Capitulo 23

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Leticia

Escuchar su voz estremeció todo mi ser, verlo frente a mi era un espejismo pero el hecho que  pronto se casaría que ya no seria mío jamás, que perdería su presencia su olor, su calor, que nunca mas podría besarlo, abrazarlo eso sabia a amargo.
Pero a la vez tenia la tentación de corresponderle, de decirle que sí, sí, sí, sí me quedare contigo y casate conmigo y no con ella..
Olvidar por un momento todos mis tontos prejuicios que me he impuesto a mi misma y ser feliz, darme la oportunidad de ser feliz con el hombre que amo.
Pero... No podía hacer eso, no debia ser egoísta y que al pasar los años Dorian resintiera el no haber cumplido con sus sueños, así que al decidir salir corriendo aquella tarde fue lo mejor.

Desde esa tarde no lo he vuelto a ver, ya no regreso a la clínica y la doctora Rivas no ha mencionado absolutamente nada.

Yo sola cabe mi propia tumba, justo ahora voy camino a casa de mi tía Ángela por que hoy... Hoy pierdo para siempre al único hombre que he amado en la vida, pierdo mi posibilidad de amar y ser amada... Lo he perdido para siempre.

No puedo describir como me siento, creó que ya no tengo ni lágrimas que derramar, estoy seca por dentro, seca como mi matriz estéril incapaz de dar vida.

Dorian

No ha podido olvidar mi corazón el amor de Leticia, aun siento sus caricias, su olor sigue impregnado en mi...
Mi vida es un desierto... que no entiende que ella es mi única fuente de agua para mi sed.

Yo ya no puedo pensar en mis cinco sentidos, la boda se ha convertido en un infierno, ver a Paloma tan ilusionada y yo soy un bastardo por seguir con esto fingiendo...

Pero Paloma es mi salvavidas ella es consciente que no la amo y aún así ella cree que con el tiempo yo llegue amarla pero eso es tan imposible como si la luna fuera de queso.

Solo quiero escapar hacia Leticia
quiero sentirla, perderme en sus besos, en sus ojos, en su sonrisa, la estraño tanto que no se como explicarlo.

Llego el día de la boda, estoy en mi cuarto frente al espejo viendo mi rostro destruido, poniéndome mi smoking negro pues pareciera que a eso voy a mi funeral.

- Dorian hijo, por favor no cometas una locura.

- De que hablas mamá.. Le dije tan quedito que casi no podía escucharme.

- No puedes casarte con alguien a quien no amas.

- Yo no voy a sobrevivir sin Leticia... mamá yo...
Mis lágrimas salían y me sentía como un niño, estaba desesperado ya no sabia que hacer ni que pensar.

- Dorian no puedes aferrarte a una persona para ser feliz.

- Si yo no me caso con Paloma que voy a hacer, Leticia esta empesinada en que no me puede hacer feliz.

- Y tu estas empecinado en que solo ella es tu felicidad... O Paloma por que te recuerda a Leticia.
No puedes continuar así, no mas Dorian, ni voy a permitir que te hagas daño y no solo a ti, también a Paloma ella no se merece vivir al lado de un hombre que solo la usa para ser feliz él, eso es muy egoísta e inmaduro de tu parte.

- Mamá y entonces que debo hacer, con que cara dejaría plantada en el altar a Paloma.

- Con la cara de la honestidad, para no hacerle daño, tal ves sufra y te odie ahora, pero con el tiempo te lo agradecerá.

- Yo no lo se mamá...

- Dorian esta bien es tu decisión, te dejo solo para que lo pienses.

Mamá salio de mi habitación y yo me tire en la cama, solo no quería pensar tomar decisiones, no quería nada, quería que la tierra me tragará.

Pero mi mamá tenia razón no podía poner mi felicidad en manos de una persona.

Era mi vida la que estaba en juego... Que me estaba pasando no podía seguir así.

Me senté en la cama y coloque mi cabeza entre la piernas trataba de respirar, de pensar, de tomar decisiones correctas, que no me hicieran daño a mi ni a nadie más.

Tenia que seguir viviendo, sobreponerme a todo esto, entonces sentí paz en mi alma, ideas de todo lo que quería lograr emanaron en mi mente.

Me dije que mi futuro no estaba trazado que yo era el único que
Podía definir mi destino, así que me levante termine de vestirme y salí rumbo a mi nuevo destino.

- Dorian a donde vas, que has decidido. Pregunto mamá muy ansiosa mientras salia de mi habitación.

- Tienes razón mamá, debo tomar las riendas de mi vida y ya tome una decisión...

- A que te refieres hijo...

- Ya lo sabrás, ahora dime en donde esta Paloma...

- En su habitación... Pero no esta muy bien.

- De que hablas mamá.

- Entra ella quiere hablar contigo, de echo en este momento iba a buscarte a tu habitación.

Cuando entre en la habitación vi a Paloma en pijamas llorando, con el vestido de bodas enmarañado.

- Paloma que te sucede, le pregunte poniéndome de rodillas en su regazo.

- Dorian, dijo con voz temblorosa, yo... Yo. Hizo una pausa y se echó a llorar en mis brazos.

- Tu que, dime que te pasa..

- Dorian lo lamento mucho pero no puedo casarme contigo.

- De que hablas.

- No puedo casarme con alguien que no me ama.

Por un momento no supe que decir, yo no sabia ni que decirle.

- Yo no se...

- Dorian calla, mira yo pensé que con el tiempo tu podrías llegar a amarme como la amas a ella.

- No se de quien hablas.

- Calla dije, y continuo limpiándose las lágrimas, pero cuando la conocí y verlos como se miraban, como tu la mirabas con  la disposición de morir por ella.

Trate de interrumpirla pero puso su mano en mi boca.

- Y ella.. Te miraba con devoción y dolor de perderte y pensé como pudo ayudarnos a tu mamá y a mi con los preparativos de la boda y entonces llegue a una conclusión, ella te ama más que yo, y no puedo quitarle el amor.

Paloma callo por un momento mientras mi cabeza daba vueltas pensando en todo lo que me decía.

- Entonces estas terminando conmigo, logre decir.

- Claro! Que más, Dorian reconquistala, yo se que a su tiempo regresara a tu lado y serán felices.

No podía creer lo que me estaba pasando, el destino me hizo una jugada que no tenía planeada.

Mamá se hizo cargo de despedir a los invitados, devolver regalos y todo eso.

Yo fui al aeropuerto a dejar a Paloma ella regresaría a su trabajo que tanto amaba y que por un momento iba a dejar por mi.

- Dorian cuidate y dale mis saludos, dijo con ojos traviesos y una gran sonrisa.

- Cuidate y gracias.

Fue lo único que pude decir, ella se fue y yo haría algo diferente con mi vida, empezar de cero en todo: amor, trabajo, todo.

Así que subí al auto y comencé un nuevo viaje...

Aprendí que los errores por así decirlo te ayudan a madurar y crecer, lo malo no es cometer errores si no quedarte en ellos y sufrir por que no tienes el valor de hacer algo mas..

Voy sobre el camino largo lleno de obstáculos que me ayudaran a ser un mejor yo.



Inesperado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora