Zorrillo.

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Los niños amaban ir a la granja de su tío Clint y todo porque estaba cerca del bosque. Johnny a la fuerza insistía en ir a buscar bayas porque según el pequeño, era temporada.

Steve le acompañó y juntos, padre e hijo se internaron en el bosquecillo. Cuando vieron un arbusto con bayas Johnny gritó emocionado y jaló a su papá para que le siguiera. Llevaban apenas una docena de bayas cuando Steve buscó más profundo en el arbusto y Johnny pegó un gritito al ver a una mofeta lista para bañarlos en ese asqueroso hedor.

El pobre animalito se había asustado al sentir a Steve rebuscar en aquel arbusto así que se defendió al lanzar su almizcle y se fue corriendo.

El par de rubios estaban a punto de vomitar, el hedor era asqueroso y penosamente Steve no había cerrado los ojos así que parte del almizcle había entrado en sus ojos, la mirada se le puso muy borrosa y casi no podía ver nada. Johnny tomó la canasta con las pocas bayas y guiando a su padre se dirigieron de vuelta a la granja. Al llegar Steve le gritó a su esposo y a Clint.

Cuando Tony salió alarmado con su hija en brazos comenzó a reírse escandalosamente: su tonto esposo y su bello hijo bañados en pipí de mofeta, Clint tuvo que tirarse al suelo mientras se agarraba el estómago invadido por la risa.

–¿¡Pero como fue que los meó la mofeta!? –Clint decía entre sonoras carcajadas.
–¡Papá tuvo la culpa! ¡Yo sólo quería bayas! –Acusaba Johnny a su papá que estaba de rodillas en el jardín.
–Tony... no veo nada –Steve estaba asustado, Tony riendo dejó a su hija en el pequeño corral para bebés y salió tapándose la nariz – ¿Tony?
–Ya voy amor –Sintió arcadas ante tal peste –, ay por Dios cariño, ¡apestas horrible!
–Necesitan un baño en jugo de tomate –Clint seguía riendo hasta las lágrimas –, esto deben saberlo James y Sam.

Al final, Sam y James se reían viendo la transmisión en vivo que hacía Clint vía Facebook sobre como Tony bañaba a Steve y a Johnny con jugo de tomate.

–¡Tony sigo sin ver nada! ¿Me voy a quedar ciego?
–Papi ya te dijo que es ceguera temporal –Le explicó un aburrido Peter por quinta vez mientras ayudaba a tallar a su hermano.
–Chicos, deberían estar aquí, ¿verdad princesa? –Se mofaba Clint directo a la cámara, en el otro brazo tenía a Virginia que se reía –, ¡es en serio chicos! 
–¡Apoyo a Clint! –Gritó Tony con una risita y haciendo cara de asco por el olor.

No es fácil ser papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora