Flores

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Steve había ido en compañía de Johnny a la florería, había olvidado la cita que tenía con Tony y éste no le hablaba desde hacía una semana. Ni siquiera dormían juntos, Steve había estado durmiendo en el sofá de la habitación.

–Papá, ¿puedes comprarme ese ramo de flores? –Señaló un ramo sencillo de gerberas de colores. Steve sonrió.
–Está bien campeón –Pagó por los dos ramos y salieron.

Johnny decidió que quería pasar un rato en Central Park antes de ir a casa. Vio a una chica algo decaída sentarse en la banca frente a ellos y tomando una gerbera de su ramo, fue hacia ella.

–Te ves triste –Dijo el pequeño, Steve observaba atento lo que su hijo hacía–, ten ésta flor. Espero que te haga sonreír, es muy bonita igual que tú.
–Muchas gracias, eres todo un angelito –La chica enternecida le sonrió y le dio un abrazo fuerte a Johnny.

Conforme paseaban, Johnny repartía sus gerberas con las personas que él consideraba no estaban teniendo un buen día. Guardó la única gerbera amarilla para su papi.
Cuando llegaron a casa, Johnny corrió en busca de su papi y lo encontró en su taller viendo a la nada.

–Ten –Extendió la flor–, la guardé para ti. Papá también te tiene un regalo.

Abrazó a su papi y salió justo cuando Steve entraba con la cabeza gacha y el ramo de 25 rosas a sus espaldas.

–Tony, amor, ¿puedes perdonarme por olvidar nuestra cita?
–Maldita sea Steve –Tony se le lanzó a los brazos y le besó–, te he extrañado.

Johnny desde la puerta espiaba a sus papás y sonriófeliz cuando los vio darse un beso. Las flores hacían feliz a las personas.    

No es fácil ser papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora