Lo perfecto termina rápido, debes de saberlo. Por lo tanto nuestro noviazgo no duró mucho. Lo siento si lo arruiné contándote desde el principio lo malo que sucedió, pero no quería engañarte, no quería que te cegaras y por un segundo pensaras que las cosas en verdad cambiaban y eran para siempre. Pasó lo de Bárbara, y Citlally se molestó demasiado conmigo. Las cosas no estaban del todo bien, de nuevo por mi culpa, era un inmaduro que no sabía lo que quería.
Cuando Citlally y yo cumplimos un día de novios, nos encontramos con las fotos que nos habían tomado sin nuestro consentimiento en el mirador. Éstas aparecieron en un portal de noticias locales con el título de: «Hija de Alberto Domínguez se pone cachonda» unas palabras para nada elegantes y que reflejaban la vulgaridad de la persona que escribió el artículo.
¡HIJA DE ALBERTO DOMINGUEZ SE PONE CACHONDA!
27 de Junio del 2014 / Monterrey, Nuevo León, México.
La hijita de nuestro queridísimo Alberto Domínguez vuelve a dar de qué hablar. Esta ocasión no se trata de nada que ponga en riesgo su integridad si no que a escasos seis meses de un suceso que seguramente le cambió la vida, se le ha visto en varias ocasiones pasándosela de lujo con un muchacho por las calles de Monterrey.
Citlally Domínguez fue captada ayer alrededor de las 8:56 pm en la famosa Asta Bandera de la ciudad de Monterrey con un joven desconocido, el cual se agachó para decirle algo seguramente sensual a la joven para después besarla apasionadamente en medio del conocido mirador. La joven no ha hecho comentarios al respecto desde que fue el terrible suceso que atentó contra su vida, en donde recibió varios golpes, una herida en la cabeza y fue violada por, según dicen las malas lenguas, narcotraficantes. Se sabe que Citlally vendía diversos tipos de drogas, y que en compañía de su padre las consumía hasta casi caer en la sobredosis. ¿Verdad o mentira? El señor Alberto Domínguez no tiene cabida en el premio al mejor padre del mundo. ¡Regresa a tu hija a la República Argentina! Aquí en Monterrey no la queremos haciendo «osos» en nuestros maravillosos centros recreativos.
Aquí las fotografías....
Citlally explotó como bomba, reclamando que la estaban difamando. Ella jamás vendió drogas, ni las consumió en compañía de su papá. No le dije nada sensual en el Asta Bandera y para nada se puso cachonda. Entendía su molestia, yo también me hubiera puesto igual que ella ese día. Su papá la regañó enfrente de mí, y nos amenazó a ambos con ponernos un guardaespaldas para que no estuviéramos haciendo cosas indebidas en lugares públicos. Citlally y yo le tratamos de explicar que no habíamos hecho algo impúdico y que sólo nos la estábamos pasando bien. Su padre no entendió y la noticia fue a dar hasta a oídos de mi mamá.
Cuando llegué a la casa después de no dormir ahí, la señora Gloria me esperaba convertida en Hulk en la sala, como esperaría tiempo después a Patricio.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó molesta.
—¿Qué cosa? —pregunté con mi cabello despeinado, sin siquiera haberme instalado de nuevo en mi propio hogar.
—¡Eres un irresponsable! Pones en riesgo el trabajo del papá de Citlally, lo que haces afecta siempre a los demás, Rodrigo
—¡Yo no hice nada! —reclamé entrando a la cocina mientras mi mamá iba detrás de mí.
—¡Y aparte, ¿qué estuviste haciendo ayer que apagaste tu celular y no llegaste a dormir?!
Me metí una galleta de un sobre que estaba en la alacena a la boca y la mastiqué lentamente mientras me volteaba con mi mamá.
—Me quedé con Citlally, pero tranquila, no pasó nada. Citlally no es esa clase de chava.
—Rodrigo —dijo mi mamá tratando de tranquilizarse—. Si su papá me vuelve a venir a contar algo que hicieron los dos y que lo mete en problema a él, te lo juro que le hablo a Citlally y ya no les doy permiso de que sean novios.
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Lo que no es para siempre (Cosas que no duran #2)
RandomCualquiera pensaría que Rodrigo es feliz con su vida. Tiene la novia más bonita de la escuela, tiene los mejores amigos, es súper popular, guapo y siempre está en las mejores fiestas. Rodrigo y la vida no se deben nada, sin embargo, ésta tiene tanta...