Capítulo 29.

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—¿¡Qué mierdas estaban haciendo!? —Alzó la voz de forma eufórica y la irá era notoria en el tono de su voz.

—Lo siento señor Park. No sabemos cómo ha pasado. —Respondió el hombre de traje. —Nos hizo creer que estaba en la alcob-.

—¿¡De nuevo!? —Interrumpió— ¿¡Me estás diciendo que un chico de 20 años les vio la cara de nuevo!? —La cara del señor Park estaba roja de furia. —¡Encuéntrenlo! —Gritó aún más fuerte.

El hombre alto y de gafas oscuras salió con rapidez del estudio.

Algo en el corazón de Chan Young le decía que si no se apresuraba algo malo ocurría a su hijo, el mismo sentimiento que invadió su pecho la noche en que su esposa fue asesinada y la sensación no hacía más que crecer.

Respiró hondo tratando de mantener la postura y se acercó al teléfono de su escritorio, marcando con decisión los dígitos.

—Tráiganlo no importa qué, no me interesa que no haya terminado su entrenamiento. —Dijo con voz firme y colgó sin siquiera esperar una respuesta.

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Pronto los pasos afuera de su oficina le avisaron la llegada del joven Kyungsoo y poco después ya se encontraba en el estudio de Park Chan Young. La expresión de este último le decía que estaba asustado, a pesar de que trataba de ocultarlo con su postura erguida pero temerosa.

El hombre con algunas canas en la cabeza se levantó sin titubeos de la silla de piel.

—Han revisado las cámaras, él sabe cómo escapar. —No se molestó en saludar, no había tiempo para ser cortés y Kyungsoo había sido informado de la situación. —¿Necesito decirte qué hacer? —Colocó ambas manos sobre el escritorio y miró fijamente al SH.

—No señor. —Respondió firme.

—Bien. —Dijo pasando su mano entre las hebras de su cabello, el ambiente tenso no hacía más que ponerlo más nervioso.—Mi escolta está a tu disposición, han comenzado a moverse pero no han sido capaces de hallarlo, haz lo que sea necesario.—Y ahora miraba la ventana que daba a los edificios de Seúl, cubriendo al mismo tiempo su boca con la mano derecha, pretendiendo ser fuerte.

—Señor Park. —Este lo volteó a ver sin decir palabra, entonces la expresión de Kyungsoo cambió a una más seria y dijo—Lo encontraré. —La mirada intensa que el SH le dedicó no cambió por lo que pudo haber sido varios minutos.

—Confió en que lo harás.

No pasó más de unos segundos cuando Kyungsoo ya estaba afuera del gran edificio.

—Sabía que era el correcto. —Dijo para sí.

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—Quiero revisar las cámaras. —Kyungsoo se encontraba en la mansión Park con un grupo de hombres que trabajaban con Chan Young como vigilantes del lugar.

—¿Qué? Ahora no hay tiempo, debemos reportarlo como perdido.

—¿Me repites tu nombre? —Preguntó Kyungsoo aun caminando por el largo pasillo y con rostro sereno, aunque en el fondo no era así. El hombre más alto que él le miró cerrando ligeramente los ojos.

—Seo In Guk. —Y el timbre de su voz cambio al responder, casi de forma desafiante y se enderezo.

—Muy bien Seo In Guk. —Dijo Kyungsoo deteniendo su paso, así mismo haciendo que el grupo a su cargo se detuviera. Ahora lo tenía enfrente y aunque era alto no le intimidaba ni un poco. —¿Saben a donde se dirigió?

—No. —Y tosió un poco.

—¿Cuánto ha pasado desde que desapareció?

—Tres horas.

—¿Crees que se puede reportar a alguien cuando solo ha desaparecido tres horas? —Kyungsoo no se había movido y las otras dos personas observaban la conversación casi temiendo interrumpir.

—No. —Y pareció dudar un poco. —No, pero es el hijo de Park Chan Young, lo buscaran.

—Exacto, lo buscaran, ¿Pero sabes quién? ¿Sabes cuantas personas aprovecharían al saber que Chanyeol está solo afuera? ¿No crees que es mucho más peligroso que si los enemigos del señor Park se enteran que su único punto débil anda por ahí sin protección? —Seo In Guk no contestó. —Si lo reportamos se hará pública su desaparición y no haría más que causarnos problemas, además el hecho de que no sabemos si hay alguien en la policía que no desee que Chanyeol sea encontrado. —No miro a otro lado que un fuera los ojos marrones del hombre alto.—Está prohibido reportar a Chanyeol como perdido, bajo ninguna circunstancia. —Observó a los otros hombres y después con quien estaba teniendo la peculiar discusión, —Señor Seo In Guk. —Reafirmó. —Está oscureciendo, debemos encontrarlo rápido.

—Entendido. —Forzó una sonrisa.

Kyungsoo no dijo más y se dirigió al cuarto de cámaras.


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