capítulo 28

6 2 1
                                    

Leticia

Después de llegar a casa cansada y la llamada de Alejandro que me había dejado muy confundida, y la llamada de Emm con la noticia mas dolorosa de mi vida, me quede estática sin fuerza, las ganas de luchar se me habían acabado, el solo hecho de respirar me dolía, me dolía.

Escuche a mi mamá entrar llego hasta mi habitación en donde me encontraba echa un ovillo, derrotada tenía tan secos los ojos que ya no tenia lágrimas.

- Leticia, que tienes... Es tan grave lo de Dorian? Preguntó mamá acercándose a mí, se sentó a la orilla de la cama y acarició mi rostro.

- Parece que si.. No se muy bien, Emm sollozaba y solo dijo que lo estábamos perdiendo, que los doctores no sabían que estaba pasando.

- Leticia tu no eres una mujer que se rinde con facilidad, siempre has luchado por lo que quieres, no puedes rendirte ahora, justo ahora que has decidido ser feliz.

- Mamá yo estoy cansada de luchar, siento que me arrastra es mas fuerte que yo... Perderlo jamas estuvo en mis planes aún verlo con otra persona seria mejor que no verlo jamás.

-  Leticia tu no eres de las mujeres que se rinden, tú has luchado siempre por lo que quieres, no puedes simplemente huir y dejarlo ahora justo cuando mas te necesita.

- Yo no tengo el valor de ir y verlo partir, yo no puedo hacerlo es muy doloroso.

- El te necesita, ten valor y coraje para afrontar lo que ha de venir.

Las palabras de mamá fueron muy asertivas, me dieron el valor para enfrentar el adiós, de la persona que amaba, eso era realmente duro.

Me logre dar una ducha rápida, vestirme y desenmarañar mi cabello, respire profundo muy profundo tratando de llenar mis pulmones de aire, aire que sentía que ya no entraba que ya no era suficiente para hacerme vivir.

Me despedí de los chicos y de mamá, subí a mi auto y conduje hasta el hospital, el camino se me hizo difícil deseaba nunca llegar o llegar pero con un final diferente en donde llegaría y lo vería despierto dedicándome una de esas hermosas sonrisas que me derretían.

Pero lo que me deparaba era verlo irse y solo de pensarlo un dolor indescriptible se apoderaba de mi, ni siquiera tendría la oportunidad de besarlo por ultima vez, de abrazarlo y absorber su olor sentir su calor, escuchar su voz.

Lo único que tendría es presenciar su partida, es escuchar como su corazón dejaría de latir junto al mío, como al irse de mí yo me iría con el.

No puedo describir el dolor tan intenso que llevo en mi, las despedidas son terribles no quiero despedirme... No quiero.

Solo quiero regresar el tiempo si eso regresar el tiempo, regresar a esa maldita noche que me arrebato todo, esa fría y obscura noche y decirte Si me voy contigo, Si te amo, Si quiero pasar toda mi vida a tu lado, Si quiero envejecer a tu lado.

Llegue al hospital, me quede dentro del auto unos minutos trataba de controlarme para enfrentar mi destino, respiraba una y otra vez y entonces las lágrimas empezaron a correr sin parar.

Después de llorar y sentir dolor, sentirme impotente ante la situación, que no podía hacer nada más que verlo partir, decidí salir del auto y me dirigí hacia la entrada del hospital esperando encontrarme con Emm.

No vi a Emm en la entrada así que decidi ir a la habitación de Dorian, la cabeza me daba vueltas mi corazón latia con fuerza era como si supiera que iba a morir en ese instante.

Entre a la habitación de Dorian, que hermoso se ve, dormía tranquilo parecía un bello ángel caído del cielo y sus labios esos labios que veneraba y deseaba con locura.

Me senté a su lado tome su mano y la entralece con la mía dándole un tierno y lento beso, su mano se sentía tibia y pensaba que pronto solo sería un sueño el mas bello de mi existencia mortal.

Una daga atravesó mi ser al pensar que su presencia desaparecería como un hermoso atardecer o como una estrella fugaz que sólo deja luz a su paso.

Las lágrimas corrían como ríos de aguas llenas de vacío, nunca pensé que se podía sufrir tanto, que el dolor quemara como incendio por dentro y  que te consumiera lentamente, sin dejar un poco de esperanza, un retoño verde en lo seco, un oasis en el desierto.

- Evans que haces como te atreves a hacerme esto, por que me dejas... Por que ..
Por que, como voy a vivir sin ti, que no ves que si tu te vas yo yo.. No podre seguir, como diablos hago para vivir sin ti, dime como... Voy tan siquiera a respirar en un mundo En el que ya no existes, dime como.

Evans, Dorian Evans Rivas despierta, levantate.. Despierta anda despierta que no me oyes, escuhame Te Amo... Te amo, Dorian te amo con todo lo que soy... No me dejes, te lo suplico no me dejes, no quiero que te bayas, no no no, no quiero.

El suelo dejo de existir, la luz dejo de existir, solo había obscuridad, agonía, pesar  me sentía como un árbol en otoño seca tan seca que estaba muerta en vida.

Solo me quedarían los recuerdos, si los recuerdos vinieron a mi, la primera ves que lo vi, era tan hermoso, sus ojos miel y sus labios gruesos y su voz escuchar su voz hacia que sintiera un ollo en mi estomago.

Y cuando me abrazo sentí como me estremecía y su olor obsorver su olor, si la locura me hizo amarte con tanta intensidad como he de amarte estando lúcida,  cuando cada fibra de mi ser te desea, cuando cada centímetro de mi piel te extraña.

Si los recuerdos ellos son mis aliados, si ese primer beso que me llevo hasta la luna, sentir sus labios junto a los míos me llevaron de la locura a la cordura.

Si en mi locura robaste mi corazón, me enseñaste a amar, me enseñaste a que eras mío y yo tuya, como dime como voy tan solo a respirar sin ti.

Sigue tu hella en mi alma, todo mi cuerpo te extraña y mi memoria te alumbra, solo tengo tu recuerdo, solo tengo tu recuerdo, me aferro a un reflejo y te pierdo, te pierdo...

Que quedo de los dos, que me quedo...

Nada... Vacío... Vacío solo eso quedó.

El Adiós...

Tu amor es mi tesoro, mi corazón late para ti y se muere por darte amor que no conoce el fin solo la eternidad, te amo tanto que no se como explicar... Dorian gracias por existir y hacerme feliz... Y yo moriré junto a ti.

Después de llorar y hablar me derrumbe, me agote, las fuerzas se me acabaron así que me estregue a la fatiga, me acosté a su lado metí mi nariz en su cuello obsorbi su olor, le llené de besos hasta llegar a sus labios y memorizar ese momento, sentir aun el calor en sus labios y el sabor del amor en mi ser.

Me acomode en su pecho escuchando el latir de su corazón el cual me durmió como una canción de cuna... Hasta que deje de escucharlo.






Inesperado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora