Capitulo 18

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Leticia

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, di un paso atrás y me escondí tras mi tía Ángela.
Los ojos de mi tía se abrieron como platos no podía creer lo que estaba viendo.

Mi amada Leticia, no puedo creer que estés viva, dijo Alejandro acercándose rápidamente hacia mi.

Puse delante a mi tía de mí por completo, estaba paralizada, era prisionera del miedo, mi cara solo decía alejate de mi.

- Que pasa mi vida, Leticia soy yo tu marido Alejandro, decía poniendo su cara de mártir, conocía esa voz, solo era una farza.

- Lo siento joven pero yo no se quién es usted. le dije tratando de disimular mi falta de memoria.

- No mi vida, no me digas que no me reconoces.

-  Lo siento perdí la memoria en un accidente, y no se quien es usted.

- No mientas... Yo escuche claramente cuando Iban decía que no habías perdido la memoria.

- Yo no se de que habla, no lo conozco así que le pido que se retiré.

- No... Leticia, mientes, tu..
Eres una infeliz mentirosa que se escapo con un doctorcito de pueblo.

- Lo siento, me confunde con alguien mas.

Estaba aterrada, trataba de actuar bien mi papel, pero mi cuerpo temblaba, nunca imagine cuanto miedo le tenía, hasta donde me había hecho tanto daño.

El se acerco a mi jalandome con fuerza del brazo hacia el, podía sentir su aliento cerca de mi rostro, solo cerré los ojos con fuerza y me alejaba de su cercanía, sólo sentía asco y terror el tenerlo así de cerca.

Eso solo confirmaba mis sentimientos hacia Dorian, realmente estaba Enamorada de el como una boba.

Había aclarado mis sentimientos, ya no sentía ataduras hacia Alejandro menos lástima o pesar por él, no cambiaría nunca lo iba a hacer, y yo jamas regresaría con el.

- Sueltela... Le grito mi tía Ángela muy molesta.

- Usted no se meta señora!! Dijo jaloneandome de un lado a otro en lo que yo trataba de soltarme.

- Claro que me meto, soy su tía, y yo no lo conozco, sueltela o llamo a la policía.

- Hagalo, señora yo soy su marido y ella se viene conmigo.

- No, usted no se la lleva a ningún lado.

- Suelteme, yo no iré con un extraño a ningún lado.

- No somos extraños querida, tenemos dos hijos, no es suficiente.

- Mis hijos y mi esposo murieron, eso me dijieron en el hospital, usted es el que miente.

- Claro, claro el entrometido doctor, el que te ha llenado la cabeza de pajaritos.

- No se de quien habla...

-  Vamos Leticia nunca has sido buena para mentir, ese hombre te tiene en sus garras y no lo voy a permitir, no te quedaras con el, entiendes.

- Yo no se de  que habla...

Estaba apuntó de caer en mi propia mentira, pero el no sabia que los niños estaban vivos, eso era un punto a mi favor.

Pero el miedo, era grande y los recuerdos de sus maltratos, sus infidelidades, torturaban todo mi ser, me sentía atrapada en un callejón sin salida y a obscuras.

No veía luz, Alejandro me llevaba arrastrada hacia la puerta, tía Ángela lo trataba de detener, pero como lo lograría.

Estaba mal, me sentía débil, por mas que me resistía él era mucho mas fuerte que yo y no podía soltarme.

Inesperado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora