☆Seis☆

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Merendaba en compañía de su tía y después de su amiga se les unió,así que les dio la noticia a ambas.

-¿Vas a ir verdad? Eso ni lo dudes- le dijo Karol cuando pudo dejar de gritar de la emoción.

-No se... tengo que pensarlo...-

-¿Qué vas a pensar hijita? Es lo que soñaste siempre- Maia sabía las ambiciones de su sobrina.

-Pero... mi vida está aquí con ustedes, con el porotito, mi trabajo...Agustín- lo último lo dijo como susurro.

-Serán cinco meses Caro... el niño todavía no va a nacer y... no pienses en eso, pensa en vos- la animo su amiga.

-No se... tengo tiempo de pensarlo- suspiró y dejo el tema de lado, quería pasar una linda tarde con sus mujercitas.

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Karol se marchó hace un par de horas, Carolina decidió irse antes de la cena, estaba un poco cansada. Se despidió de su tía y salió a la parada del colectivo. Un auto se estaciono en la esquina y de el bajo a quién menos esperaba ver ese día.

-¡Caro!- la llamó y sus ojos se humedecieron con sólo escuchar su voz. No quería tener que hablar con él, quería escapar y eso hizo. Continuó su camino haciendo de cuenta que nunca lo había visto- ¡Caro!- le gritó nuevamente y en un instante lo tuvo a su lado sosteniendola del brazo- Por favor, necesitamos hablar- y ya no pudo sostener ni una lágrima más.

-No quiero hablar Agustín- trató de soltarse de su agarre.

-No seas chiquilina Caro, nos debemos una charla como adultos, por todo lo que pasamos, por favor- si la miraba con esos ojos, si le hablaba con esa voz, ella no podía negarse.

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Ella misma se alentaba, se consolaba y se daba fuerza. El viaje más incómodo de toda su vida, se arrepintió desde el momento en que subió a su auto. Inmediatamente sus fosas nasales se llenaron de ese perfume que tanto le gustaba, pero había otro olor, quizás era el olor de ella. Tuvo que contenerse, no quería derrumbarse todavía, lo peor estaba por venir.

Estaban sentados uno frente al otro en la cocina, en la misma mesa que hace unas semanas. Cada uno tenía un café. Agustín miraba a Carolina pero ella no podía hacerlo, sabía que flaquearia si veía esos ojos.

No, no es necesario que lo entienda, 
por que nunca le ha servido la razón 
al corazón, el corazón no piensa… 
No mi vida, ¿para qué te esfuerzas? 
no me tienes que explicar, 
siempre amare tu libertad, por mucho que eso duela 

-...Caro... se que todo es un tanto enredado y te juro que no hubiese querido que esto se de así, fuiste muy importante para mi... sos muy importante para mi y... daria todo para que lo que sentís no te haga mal, perdón...- fue él quién comenzó- Necesito que me entiendas, estoy confundido, esa es la verdad y...-

-¿Qué yo te entienda?- recién habían comenzado y ella ya estaba mal- Vos me engañaste y querés que yo te entienda- lo miró incrédula.

-...Estuve mal y créeme que me siento fatal por eso, por lastimarte y....- trataba de explicar.

-¿Y qué hago yo con eso? No quisiste pero lo hiciste- estaba siendo dura, pero sabía que nada de lo que dijera provocaría que él sientiera algo parecido a lo que ella sentía. No es que quisiera que el sufra,  eso ni pensarlo.

-Caro... perdón, me voy a arrepentir para siempre de eso...- pudo ver en sus ojos que era sincero, pero esa sinceridad no hacía que se sintiera mejor.

Y si, entiendo que quieres hablar, 
que a veces necesitas saber de mi 
pero no sé si quiera saber de ti, 
y vivir así, seguir así…
pensando en ti

-¿Que sentís por ella?- le preguntó de repente.

-No es necesario que hablemos de eso- sabía que sería muy cruel.

-Quiero saber- le dijo firme- Quizás así entienda un poco, por que no puedo creer que cambiaste más de cuatro años de historia por alguien que conociste hace cuatro meses- y soltó la primera de muchas lágrimas.

-...Me gusta su compañía... me gusta estar con ella..- comenzó diciendo eso- es bonita y... me gusta cuando sonríe- Ella continuaba soltando lágrimas de amargura al escuchar como hablaba de otra persona- Es buena chica y me apoya en lo que hago, me alienta...- Caro asintió.

Y por favor no me detengas, 
siempre encuentro la manera de seguir 
y de vivir aunque ahora no lo tenga. 

-¿Y por mi?¿Qué sentis por mi?-

-Por vos...- Ella se secó las lagrimas- Caro, esto no es necesario... creo que lo mejor será que nos tomemos un tiempo así...-

-¿Un tiempo?- Carolina lo interrumpió y él asintió- Un tiempo para que pruebes si funciona con ella y si no volves conmigo ¿O no?- preguntó irónica.

-Yo no dije eso Carolina- la frenó- Creo que será lo mejor, tenemos que pensar... aclarar la mente...-

-Yo no tengo nada que pensar Agustin- secó las lágrimas de su rostro- Tengo bien claro que te amo más que el primer día- eso lo quebró, no podía verla tan mal- Sos vos el que necesita aclarar las cosas... así que te lo voy a hacer más fácil- le dijo ella.

-No entiendo- también quería llorar, la situación era muy difícil.

-No voy a parar mi vida por vos, te amo con todo mi corazón pero no voy a dejar que juegues conmigo de esa forma-

-No quiero jugar con vos- la interrumpió, debía aclarar que no quería eso.

-Si querés probar con ella hacelo tranquilo, pero no vuelvas si no funciona... yo de verdad te deseo que seas feliz y vivas tu vida- Ella se levantó y tomó su bolso.

Y no mi vida, no vale la pena 
para que quieres llamar 
si la que era yo, ya no va estar 
esta es la ultima escena… 

-¿Estás despidiendote de mi?- le preguntó el.

-Si, es la mejor decisión para mi... no quiero especular si vas o volves, te amo demasiado pero... No sos indispensable para mi vida- aunque no lo sentía sabía que era así, podía vivir sin el- Abrime la puerta por favor- se secó nuevamente las lágrimas.

-Déjame que te lleve a tu casa- le dijo el mientras tomaba las llaves del auto y abría la puerta.

-No te preocupes por mi, puedo llegar sola- salió disparada del departamento, necesitaba estar lo más lejos posible de el.

Caro!- intentó ir tras ella pero le fue inútil. Vio como se subía a un taxi y se alejaba. Por algún motivo se sentía peor que antes, ningún alivio por confesar la verdad, más bien le pesaban las palabras que ella le había dicho "No sos indispensable para mi vida" ¿Era verdad? Ella se lo dijo muy segura. Pero la pregunta era ¿Y ella era indispensable para su vida?

Suelta mi mano ya por favor 
entiende que me tengo que ir, 
si ya no sientes mas este amor 
no tengo nada mas que decir
No digas nada ya por favor, 
te entiendo, pero entiéndeme a mi. 
Cada palabra aumenta el dolor 
y una lágrima quiere salir... 

Eres Lo Que Necesito Ahora Y Siempre (Aguslina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora