Parte 12

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Harry seguía recostado al lado de Niall, aunque había despertado unas horas atrás no se había dignado a levantarse, prefirió  observar al bello rubio a su lado, la manera en la que parecía un verdadero ángel  le causaba demasiada ternura, pero esa escena no duraría mucho, con cuidado se levanto y comenzó a buscar su ropa, se vistió rápido y después salió de la habitación de Niall, su madre también dormía así que salió silenciosamente de la casa.

Al llegar a la suya propia, pudo ver a su madre recostada en el sillón, sonrió un poco y se acercó a ella, estaba dormida con una botella en su mano... Y unas pastillas tiradas en el suelo... Y esa fue la señal que puso alerta a Harry, movió frenéticamente el cuerpo de su madre pero no hubo ninguna reacción, ni si quiera un quejido. Las lágrimas se abrieron paso por las mejillas del rizado y se aferró a su madre. –Eres una egoísta... Hasta tu último momento solo pensaste en ti y en tu maldito dolor..– Susurró el ojiverde con enojo y con dolor en sus palabras. –Y ahora... ¿Qué se supone que haré?– Se puso de pie, limpió sus ojos, tomó su celular y llamó a emergencias.

Mientras tanto, el pequeño rubio se había despertado por el ruido que había afuera, de pronto reparó en que ahí no se acostumbra hacer ruido, miró a su lado y notó que Harry se había ido, suspiró y pensó "Despierto para besarte y no hay nadie allí..." sonrió de lado y se levantó de la cama para ver qué era lo que sucedía ahí afuera y vaya que se llevó una terrible sorpresa.

Una gran ambulancia estaba estacionada fuera de la casa de Harry, un par de paramedicos sacaban en una camilla lo que parecía un cuerpo cubierto con una sábana, después salió una persona junto con Harry del hombro, el rizado firmó un par de cosas y subió a la ambulancia para después partir de su casa. Eso no podía ser nada, para nada bueno.

Se vistió rápido y salió de su habitación rápidamente. –¿A dónde vas tan temprano?– Preguntó su madre desde la cocina. –Algo pasó mamá... Algo en casa de Harry y yo, tengo que ir al hospital, por favor– Rogó el pequeño a su madre, esta se asustó un poco y asintió. En menos de lo que esperaban, Niall ya se encontraba preguntando en recepción por el apellido Styles, a lo que la enfermera encargada señalo a un chico castaño acompañado por un señor de mediana edad, otro chico castaño y un chico pelinegro un poco más joven que los otros dos.

Se acercó a paso lento y pudo notar que se trataba de Harry con Louis, Peter y el hombre que jamás había visto, justo después una señora muy parecida a Louis se acercó a ellos con una taza de café para Harry quien la recibió con una triste sonrisa y después su mirada conectó con la del ojiazul, sus ojos verdes se aguaron nuevamente y bajó su mirada. Niall se acercó completamente y sin importarle las demás personas, abrazó a Harry con fuerza, como si intentara mantener todas sus piezas juntas y que estas no se cayeran.

–Mi madre... Perdí a mi madre, Ni...– Susurró Harry con voz rota llorando sobre el hombro de Niall, este lo abrazó aún más fuerte y besó su mejilla. –Lo siento tanto... Pero no estás solo, estamos contigo, yo estoy contigo...– Susurró el ojiazul mirando los ojos verde claro de Harry, el brillo en ellos se había ido. Sabía que su relación con su madre no era la mejor después del accidente de su padre y su hermana, pero él la amaba, ella era su única familia, y ahora ya no le quedaba nada. El rizado le dedicó una triste sonrisa y sorbió su nariz para después limpiar sus lágrimas con la manga de su suéter.

–Cielos, olvidé presentarte, él es Dan, el padrastro de Lou y ella es Johannah, su madre– Susurró señalando a las personas mencionadas, Niall sonrió un poco y les dio la mano a ambos. –Ellos son las personas más cercanas a mi familia, por eso están aquí– Susurró Harry nuevamente, Niall asintió y tomó asiento al lado de Harry.

Las horas pasaron y después de que los padres de Louis firmaron unos cuantos papeles, la familia, Harry y Niall salieron del hospital, el día de mañana sería el funeral de la madre de Harry y él tenía que descansar un poco, la madre de Niall le había ofrecido su casa para pasar la noche, pero él se negó, necesitaba un tiempo a solas. Aunque, claro, Niall no se apartaría de él, así que Niall durmió en casa de Harry.

Y ese día, Harry había perdido algo más que a su madre, había perdido lo que le quedaba de familia y es que eso no era todo.

A causa de que él había quedado huérfano a tan poca edad, tendría que estar con sus tíos que eran sus tutores legales. La tía Jean y el tío George eran muy amables y amaban al pequeño Harry, pero ese no era el problema, el problema era que ellos vivían en el otro lado del mundo... Harry no quería irse a América, no quería dejar Londres y mucho menos quería dejar a Niall.

Pero a veces el destino es cruel, no siempre te da lo que quieres, y cuando lo hace, también te da un par de obstáculos para que lo consigas.

This Town »N.S«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora