Siempre Libre

Capítulo 24

Según lo que me dijo Daniel, Adrián está en perfecto estado, le pusieron suero para la deshidratación, además de que le hicieron los análisis pertinentes, pero al parecer salió todo en orden, han pasado 3 dias y Adrián no quiere hablar conmigo, cada vez que intentó hablarle o buscarle en su casa me evade.
Creo que siente pena por haberlo encontrado de esa manera, pero pues no es nada del otro mundo, estoy consiente que una persona debe darse ciertos gustos debes en cuando, tampoco es para tanto que se haya follado a tres mujeres, ni que a haya sentido christian Grey. Pero en fin.

Mis días de menstruación han terminado, me siento libre de cualquier cosa que tenga que ver con ello.
Daniel y Miguel han mejorado, Miguel  ya no trae el cabestrillo, y Daniel ha mejorado mucho sus heridas.
Hoy he tomado mis clases completas, David no se ha deparado a mi, y sus amigos tampoco, el chisme de que vivo con Daniel se corrió como pólvora, medio campus quiere ser mi amigo.
Las últimas 3 clases se suspendieron y esto me cae como anillo al dedo, porque hoy es el dia que Cecilia se va a Hawai, Daniel a convenció de tomar sus vacaiones ahí ¿porque? Ni idea.

-anda van conmigo- dice por quinta vez

-no puedo, ya te dije que estoy adelantando materias y no quiero atrasarme-

-Daniel ordenale que me acompañe- chilla.

-si hago eso, le diré que te de clases tres horas diaras-

-¿que? No, claro que no, mejor quédate con mi hermano- sonrie.

-portate bien- asiente -si vas a coger duro contra el muro usa protección-

-¡Liv! No le des esos consejos a mi hermanita- Daniel se molesta.

-por favor- pongo los ojos en blanco -ya está en edad de merecer-

-me voy, no quiero estar aquí más, quiero disfrutar el sol, la playa, la arena- dice imaginandose.

-el alcohol, los chicos sin camisa, los spring break- ahora soy yo quien imagina.

-si a eso vas, mejor te quedas- dice Daniel firme

-no seas agua fiestas, ya vete porque se arrepentirá- digo abrazandola.

-los voy a extrañar- le da un beso a su hermano y se va.

-no quiero que le des ese tipo de consejos a mi hermana- dice viendo como Cecilia se aleja.

-ya no estamos en esos tiempos en los que las mujeres teníamos su llegar puras y castas al matrimonio- Cecilia voltea a vernos y ambos le decimos adiós con las manos.

-pues deberían-

-pues deberías decirle eso mismo a tu prometida- digo molesta -por lo que sé, la satisfaces muy bien- me doy media vuelta.

-¿estas enojada?-

-Adrián- susurro y corro hacia el -¡ADRIÁN!- grito y voltea a verme, corro hacia él -¿a donde vas?- miro el equipaje que carga.

-me voy por unos días del país- dice mirando al piso

-¿pero porque?- me siento triste -¿es por lo de las chicas?- niega -¿en entonces?-

-necesito aclarar mi mente, despejarme un poco- sigue viendo al piso.

-¿a donde vas?- me acerco a el.

-Francia-

-¿cuando regresas?- se encoge de hombros -¿te volveré a ver?-

-quizás- su voz se quiebra.

-si es por lo de las chicas, no te vallas, podemos arrreglarlo, no tienes que sentir vergüenza o pena- mi vista se empaña.

-es más que eso-