Infraganti.

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–Ah, Dios... ¡No! ¡AH!

Johnny despertó, se talló los ojitos y se quedó quieto, los quejidos de su papi volvieron a escucharse y se asustó.

¿Y si papá no estaba en casa y alguien estaba dañando a su papi? Se puso de pie y tomó uno de los tantos juguetes asgardianos que tío Thor le había obsequiado y salió rumbo a la habitación de sus papás pero no sin antes darle un vistazo a la cuna de Virginia y a la cama de Peter, asegurándose, como buen hermano mayor, que ellos estaban bien. Se quedó paralizado al oír de nuevo a su papi quejarse.

–Ay, no seas tan brusco. ¡No! Hmmmm. Oh, oh, oooooh.

Johnny corrió y abrió la puerta de la habitación, se quedó observando con los ojitos bien abiertos. Papi no estaba en peligro pero papá lo tenía del cabello mientras le propinaba una nalgada. Siendo un Stark, tuvo que hacer la pregunta.

–¿Papá? ¿Qué le haces a papi que lo haces gritar?

Por el susto al oír la voz de su hijo mayor, Steve pegó un respingo que hizo sacarle un gemido a Tony. Rápidamente se giró sin salirse de Tony y quedando sentado con su esposo encima, cubrió sus cuerpos con las sábanas. Tony estaba enfadado.

–¿No habías puesto el pestillo, Rogers?
–Lo... olvidé.

Johnny los miraba curioso y soltando su juguete corrió a subirse a la cama de sus papás.

–Escuché a papi quejarse, creí que no estabas en casa y que alguien había entrado pero –el niño se mordió el dedo dubitativo–, ¿por qué hacías gritar a papi? ¿Se portó mal y por eso le diste una nalgada?

Steve no sabía qué decir, aún estaba dentro de Tony, Tony que para vengarse por lo del pestillo movió su pelvis hacia atrás. Cabrón, pensó.

–No bebé, tu padre y yo sólo... eh bueno –dirigió su vista a la esquina de la cama y vio los calzoncillos de su esposo, ni modo, los jaló y sin ningún gesto se salió de Steve y por debajo de las sábanas se puso los calzoncillos no sin antes darle un pellizcón en la ingle a su marido–, es algo que las personas que se quieren hacen. Anda mi amor, vamos a acostarte.

Tony cargó en brazos a su hijo y salió dejando a Steve avergonzado, con unas tremendas ganas y sobándose la ingle.

No es fácil ser papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora