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Agosto 2014, Digitour.

Ahí estaba ella, en medio de un tumulto de chicas y chicos que la abrazaban y se sacaban fotos con ella diciéndole lo mucho que la querían. Sonreía de forma natural y genuina, no como lo hacía ahora cada vez que veía flashes y cámaras.

- Y una foto, por favor.- le pidió un niño de unos trece, mientras le pasaba el móvil a su amigo.

- Miles de fotos si quieres.- le bromeó haciendo que este se sonrojara.

Cuando el chico de la cámara comenzó a contar, Charlotte sacó la lengua y abrazó al muchacho como si se tratara de su hermano menor.

Cuando pude salir de mi trance, recordé lo que su manager me había dicho. "¿Me haces un favor, Jack? Si ves a Charlotte dile que su presentación es en una hora y que tiene que ir preparándose." ¿Un favor, Paul? Llevaba una semana tratando de ignorarla por completo recordando lo sucedido en Magcon y me había ido de maravilla con el plan hasta que Paul Stroffer lo arruinó.

No podía simplemente no avisarle, arruinaría su show y la haría retrasarse solo porque no podía tragarme mi orgullo, no señor. Esta vez sí actuaría con madurez.

- Charlotte.- llamé despacio, rogando porque no me haya escuchado.

Ella giró sin dejar de sonreír, claro hasta que se dio cuenta de que quién le hablaba era yo. El grupo de personas alrededor de ella corrió hacia mi dirección...si, estar hablando en pleno aparcamiento del establecimiento no había sido una buena idea.

- ¡Jack, oh por Dios!

- ¡Jack, tomate una foto conmigo por favor!

Como hombre maduro en el que me había transformado hacia un par de segundos, sonreí con mis mejores ánimos y comencé a hablar.

- Oigan, les prometo que si me dejan hablar con mi amiga pellirroja un momento soy todo suyo por media hora.- todas sonrieron dejándome el paso...wow, a eso llamaba yo autoridad.

- ¿Amiga?

- ¿Están saliendo?

Ignoré de la mejor forma los comentarios y caminé en dirección hacia Charlotte, quién me observaba con una mano sobre los ojos haciéndole sombra. El día era tan soleado que su pelo lanzaba destellos, desconcentrándome en absoluto.

- Oye, Paul está llamándote.- le expliqué analizando la mirada de pocos amigos que estaba dirigiéndome.- tu show es en una hora.

- Mierda...me olvide por completo.- abrió los ojos colocando una de sus manos en mi brazo en signo de agradecimiento.- gracias.

Ella comenzó a correr como una demente por todo el aparcamiento y una pequeña risa se me escapó de los labios. No había cambiado mucho.


- Y Charlotte... vendió 70 dólares de merchandising. – sonrió uno de los organizadores del tour, quién en este momento repartía las ganancias producidas con nuestras remeras, buzos y demás.

- Staaaarbucks.- canturreó haciendo que uno de los amigos que la acompañaba se riera.- gracias, nos vemos después.

Saludó generalmente, caminando por el pasillo del piso del hotel con un muchacho muy alto que la tiraba del pelo haciéndola enfadar. Esta vez lo compartía con nosotros ya que no era una invitada especial, sino que en si era parte del tour. Jack me pellizcó el hombro, señalándomela.

- ¿Qué?

- ¿No vas a hablarle de lo que sucedió?- claro que no iba a hacerlo, ¿ por qué habría de hacerlo?

Lo tomé del brazo inmediatamente, apartándolo del grupo para poder hablar a solas.

- Jack, éramos pequeños...

- Fue hace meses.

- Cierra la boca.- lo señalé acusadoramente.- además, de seguro bromeaba. Solíamos bromear mucho juntos.

- Una broma algo genuina.- abrió la botella de agua mineral que tenía en sus manos, dándole un gran trago antes de continuar.- Matt dijo que estuvo maldiciéndote por horas en el aeropuerto.

- Bueno...me lo merecía.- reí un poco imaginándomela toda alterada.- G, sería algo súper idiota que dos de nosotros intentaran algo juntos, además es pequeña y tenemos objetivos completamente diferentes.

- Prosigue...

- Ella todavía puede vivir su vida tranquilamente, yo ya tengo mis tours y mi futura carrera de cantante en camino.- me expliqué convenciéndome así a mi mismo.- ¿Qué esperaba diciéndome eso? Nada, porque era una broma.

- Ok...si tú lo dices entonces no creo que haga daño que hagamos un par de videos juntos para promocionar el Digi.

Mis ojos se abrieron como platos, intuyendo que la sonrisa cómplice de mi amigo escondía algo que como siempre no pude descifrar. Filmar con ella y dirigirle la palabra sería muy incómodo para ambos.

- Oh no...ni loco.

Y ahí estaba, con dos bolsas de Starbucks y frapuccinos en mano, tocando la puerta de la habitación de Charlotte Hadmington con Gilinsky a mi lado, quién por su parte llevaba su cámara...si, soy muy fácil de convencer.


FAME ►|Jack Johnson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora