La comida fue bastante tensa. Apenas nadie habló durante aquel tramo de tiempo después de aquel susto, y sólo Caroline se atrevió a romper aquel incómodo silencio.
—Creo que deberíamos volver allá—dijo mirando su plato bastante seria. El resto la miraron sorprendida, salvo Dallas, que la miraba molesto.
—¿Tú estás loca?—preguntó en un tono irritado.
—P-pero si alguien pudo llamarme una vez ¿por qué no podría hacerlo otra vez?—preguntó asustada de la respuesta que le podría dar—¡Además, si alguien es capaz de hacer una llamada seguro que viene de un grupo grande o con muchos recursos! ¡O incluso militares!
—¡Cómo coño te van a llamar si el mundo se ha ido a la mierda!¡Tú te lo has inventado, loca!—dijo aún más irritado el peliblanco.
—Caroline tiene razón—opinó Jade. Dallas la miró bastante incrédulo—.Quizás deberíamos mirar.
—¡Claro!—dijo más animada la rubia—Si me lleváis con vosotros os mostraré el camino que hice.
—De eso ni hablar—se opuso Nathan—.Si realmente vamos a salir sólo dinos la dirección, a saber lo que podría pasarte fuera.
—¿Pero por qué? Sé cuidarme sola, si antes pude ahora también—se defendió.
—De todas formas irás acompañada, ¿no?—agregó Alain interesado.
—S-si alguien quiere venirse conmigo...
El silencio volvió a apoderarse de la sala nuevamente, como señal deque nadie quería salir.
—Bah,será sólo comprobar una tontería, ¿no?—saltó Luke—Cuenta conmigo—dijo despreocupado. Su hermano David también quería ir con ella,pero la madre le detuvo.
—No pienses que irás sin mí, yo también voy—dijo Nathan preocupado por su novia.
—Y yo, porque no me fío de ti—se añadió al grupo Dallas mirando fijamente a Caroline.
—Entonces supongo que yo también iré...—dijo Alain.
—No,mejor quédate tú aquí por si pasa algo—le detuvo Dallas.
—¿Cuándo nos vamos?—dijo ilusionada Caroline.
—En cuanto comamos—finalizó Dallas.
Dallas comenzó a comer rápido y el resto de los futuros exploradores también lo hicieron así. Era invierno, así que no les convenía tardarse mucho, ya que anochecía antes y encima hacía más frío.
Terminaron de comerse los patos y se prepararon para salir de la frontera que les separaba de la seguridad de cualquier tipo de amenaza-. Nathan aún sin estar convencido de que su novia saliese al exterior después de aquel susto, pero ella no quería echarse atrás. A un momento de salir todos apareció Alain.
—¿Seguro que está bien que no vaya?—preguntó el pelinegro.
—Todo está bajo control—respondió Dallas.
—Necesitamos a alguien que sepa defender esto por si pasa algo, contamos contigo—le sonrió Nathan. Inmediatamente Alain esbozó una sonrisa algo sorprendido porque fuese él quien le dijera eso y asintió.
—¡Claro!—dijo alegre—Que os vaya bien.
Todos asintieron y se marcharon. Caroline no perdió el norte y tomó la mano de Nathan con delicadeza, la cual el rubio correspondió al instante. Alain sabía las intenciones de la chica, ya que le miró de reojo y soltó una pequeña sonrisa maliciosa.