Capítulo 27

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Mikhaela viviría con su mama, pero estaría con Alesandro cada vez que ella lo deseara, la mantenía totalmente, estaba pendiente de ella todos los días.

Fiorella miraba la cruz que tenía Alesandro cubriéndole el cuello, que era la misma que ella tenía en la muñeca.

Una cruz en una y en la otra un ancla.

— Confieso que me encanta como se te ve la cruz en el cuello, es súper sexy— admitió.

— Y a mí me encanta como te ves desnuda en la madrugada y no por eso te perturbo el sueño— gruño molesto.

Esos días Alesandro había cambiado radicalmente, ya no sonreía ni reía, solo con sus hijos, con ella y con Mikhaela.

Era un verdadero Jefe, ya no era el mismo, era un hombre totalmente diferente de la puerta para afuera.

— Ale— susurro abrazándolo—, Ale, cariño— lo llamo— Aleksandro— lo llamó con firmeza. No acostumbraba a llamarlo así pero la situación lo ameritaba.

—¿Que demonios quieres?— Fiorella le tomó el rostro entre su mano y lo sostuvo con firmeza.

—Te voy dejar algo claro Alesandro — lo miro con rabia—, yo no soy tu maldita empleada, ni mucho menos tú sirvienta, soy tu jodida esposa, merezco no me trates de esa manera ¿sabes?— la miraba con frialdad—. Deja de mirarme así, tú no eres así, no me parece que me trates mal por todo lo que te ha caído encima.

Alesandro se levantó y encendió un cigarrillo en el balcón. Fiorella se paró a su lado mirando todo desde ahí.

— ¿Crees que no me doy cuenta de cómo te estoy tratando?— susurró—. Tengo que reformarme, Fiorella, soy el Jefe. De una de las mafias más putamente crueles y temidas del mundo. Ya era poderoso, pero ahora todo el mercado negro está en mis manos, puedo hacer lo que quiera. Nadie se quiere meter conmigo.

Fiorella miró sus anillos en los dedos, no se los podía quitar, solo en la noche al dormir.

—¿Qué harás con la empresa?— Alesandro nego.

—Iré en las mañanas y en las tardes cuando pueda y tenga obligaciones importantes, de lo contrario irás tú.

—Puedo cambiar mis horarios en la clínica y ayudarte en la empresa— le dijo sonriendo—. De lo más importante de la empresa te encargas tú, yo iré en las tardes y tú en la mañana, así las tardes las dedicas a los negocios.

—En las mañanas Fabio estará al pendiente de los negocios, Alex pasará a estar pendiente de todo en Francia con la ayuda de Daniela.

Fiorella asintió complacida. Alesandro le tocó el anillo de oro puro que llevaba en el dedo y sonrió.

—Se ve raro en tu mano, es mucho poder para un ser tan pequeño— la miró cariñoso—. Esta noche es la reunión y necesito que te vistas lo más hermosa posible que puedas, deberás ponerte los otros dos anillos.

Fiorella iba de la mano con Alesandro, entro al Club donde lo juramentarian. Entro y les ofrecieron una copa, Fiorella la tomo con la mano donde tenía el tatuaje de la Familia.

Todos miraban su tatuaje y los anillos que tenía en los dedos. Alesandro hablaba con gente y halagaban a la mujer que iba de su brazo.

El momento de que él se juramentara llegó, Fiorella como Prez se acercó y Fabio como Jefe Segundo también.

—Yo juro ante la Familia, que todo lo que haga será en bien de la misma, respetare y haré cumplir cada regla sin excepciones y que siempre cuidaré de la misma como Jefe— recitó Alesandro.

Amor Sin Límites ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora