This Town »N.S«

Parte 16

Por la noche, Harry estaba sacando la ropa de su maleta y Niall lo miraba sentado desde la orilla de la cama. –Mañana, me gustaría que saliéramos a dar un paseo– Dijo Harry mirando a Niall por un momento antes de seguir desempacando. –Esta bien, pero, dime, ¿te sucede algo?– Preguntó el rubio ladeando un poco su cabeza. El rizado negó, se colocó el pantalón de su pijama y después se recostó en la cama.

–Styles, ya dime, ¿qué sucede?– Preguntó Niall nuevamente acariciando su rostro con las yemas de sus dedos. –Tengo miedo, Ni– Susurró Harry mirando hacia otro lado que no fuera Niall. –¿De qué?– Preguntó el rubio esta vez un poco más preocupado. –Tío George dijo que esta era la última vez que podría venir a verte... Y, yo temo... Temo que tú me olvides, que encuentres a alguien más, yo no quiero que alguien más te tenga– Susurró girándose para darle la espalda al ojiazul pero este rodeó su cintura con uno de sus brazos. –No debes tener miedo, si tú no puedes venir, entonces yo iré a verte, no te prometo que será todos los meses, pero si te iré a ver, además, yo soy tuyo... Nadie más que tú me hace sentir mariposas en el estómago– Susurró cerca de su oído dejando varios besos en sus mejillas.

Después de esa pequeña charla, Niall se quedó profundamente dormido, pero Harry miraba el techo detenidamente, Niall decía que era suyo, pero aún eran tan jóvenes, tan pequeños que tenía miedo que el día en el que Niall dejara de ir a verlo fuera porque había encontrado a otra persona. Suspiró y se aferró al pequeño rubio que se encontraba a su lado, si algún día debía irse, al menos esos instantes los pasaría con él.

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A la mañana siguiente, Niall despertó solo, como todas las veces que Harry estaba ahí, dejó salir un suspiro y negó, siempre que necesitaba un beso de él por las mañanas, él nunca estaba.

Se vistió, bajó las escaleras y ahí estaba su chico de rizos hablando animadamente con su madre, ella reía por las cosas que Harry decía y eso lo hizo sonreír. Al llegar a la cocina, rodeó el cuello de Harry con sus brazos por detrás, este se sobresaltó un poco y después sonrió al mirarlo. –Buenos días, dormilón, llevamos aquí al rededor de treinta minutos esperando a que despiertes– Dijo su madre con una sonrisa. Niall rió y se unió a ellos en el desayuno.

Toda su tarde la pasaron en la sala de estar viendo una que otra película, Harry abrazaba a Niall y este tenía su cabeza recostada en su pecho. Ambos estaban disfrutando del último día que Harry pasaría ahí.

Ya habían hablado con su madre sobre el pequeño problema de las visitas y ella accedió a que Niall lo visitara, solo en temporada de vacaciones.

Y el plan se escuchaba bien, pero a veces, las cosas no siempre salen como uno quiere, y eso era lo que siempre les pasaba a ellos, el destino siempre estaba en contra de sus planes y sobre todo, en contra de su felicidad.