Parte 34

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Harry y Niall permanecieron sentados debajo del gran roble, Niall entre las piernas de Harry y este último con su cuello escondido en el cuello del rubio.

Niall levantó su mirada hacia el rizado y sonrió amplio, extrañaba estar entre sus brazos como más que su amigo, Harry lo miró y besó su mejilla.

–¿Recuerdas nuestro primer baile?– Preguntó el ojiazul sin borrar su sonrisa, el ojiverde sonrió amplio y después asintió. –Como olvidarlo, fue en invierno y fue una de mis fechas favoritas– El rubio se sonrojo y bajó su mirada hacia las manos de Harry que rodeaban su cintura. –También fue una de las peores...– Niall hizo una mueca y miró los dedos de Harry para después tomar estos entre sus manos. –Si... También una de las más tristes...– Susurró el castaño, Niall se apartó un poco de él y dejó salir un suspiro.

–La extrañas, ¿verdad?– Preguntó el rubio en un tono de voz bajo. –Como no tienes una idea... A veces, me gustaría saber como hubiera sido todo, si yo no me hubiera mudado a Estados Unidos, si ella no hubiera muerto...– Murmuró el ojiverde jugando con el césped debajo de él. –Probablemente no estaríamos aquí ahora...– Susurró Niall mirando al chico frente a él. –Tal vez estaríamos en distintos caminos...– Susurró Harry sin mirar al rubio. –¿Por qué en caminos diferentes?– Preguntó el ojiazul con curiosidad buscando la mirada de su novio.

Él sabía que su relación no era la más hermosa mientras estaban en Londres, pero a pesar de todo, él sabía que sus destinos estaban entrelazados, de no ser así, ¿por qué después de siete años se habían encontrado de la manera más bizarra de todas?

Harry, después de unos minutos que parecieron horas, lo miró con una mueca. –Mamá no me hubiera permitido siquiera llevarte a casa, y mucho menos que tuviera relación contigo...– Eso fue un golpe ligeramente duro para Niall, lo miró y después lo abrazó sin decir nada más. Sabía que sus pensamientos no eran los correctos porque se trataban de una persona que ya no estaba entre los vivos, pero muy en el fondo de su corazón, estaba feliz de que la madre de su chico estuviera muerta.

No era cruel ni mucho menos le guardaba rencor a la madre de Harry, después de todo, su chico se había encargado de contarle las cosas buenas de ella, aunque no hacía falta que dijera las malas, el rubio sabía perfectamente que la progenitora de su amado chico de rizos y ojos verdes no era precisamente un ángel.

Esa noche fue así, volvieron a casa de Harry y contaban historias de cuando eran solo unos pequeños de 13 y 14 años, y aunque Harry intentaba hacer que la conversación de hace unas horas quedara en el olvido, sentía que Niall estaba pensando mucho en algo. Ese algo tal vez era el asunto de su madre, y tal vez, solo tal vez el rizado se arrepintió de haber hablado de más en ese momento.

This Town »N.S«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora