☆Veintidos☆

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Encuentro especial 1/3

Era una noche especial, una noche y con los sentimientos a flor de piel. También era un día estipulado para un desastre, quizás.

31 de diciembre

Mónica y Maia ayudaban a Karol a terminar de preparar las ensaladas para la cena de fin de año. Los padres de Agustín se encontraban acomodando las mesas en el jardín, la noche estaba perfecta para comer bajo un estrellado inmenso. Miguel, Ruggero y Agustín acababan de llegar, es que decidieron comprar un buen vino para la ocasión.

La escena era típica en todas las familias, pero lo raro era que en un ricon de la casa, tirada un uno de los sillones se encontraba Julieta y su fiel amigo, el celular. No tenía habilidad para nada más que para teclear sin parar, además ayudar no era lo suyo.

A las diez, quizás un poquito más, todos comenzaban a hacerse presentes en la cocina.

Todavía no!- gritó Karol a su novio, provocando que todos se sobresaltaran.

-Pero tengo hambre linda- Ruggero quería servirse la comida.

-Aún no muchacho, todavía no estamos todos- Miguel colaboró con su hija.

-¿Quién falta?- preguntó sin interés Julieta.

-Mi mejor amiga- Agustín se ahogó, sabía que ella venía y convengamos que estaba más impaciente que todos.

-Pensé que íbamos a estar entre familia- Julieta no conocía a la mejor amiga de Karol, y tampoco conocía a la ex novia de Agustín, jamás se presentó ante ella. Mucho menos iba a imaginarse que ambas eran la misma persona.

-Julieta- Agustín la regaño por lo bajo, sus comentarios estaban fuera de lugar y eran completamente desacertados

-Dice que viene llegando, será mejor que tomemos asiento en la mesa- propuso Karol. Todos caminaron hasta la bonita mesa que estaba preparada en el patio.

Carolina no pudo llegar con su tía porque los nervios no la dejaban vivir. Había comprado un bonito vestido para la ocasión pero tras mirarse  horas y horas frente al espejo se convenció de que no era lo suyo. Desordeno todo su armario para encontrar algo decente que usar. Ustedes se preguntarán  ¿Por qué le importa tanto su apariencia? Pues es algo obvio, aunque pasó tanto tiempo, todavía quería verse linda para Agustín. Sólo pensar en volver a verlo hacia que su presión subiera.

Gastón estaba un poco más retrasado, le informó a Caro que iría directamente a casa de Karol. Después de darle las instrucciones necesarias para llegar.

Agustín caminó por el patio trasero hasta su auto. Con todo los preparativos olvidaron bajar el vino.

-Resulta que ahora yo soy el de los mandados- bufaba para si mismo.

Saco del asiento trasero lo que busca y cuando cerró la puerta pudo verla. Al principio pensó que era una ilusión, pero conforme se acercaba se convencía de que no.

Toda la semana había pensado en la situación, en cómo reaccionaría al verla, y la verdad es que.... nada de lo que pensó como posibilidades sucedió. Las manos le sudaban, respiraba más pesado y no podía dejar de mirarla. Hacía tanto no veía esa sonrisa radiante y esos ojos tan felices. Tenía algo distinto y no podía darse cuanta que, pensó que quizás lo que la hacía diferente era que ya no era suya, que su corazón  no le pertenecía y eso era posible ¿O no?

Caminó unos pasos hasta que ella también lo vio. Se quedaron paralizados. Carolina sintió un temblor en sus piernas y ansiaba poder volver en si para correr lo más lejos que pudiera, pero su corazón no quería. Latía intenso animandola a abrazarlo y confesarle toda la agonía que vivía sin el, pero su orgullo y dignidad valían.

El le dedicó una sonrisa sincera, de esas que solía regalarle cuando compartían el día juntos. La miraba tan fijamente que no daba oportunidad a un pestañeo, y tampoco había lugar para un suspiro.

-Hola- el seguía siendo más fuerte que ella. Carolina se quedó sin aire. Escuchar su voz le traía los miles de recuerdos de cuando el le cantaba infinitas canciones, con aquella guitarra que ella le regaló o con el piano melodioso que tenía en su departamento. Esos días en los que se la pasaban encerrados compartiendo el amor que tenían por el otro.

-...Hola..- involuntariamente respondió a su saludo. Despues de tanto, volver a escucharla tan dulcemente era un regalo. Quería abrazarla pero vio su cara, era distinta a la sonrisa enorme que el tenía. Pero aún así era hermosa, porque eso no tenía discusión, Carolina es hermosísima.

-Me... me alegro de verte...- quizás un poco más, estaba encantado de verla. Ella asintió.

-Yo también- y no sabes cuánto. Ella estaba igual o más desesperada que el.

Agustín!- el grito de Ruggero cortó con el momento. Ambos se voltearon y en silencio ingresaron a la casa.

Estaba perdido, sumergido profundamente en el baúl de los recuerdos que creía haber cerrado para siempre, pero que resurgió con más fuerza al ver su carita. Volvió en si cuando la multitud le permitió volver a verla. Miró a su alrededor y nadie notaba en la penosa situación que se encontraba, ni siquiera Julieta que miraba perdida su celular.

En un segundo un extraño apareció por el portón. Bueno, extraño para el porque Carolina corrió a sus brazos feliz.

Karol! ¡Rugge!- los llamó y ellos se acercaron, los demás fueron a la mesa. Por lo obvio le tocó sentarse al lado de Julieta y que ella no le prestara atención no le molestaba en lo más mínimo, tenía en que concentrarse.

Miraba la escena confundido ¿Y ese quién era? ¿Por qué nadie le aviso que vendría? No podía quitarle los ojos de encima. Quedó aún más desconcertado cuando bajo un poco la vista y vio que tenía a Caro tomada de la cintura. Sintió un calor abrumador en su rostro que intentó disipar con una copa de vino.

Definitivamente el no le agradaba.

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Los hice esperar tanto para el reencuentro y no se si es lo que esperan jaja igual éste encuentro tiene tres partes así que los dejo con la primera parte...
Besitos

Eres Lo Que Necesito Ahora Y Siempre (Aguslina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora