para una sonrisa, pero una mueca se apodera de su rostro

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Esta más serio de lo que me gustaría verlo, tuerce ligeramente los labios para una sonrisa, pero una mueca se apodera de su rostro.

-¿como te sientes?-

-mejor- toma un trapo y comienza  a limpiar mi desastre -gracias-

-¿por?-

-por quedarte conmigo y no escapar- se acerca peligrosamente.

-¿que es lo que quieres?- susurro.

-a ti- responde tocando mi mejilla con su nudillos lastimados.

-sabes mejor que nadie que te pertenezco-

-quiero que tu quieras pertenecerme-

-Daniel- tomó aire -dime de una vez que es lo que esperas de mi, dime cual es mi papel, esto es... confuso- me aparto de él -un día me dices que soy libre de hacer lo que quiera y que puedo estar con quien yo quiera, pero al día siguiente, me prohibes hablar con alguien- sabe que me refiero a Adrián -y te agarras a golpes, por algo que no tiene sentido, al menos no lo tiene para mi-

-Olivia, quiero que seas mía- me pega a su cuerpo.

-¡soy tuya!- alzo la voz -¡¿que nonlo vez?!- me exaspero -¡hago lo que tu quieras, estoy donde tu quieres, simplemente te pertenezco!-

-¡quiero todo de ti ¿entiendes?!- su aliento golpea mi cara haciendome estremecer -dejemos atrás todo,  inclusive Mizraim-

-no te entiendo-

-podemos olvidarnos de todo eso-

-no- se me quiebra la voz -podrás ordenarme para hacer cualquier cosa, podrás utilizarme para lo que se te de gana, pero no estoy dispuesta a ser tu amante-

-sólo dime que si-

-¡¿A QUE?!- grito -¡¿A SER TU ZORRA?! -¡CREO QUE A PESAR DE TODO MEREZCO ALGO MEJOR QUE ESO!-

-¡¿que?!- parpadea varía veces -¡no, no, no, claro que no!- viene a mi y me abraza -jamás seras eso- besa mi coronilla -nunca lo permitiría-

-estas comprometido- susurro en su pecho.

-Liv, las cosas no son lo que parecen- toma mi cara entre sus manos y me obliga a verlo -te juro que no es así-

-no importa como estén las cosas, o si parecen o no, lo único que se es que tu estas con ella, y no seré yo quien cambie las cosas- un teléfono suena -es el tuyo-

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