Nathan con cautela abrió la puerta de conserjería y por suerte no había moros en la costa, un momento perfecto para salir por patas en busca de Alain y Caroline.
-N-Nathan... ¿qué haremos? No parecían querer tomar el té con nosotros...- dijo insegura detrás de él.
-No lo sé... De todas formas buscan a tu amigo, y no sé si a ti también...- esas palabras no aliviaron a la chica de las pecas, que le miraba desilusionado- ¡Pero...! Encontraremos una solución, seguro- dijo nervioso para salvar la situación.
-Tengo una pistola...- dijo con una voz tétrica. Nathan tragó saliva asustado- Pero yo soy incapaz de usarla, no me imagino usándola contra personas...
-N-no nos precipitemos, podemos encontrar una solución sin necesidad de llegar a ese punto... O eso espero...
El largo pasillo que daba con las escaleras estaba desierto y no se escuchaba nada. Pero, cuantos más pasos diesen, mayor era el sonido de aquellos zombies, y el grito de unas víctimas. Se detuvieron al girar la esquina, que estaba repleto de esas cosas que apestaban a perro muerto. Ambos retrocedieron. Sabían de sobra que el camino no sería fácil aunque lo pareciese.
Efectivamente, estaban devorando a unas chicas que suplicaban por sus vidas.
Jade saca una pequeña libreta y un lápiz y empieza a escribir algo en ella:
"Ellos se guían por el sonido y el olfato, debemos distraerlos porque son demasiados. ¿Tienes algo para arrojar?"
Nathan busca inquieto en sus bolsillos, pero sólo encuentra en ellos un lápiz y unas monedas. Jade asintió indicando que era más que suficiente y vuelve a escribir.
"Ahora lánzalo lo más lejos posible, tú tienes más fuerza que yo"
El rubio prepara su hombro lesionado para lanzar lo más lejos posible. Se acerca con cuidado y gira su tronco para que la distancia sea mayor, mientras extiende su codo al finalizar el movimiento. Todo iba bien, si no hubiera sido por el quejido que soltó al forzar su hombro que llamó más la atención que el lápiz.
Oh, mierda, no me jodas- pensaron a la vez los dos. No se lo pensaron dos veces para salir corriendo de aquella horda hambrienta.
-¡¡UAAAJHDGGG!!- se escuchaba detrás de ellos, atormentándolos más.
-¡Joder, debí utilizar el otro brazo!- dijo frustrado.
-No es momento para quejarse ahora, debemos escondernos en conserjería de nuevo, quizá nos pierdan de vista.
-Entonces no tendríamos salida y puede que incluso nos pillen, no pienso correr ese riesgo, debemos rodearlos.
-B-bueno, hay una manera de evitarlos, pero no sé si podremos...- dijo Jade asustada.
-¿¡El qué!?- dijo desesperado.
-Debemos ir a un sitio seguro con una de esas cosas. Como ellos se guían por el olfato debemos... ¡Puaj!- dijo asqueada.
-Que dé asco es lo menos importante. Regresemos a conserjería con una de esas cosas.
Jade volvió a asentir y aceleró el camino con seguridad. Nathan viendo que se quedaba atrás empezó a acelerar, pero perdió de vista a Jade.
Joder, ¿otra vez pierdo a alguien de vista?- pensó Nathan frustrado.
Para cuando había girado la esquina justo enfrente de conserjería, Jade tenía sujetando uno ya muerto del todo. Nathan le sorprendió un poco, pero no tanto como la horda que se aproximaba. Con prisa se metió dentro del salón junto a Jade.