La pequeña Virginia había dejado sus bloques regados en pleno corredor, cerca de las escaleras. Peter corría desnudo por toda la casa huyendo de su papi.
–¡No quiero un baño!
–¡Peter ven para acá!
–¡Que no!Peter no vio los bloques, pisó uno y resbaló dándose un golpe muy feo, como consecuencia se abrió la ceja contra el filo del escalón, dio un chillido. Tony soltó una maldición al ver la ceja de Peter sangrar.
Johnny venía saliendo de la cocina con el sándwich que había metido al horno cuando vio la escena, la sangre le aterraba, como consecuencia el plato de cerámica se rompió en pedazos y un golpe seco se escuchó cuando cayó desmayado. En esos momentos el llanto de Virginia se escuchó desde la planta de arriba.
Tony cargando a un desnudo y sangrante Peter, subió corriendo por su hija. Bajó para dejar un momento a Peter en el suelo y tomar las llaves del auto, salió corriendo al garaje para subir a Virginia que no dejaba de llorar, volvió a entrar para cargar a Peter, ponerle unos calzoncitos y dejarlo en el sillón del copiloto bien asegurado y volvió a regresar para cargar a su pesado y desmayado hijo. Ya con los tres en el coche arrancó y como alma que lleva el diablo condujo por las atestadas calles de Manhattan. Dos de sus hijos llorando y gritando mientras el otro entre que recobraba la conciencia y volvía a quedarse tumbado en el asiento. Casi choca dos veces pero lo logró, llegó en menos de cuarenta minutos a la casa de Bruce y de Natasha en Long Island en Queens. Bendito fuera su Audi A5.
Al final Peter terminó con dos puntos en la ceja, Johnny con un chichón en la parte posterior de la cabeza, una Virginia muy malhumorada y un Tony con la presión baja.
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No es fácil ser papá.
Hayran KurguAU. Pequeñas historias Superfamily. ¿El origen? Las raras manías que tienen mis bichitos (los hijos de mi mejor amigo y a los cuales cuido como si fueran míos) y las distintas situaciones que hemos pasado a lo largo de sus cuidados, además de divers...