Capítulo 11

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Días más tarde, 17 de Julio.

Mi celular sonó, cuatro veces para ser exacto. Lo contesté y una voz conocida se encontraba del otro lado de la línea.

—Necesito verte —me dijo.

—No es buen momento —reclamé.

—¡No me importa qué tipo de momento sea! Tienes que venir ahora mismo a mi casa, ¡ya!

—¿Qué pedo, Bárbara? —grité—. ¿Qué quieres? Dime por aquí y ya a la chingada deja de hablarme.

—No me ha bajado —dijo Bárbara.

—¿Ah neta? ¿Y por qué me quieres echar las paletas a mí? Has cogido con un chingo ¿no? ¿O es que acaso le pensabas hablar a todos con los que te has acostado recientemente para verificar de cuál de ellos podría ser el bebé? ¡No me metas a mí! Estoy seguro que el bebé no es mío.

—Todavía no sé si estoy embarazada, pero... José me dejó. Sí, piensa lo mismo que tú, dice que soy una puta. Y no quiero ir sola, si me entero que sí estoy embarazada no quiero enterarme sola.

—Pues pendejo no es... —dije y Bárbara me interrumpió.

—¡Cállate! Si quieres, yo voy por ti y me acompañas a la clínica a hacerme los estudios.

Suspiré... Fue un suspiro muy largo.

—Está bien, pero... Sólo eso ¿ok?

—Estaré ahí en media hora —dijo y colgó el teléfono.

Me paré de la cama y me metí a bañar, antes chequé la hora de mi celular: 1:00 pm y era jueves 17 de julio.

Al terminar de ducharme y cambiarme, bajé a la cocina para comer algo rápido, pero me encontré con Patricio y Ana entrando a la casa.

—¡Hola! —dije y ellos se acercaron a saludarme.

Nos sentamos en la mesa y Patricio dijo que tenían algo importante que contarme.

—¡Es una muy buena noticia! —aclaró Patricio, Ana sonrió.

—Ya tenemos fecha de parto...

—¿En serio? —pregunté contento—. ¿Y cuál es?

—¡31 de Agosto del 2014! Pero podría ser antes. Dicen que las madres primerizas tienen a sus bebés antes de lo programado la mayoría del tiempo.

—Pues, entonces... Esta pelotita ya mero explota.

—¡Sí! Ya por fin la voy a poder tener en mis brazos... —dijo Patricio.

—Estoy muy feliz por ustedes dos —dije con una gran sonrisa —Pero, ¿cómo le harán cuando la bebé nazca? ¿Te irás a casa de Ana, Patricio?

—No creo... —comentó Patricio y lanzó su vista hacia Ana, quien se encogió de hombros.

—De hecho, pensábamos que yo me viniera aquí un tiempo, mis papás no quieren... —Ana suspiró y se tapó la boca, evitando que en su voz se notara que quería llorar—. Mis papás no quieren oír a un bebé chilloteando toda la noche, mi papá, más que nada.

—Oh —dije—. No importa, a mí no me importaría escuchar a un bebé chilloteando en la noche.

—Si mi papá estuviera aquí, él estaría muy feliz por la noticia de saber que su nieto vivirá aquí —comentó Patricio.

—Sí... Papá estaría contento, lo sé... —me paré de la mesa y me serví un cereal, traté de evitar el tema.

—Ahorita, saldré —dije—. ¿Saben dónde está mi mamá?

Lo que no es para siempre (Cosas que no duran #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora