¡PETER!

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2:37 pm. Casa de Natasha Romanoff.

Hacía un calor insoportable por lo que Peter estaba corriendo por la casa y el jardín de su tía Nat en pañales. Bruce y Tony platicaban animadamente en el porche mientras Natasha y Steve asaban carne y salchichas para la comida. Johnny estaba jugando con su pequeña hermana en la piscina de niños que muy amablemente tío Bruce había puesto desde la mañana. Peter aprovechó para intentar ir al baño y que así su hermano mayor dejara de burlarse de él por usar pañales entrenadores.

3:00 pm.

La comida ya estaba lista y Tony cambiaba a Virginia pero comenzó a sospechar al no ver ni escuchar a Peter.

–Johnny, ¿sabes dónde está tu hermano? –Preguntó Tony mientras ponía a Virginia en la trona.
–No lo sé papi –El pequeño niño rubio se sentó en la mesa esperando a todos para comenzar a comer y seguir jugando en la piscina, Tony lo vio de reojo–. Es enserio, no lo vi, yo estaba jugando con mi hermanita.
–Cuida a tu hermana –Steve le indicó a su hijo mayor y junto a Bruce y a Tony entraron a la casa para buscarlo.

Peter mientras tanto, había encontrado pañales en un paquete rosa dentro del gabinete del baño de sus tíos. Sacó cuatro y al abrirlos vio que eran muy pequeños y al sacarlos de su envoltura se dio cuenta que tenían pegamento por detrás y como forma de juego se los pegó. Uno en la frente, otro en el estomaguito, uno más cubriendo su capitancito como le decía su papi y el último sobre sus nalguitas. Orgulloso por poder jugar con esos raros pañales salió y bajó los escalones hacia la sala.

Nat había llevado el tazón con puré de papa al patio, pegó un grito al entrar cuando vio a su sobrino con sus toallas femeninas pegadas por todo su cuerpo.

–¡Mira tía! ¡Encontré pañales! –Peter se daba la vuelta bailando y sonriendo ante su hazaña.

Bruce abrió la puerta de la entrada y entró junto con Steve que al ver a su hijo con esas cosas su cara se tiñó de rojo. Tony bajó corriendo rápidamente, vio la cara horrorizada de su esposo y sus amigos y pensó lo peor.

–¡Nat! ¿Qué pasó? ¿Por qué...? –Pero Tony no pudo terminar la pregunta al ver a Peter de repente– ¡PETER BENJAMIN ROGERS STARK!

El pobre Peter hasta pegó un salto al escuchar a su papi regañarle de esa forma. Tony completamente avergonzado tomó a su hijo en brazos y mientras subía las escaleras intentaba explicarle que esas cosas no eran para niños sino para niñas.

Steve aún sonrojado corrió por un pañal limpio y mientras se perdía en disculpas para Natasha y Bruce subió a darle el pañal a su esposo.

Creo que no es necesario mencionar que esa comida fue bastante incómoda, aunque años después era una anécdota muy graciosa que siempre comentaban frente a Peter y su novio Wade.




Nota: Me pasó con uno de los hijos de mi mejor amigo. :'v

No es fácil ser papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora