Eres Lo Que Necesito Ahora Y Siempre (Aguslina)

☆Veinticuatro☆

Encuentro especial 3/3

Karol la afixio a preguntas y suposiciones, por lo que necesitaba aire. Se sentó en uno de los sillones y miró a su alrededor. Masoquistamente posó los ojos en Agustín y su novia. No era por celos pero... no veía una conexión entre ellos, no veía esa energía de amor, sus miradas no se conectaban; pero por más que esas cosas no existan entre ellos, el la eligió, estaba con ella, tiró a la basura toda su historia por esa mujer. Debería amarla mucho. Sin darse cuenta acababa de soltar una lágrima gruesa y pesada. Necesitaba respirar.

Se paró debajo del naranjo que su amiga tenía en el jardín delantero, el gran árbol evitaba que la luz de la calle la tocara, porque así quería estar, en las sombras.

Respiro profundo y tocó con nostalgia aquella pulsera que el le regaló en esas vacaciones en la playa. Si pudiera volver en el tiempo viajaría justo a ese momento.

No iba a llorar, estaba evitandolo a toda costa. De nuevo respiro y se volteó. La misma sensación de nerviosismo que sintió aquella vez que descubrió que era primo de Karol, o aquella vez que la acompañó a casa o cuando tuvo su primera vez con el, volvía.

A todo el mundo le encantan
las cosas que haces,
desde cómo hablas a cómo te mueves.
Todo el mundo aquí te está mirando,
porque haces sentir como en casa.

Agustín se acercó a ella y con valor le preguntó si quería bailar con el aquellas canciones melodiosas que la radio proponía. La respuesta no pasó por su cabeza, fue su corazón quien de inmediato soltó un si que penetró en los oídos de Agustín con tanta ilusión.

Eres un sueño hecho realidad,
pero si por casualidad has venido solo
¿puedo tener un momento contigo antes de irme?
Porque he estado sola toda la noche,
con la esperanza de tú fueras alguien que yo solía conocer.

Se acercó a ella y la tomó de la mano. Esa corriente capaz de revivir a un muerto corazón aún estaba presente. Y a ella dejó de importarle cuan desarmada estaba, por que todo comenzaba a ubicarse en su lugar, porque era el quién alimentaba sus ganas de querer. Pasó su mano por su cintura y la atrajo hasta el. Sentir de nuevo el contacto de su suave piel lo estremecia por completo.

Pareces salido de una película,
suenas como una canción,
Dios mío, esto me recuerda a cuando éramos jóvenes.

Aún guardaba un poco de conciencia y razón, es por eso que no a atrevía a mirarlo a los ojos, flaquearia y caería nuevamente. A diferencia de el, que ansiaba encontrarse con esos ojos que revolucionaban su interior. Balanceandose suavemente rogaba que ella se encontrará con su mirada.

Déjame sacarte una fotografía
bajo esta luz
por si acaso es la última vez
que podemos ser exactamente iguales a como éramos
antes de que tú te dieras cuenta
de que estábamos tristes de hacernos mayores.

Nos hizo ser impacientes.
Era como en una película,
era como en una canción.
Cuando éramos jóvenes...

Más que un baile, era un reencuentro de eso que ansiaban hace mucho, volver a estar cerca. Carolina tenía más claro que nunca, que no dejo de amar a Agustín y que jamás lo haría. Estaba condenada a vivir en soledad con el sentimiento que lastimaba, pero le daba vida.

Es difícil recuperar
todo me devuelve a
cuando tú estabas ahí
Y una parte de mí sigue aferrándose,
por si acaso no ha desaparecido.
Supongo que todavía me importa,
¿todavía te importa?

Haciendo oídos sordos y contra su voluntad, levantó la vista. El interior de Agustín quemaba por esa conexión  y fue cuando se dio cuenta de que todavía la amaba, que nunca dejó de hacerlo.

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-Agustín- la voz de Julieta los alejó completamente nerviosos- Mi amor- se acercó hasta el y miró con recelo a Carolina, que trataba de normalizar su respiración.

-Que... eh... que pasa- era incómodo.

-Quiero irme a casa- lo abrazó y eso fue suficiente.

-Yo... eh... me voy a buscar a Gastón, con permiso- se fue sin mirar atrás, deliro por un segundo que todo seguía como antes.

-¿Que hacían?- le preguntó cuando estuvo lejos.

-Eh...- no sabía que responder- No importa- no le daría explicaciones- ¿Ya te vas?-

-Nos vamos bebé- de nuevo lo abrazó.

-Pero yo no me quiero ir- dijo firme apartandola- Y ya te dije que no me gusta que me llames así-

-Ya es tarde y tengo sueño- bufo.

-Bueno, te llevo a tu casa- sacó de su bolsillo la llave y caminó hasta su auto.

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Suficiente por hoy...

Aguslina se reencontró y eso me hace muy feliz, esperen a ver como sigue esto 😁

Gracias por leer y participar cuando se los pido, a verdad les voy a agradecer toda la vida.

Besitos 😗😙😘😚