Parte 6

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Después de su pequeña demostración de amor detrás de la escuela, ambos regresaron a sus casas tomados de la mano, Harry le contaba una que otra tontería a Niall para que este riera, la verdad era que amaba ver como sus ojos se achicaban y esa risa tan peculiar estallaba cuando algo le causaba gracia.

Al llegar a su vecindario, Niall miró hacia ambos lados como si cuidara que nadie estuviera al rededor, después miró a Harry con una sonrisa, tiró de su mano hacia él y le dio un beso corto en sus labios. –Ve a casa, cambiate y te veo en mi casa, recuerda que hoy es lunes de merienda sorpresa– Dijo el pequeño rubio sobre los labios del rizado, este sonrió y asintió, dio un beso a su mejilla y después caminó hacia su casa.

Su sonrisa sin duda sería algo que ni su madre podría borrar, o al menos eso creía. Al entrar a su casa, su madre estaba sentada en el salón, Harry ladeó su rostro un poco y se acercó a su, (por sorpresa), sobria madre. –¿No deberías estar arriba con tus amigas las botellas?– Preguntó Harry sentándose al lado de su madre. –¿Tú no deberías decirme a donde vas por las tardes después de clases?– Preguntó en respuesta su madre mientras jugaba con una pastilla. –Yo pregunté primero– Respondió Harry elevando una de sus cejas. –Quería ver si tan si quiera llegabas a casa después de clases– Respondió su madre para después encogerse de hombros. –Claro que vengo a casa, pero tu estás demasiado borracha como para notarlo– Murmuró Harry dejando su mochila en el piso. –Bien, tu turno de responder– Dijo su madre mirándolo. –Voy a casa de los vecinos, solo es una madre soltera con un niño de 12 años... Son agradables y el pequeño va conmigo en la escuela, así que después de clases voy a comer con ellos– Explicó Harry aflojando la corbata de su uniforme, su madre iba a decir algo pero el timbre del teléfono de Harry la interrumpió. –Me gusto el interrogatorio, pero la señora Horan me espera– El rizado se puso de pie y subió las escaleras que lo conducían a su habitación.

Niall al llegar a su casa, brincó de alegría, Harry gustaba de él y viceversa, el pequeño era tan inocente que no midió las consecuencias de contárselo a su madre. –¡Mami, tengo que contarte algo!– Gritó el pequeño rubio dejándose caer en uno de los sillones de su sala. –¿Qué sucede, Ni?– Preguntó su madre entrando a la sala mientras limpiaba sus manos con un paño de cocina. –¡Le gusto a Harry!– Soltó Niall con emoción en sus palabras, su madre lo miró seria, se sentó en el apoya brazos del sillón y aclaró su garganta para que su hijo le prestara atención. –¿Le gustas a Harry? ¿Harry es gay?– Preguntó su madre. –Creo que si, pero eso que importa, ¡le gusto mami!– Respondió Niall tapando su rostro con una almohada. –¿Y a ti te gusta él?– Preguntó su madre elevando una de sus cejas. –Me gusta, si, y mucho– Dijo el ojiazul mirando a su madre con una sonrisa. –Niall... Sé que te he dicho que nosotros somos una familia liberal... Pero, eres pequeño, ¿estás seguro de lo que sientes? ¿No es algo pasajero?– Preguntó su madre un poco preocupada. –No es pasajero, mamá, lo sé... Me gusta estar con Harry y a Harry le gusta estar conmigo, me besó, le gusto, me gusta y sé que no es pasajero– Dijo Niall a la defensiva, su madre asintió y se puso de pie. –Llamaré a Harry, ¿vendra a comer?– Preguntó su madre, Niall asintió y la señora Horan le envió un mensaje.

Harry ya estaba listo, su madre estaba en la parte de arriba, de nuevo con sus botellas, el chico rizado salió de su casa, se dirigió a la de Niall y el pobre ojiverde no se imaginaba la sorpresa que le tenía la señora Horan además de la merienda.

This Town »N.S«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora