This Town »N.S«

Parte 21

La madre de Niall dejó entrar a Harry no muy convencida, el rubio bajó las escaleras y se sentó en uno de los sillones mientras que el rizado hacía lo mismo. Ambos se miraron por un buen tiempo hasta que Harry decidió hablar.

–De verdad lo siento, eso fue algo que no debiste ver, pero fue Jake quien se abalanzó  para besarme, lo juro, Ni– Dijo Harry hablando muy rápido para su gusto. Niall lo miró y se cruzó de brazos. –Y... Tú no hiciste nada para separarte, ¿o si?– Preguntó el rubio elevando una de sus cejas. –Y-yo... B-bueno... No– Murmuró el rizado bajando su mirada. –Si, eso fue lo que creí– Dijo Niall pasando sus propias manos por su cuello quitando el collar que Harry le había dado antes de irse a Estados Unidos, se puso de pie y lo extendió hacía él. –Toma, ya no necesitaré esto– Harry lo miró con miedo y negó repetidas veces. –No no no, eso es tuyo, es para que me recuerdes...– Niall sonrió amargamente y dejó el collar sobre una de las piernas del contrario. –¿Recordarte? Lo que quiero ahora es olvidarte, así que toma tu tonta promesa y fuera de mi casa– Dicho esto, Niall salió de la habitación y subió a la suya de nuevo.

Harry tomó el collar y salio de casa de los Horan, lágrimas solitarias bajaban por sus mejillas, ¿cómo fue que en solo un día perdió lo que había cuidado durante un año? Eso era lo que se preguntaba Harry al estar en camino al aeropuerto para regresar a casa. Antes de abordar el avión llamó a su tía diciéndole que todo había sido un fracaso y que estaba de regreso.

Cuando Harry llegó a su casa, subió a su habitación y se encerró. Arrojó el collar que anteriormente era de Niall, comenzó a patear cuanto objeto se le atravesaba mientras gritos de impotencia salían de su garganta. Después de eso, se dejó caer en su cama e intentó abrazarse a sí mismo, estaba roto como jamás lo había estado antes.

Su tía llamaba frecuentemente a su puerta para cerciorarse de que estuviera bien, aunque jamás obtenía respuesta.

Pasaron los días y Harry no se había presentado en la escuela en una semana, Jake se preocupó y fue hasta su casa pues de verdad quería saber como se encontraba su amigo. Al llegar a la casa, dio un par de toquidos, el tío de Harry lo recibió y le indico que Harry estaba arriba en su habitación, el pelinegro asintió y se dispuso a subir las escaleras. Como ya era costumbre, solo abrió la puerta de la habitación y se llevó una gran sorpresa al ver la manera en la que Harry se encontraba.

–Dios mío, Harry, ¿qué demonios te sucedió?– Preguntó el chico en un susurro sentándose en la orilla de la cama de Harry. –¿Quién te dejó entrar?– Preguntó el rizado sorbiendo su nariz sin apartar las sábanas de su cabeza. –Tu tío lo hizo, ahora responde tú– Respondió el ojiazul con una sonrisa un poco pequeña. –Niall me mandó al diablo... Tal vez ahora estés contento– Dijo el ojiverde destapándose para mirar a Jake con molestia. –¿Por qué lo estaría? Si, me gustas y si, estaba celoso de tu novio, pero, vamos, ¿fue tan torpe como para dejarte?– Preguntó el pelinegro aún sin poder creerlo. –Si, lo fue... Tal vez ya estaba aburrido de mi– Murmuró Harry bajando su mirada mientras más lágrimas bajaban por sus mejillas. Jake se acercó y limpió estas para después besar su frente. –No creo que haya sido eso, pero si no te quiere ver, tal vez debas darte una oportunidad con alguien más...– Dijo Jake mirándolo con ternura. –¿Alguien como tú?– Preguntó el rizado con una sonrisa que más bien parecía una mueca. –Yo nunca dije...– Y Jake se vio interrumpido por un par de labios contra los suyos.

Si, Harry se sentía como el infierno, y si, Harry extrañaba a Niall con todo su ser. Pero si el rubio no lo quería ver más, ¿qué más podía hacer?

Al principio se sintió mal por utilizar a Jake para olvidar a Niall, pero después, llegó a la conclusión de que podía llegar a querer al pelinegro.

Así que con todo el dolor de cada una de las piezas de su roto corazón, se vio obligado a seguir adelante con alguien que no era Niall.