—No está tan muerta supongo, al menos contigo. A veces...— comenzó algo avergonzado— A veces tengo la sensación de vivir recuerdos, pero sólo los tengo cuando estoy contigo— confesó—. ¿Nosotros realmente fuimos íntimos o me estoy volviendo loco?— se atrevió a preguntarle, inseguro de cómo reaccionar a su respuesta, fuera como fuese.
Nathan no le podía ver, pero el rostro de Alain era un completo poema. Sus manos temblaban un poco, no se podía creer que realmente empezara a recordar momentos de su pasado, ¿pero cuáles?
—...Sí, lo fuimos— decidió contestar después de un minuto de silencio.
Adam, quien estaba atento a la conversación trató de respirar profundamente, con la intención de mantener la calma.
No es lo que Alain le hubiera preferido decir, pero dado que le había preguntado y ya no le importaba qué podría pasar después, simplemente se lo dijo. La respuesta de Nathan fue abrazarle con mayor fuerza.
—Lo siento tanto, Alain, realmente he sido un desgraciado contigo— se disculpó mientras apoyaba su cabeza en la nuca del pelinegro.
—No te disculpes, ya da igual el trato que hayas tenido conmigo— contestó sin emoción.
—¡Claro que importa, Alain!— se apresuró en responderle, separándose de él para hacerle girar y verse directamente cara a cara.
—... ¿Y ahora qué haces?— dijo anonadado.
—¡Escúchame bien!— le ordenó Nathan— Quiero que me cuentes mi pasado, mis recuerdos, pero primero tengo que saber que estás bien. ¡Vuelve a sonreír, estúpido!
Ambos intercambiaron miradas fijamente. Alain, quien no demostraba ilusión alguna sintió como si se le encendiera una bombilla.
—Al fin y al cabo sólo te has acercado a mí aprovechando que Theo no estaba para que te contase tu vida, ¿eh?— suspiró resignado.
—No... no me refería a eso, Alain. Yo sólo quería animarte por lo sucedi--— trató de rectificar las palabras del pelinegro, pero éste le calló.
—No me mientas Nathan— dijo con una amarga sonrisa—. Siéntate, probablemente ésta sea la última vez que hablemos, te lo diré todo y así estaremos en paz— tocó el asiento donde le había invitado a sentarse.
Nathan quería hacerle entender que ahora no pretendía ir de interesado, que sólo quería apoyarle y agradecerle su ayuda para que Theo no los echara, pero Alain no quería oírle, parecía estar deseando decírselo para olvidarse de él.
Temeroso, se sentó a su lado e incómodo esperó que Alain le hablase.
—Alain, yo no he venido aquí para que me cuentes lo que me ha pasado, he venido aquí porque quería animarte y darte las...
—Nathan, da igual el motivo por el que hayas venido— le interrumpió—, déjame que te cuente sobre ti y así estamos en paz.
—Nunca ha sido necesario por tu parte...
—Si te digo la verdad, no sé por dónde empezar, ¿sugerencias?— ignoró a Nathan.
—...— Nathan se dio cuenta de que no le volvería a hacer caso a menos que hable sobre su pasado, cosa que hace unos días estaba ansioso por saber. Suspiró resignado y comenzó a preguntar—¿Cuándo nos conocimos?
