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Era todo. Casi todo mi año gastado en un proyecto que no se aprobaría y se lanzaría a la basura. La serie sería emitida por la televisión y encontraron algo con mayor audiencia, así que simplemente decidieron cancelarla.

Estaba devastada, la paga que me darían por haber aparecido en aquella serie se la daría a mi familia como regalo por haber tenido esperanzas en mí y ni siquiera me habían dado lo que me correspondía, me habían engañado completamente.

La primera vez que saldría en la televisión y jamás sucederá, volvería a ser un sueño imposible y lejano.

- Solo quédate ahí, Charly.- me ordenó Paul, levantándose del sillón que estábamos compartiendo en la recepción de StarStep.- voy a hacer algo al respecto.

- No hay nada que hacer, Paul.- dije sin poder contener las lágrimas.- encontraron algo mejor, les importa el dinero no nosotros.

- Quédate aquí, no les permitas verte llorar.

Mi manager se fue dejándome sola en aquel gran pasillo repleto de posters de grandes series y películas. Una vez creí que mi cara estaría en ese pasillo, colgando encuadrada con mi nombre bajo él...que estúpida.

Dos hombres corpulentos pasaron junto a mi mientras se reían. Ellos eran los que me habían quitado el programa, su estúpido canal de cocina en vivo tenía más audiencia que "living next door".

Living next door era el nombre de la mini serie donde yo actuaría. Se trataba de una chica que soñaba con ser independiente y se mudaba de su país para vivir el sueño juvenil, el caso está en que la miniserie contaría con solo un par de capítulos, cuando los olorosos cocineros en vivo tenían hasta dos temporadas...

Era obvio que me botarían.

Recargué la cabeza entre mis brazos, mientras aguardaba sentada al borde del sillón de cuero blanco de la recepción. Paul se tardaría horas, siempre hacía lo mismo cuando no conseguía lo que quería, mientras que yo me daba por vencida, manejaba hacia mi apartamento y dormía tres días seguidos...literalmente. Paul era quien me animaba a seguir cuando cosas como estas pasaban, realmente no sé qué habría sido de mi carrera sin él.

Sentí el sillón a mi lado hundirse lentamente, al compás de un tintineo de llaves que me hicieron levantar el rostro hacía la derecha.

Era Jack.

- ¿Qué...

- Me preocupe porque tardabas...- jugó con sus dedos mientras miraba hacia el suelo.- Sé que estuvo mal buscarte aquí, es decir...podría haber simplemente llamado o...

- Gracias.- susurré sin poder contener las lágrimas.- Lo siento...tendría que haberte avisado.

- No lo lamentes.- él llevó su mano hacia mi rostro, limpiando toda aquella lágrima que surcara por mis mejillas.- Y no llores por esto, podemos resolverlo sea lo que sea.

- No lo entiendes, Jack...

- Créeme, no sé qué haya pasado pero tarde o temprano lo resolverás. Después de todo eres Charlotte Hadmington y puedes con lo que sea.

Levanté mi mirada hacia la de él. Sus ojos claros se notaban firmes y seguros, no quería huir de la situación, no se sentía incómodo. De verdad había ido tras mi.

- Gracias.- sollocé tratando de aguantar todo lo que mi mente me permitía.

- Ahora, si yo fuera tú querría escupir este lugar e ir por un abominable desayuno.- él me tendió la mano, agitándola en el aire para que yo la tomara.

- Pero Paul...

- Texteale y dile que un buen amigo se encargará de ti.

¿Un buen amigo? Trate de olvidar nuestra gran discusión solo por un día, trate de creer que Jack y yo éramos los mismos que hace unos años jugaban bromas entre ellos y se confesaban cosas que ninguno de los dos le había dicho a nadie más.

Tomé su mano, sintiéndola cálida y efusiva.

- Bien, ahora escupe este lugar.

- Pero...- ¿hablaba en serio? ni ebria escupiría en la recepción de StarStep.

- Charlotte, te sentirás mejor.

- Jack, no puedo simplemente...

- Hazlo o iré por los paparazzis y les diré que pasen a tomar tantas fotos quieran.

- No harías eso.

- Sabes muy bien que si, bebe Hadmington.- 'bebe Hadmington', otro de sus muy variados apodos cuando eramos pequeños.

- No me digas bebe.

- Bueno, entonces vas a tener que escupir a la cuenta de tres...- me miró divertido...oh no.- uno...dos...¡tres!

Ambos dos escupimos el suelo, y luego una carcajada se apoderó de mi como si volviera de nuevo a aquellas épocas en las que nada me importaba.

Corrimos hacia el ascensor como dos infantes sin parar de reírnos, y tocamos la planta baja esperándolo impacientes.

- ¿Quién demonios escupió mi alfombra?

Jack me observó con los ojos tan abiertos que apreté los labios para no reír. Él volvió a tomar mi mano con firmeza y corrió por el pasillo conmigo pisando sus talones.

- ¡Que sea por la escalera!



Bueno, Jack nunca se imaginó que así sería su encuentro con Charlotte Hadmington, pero ahí estaba ella...sentada en la barra de su propia cocina.

No podía dejar de llorar, y aunque muriera de ganas de preguntarle por qué prefirió ser cortés y aguardar a que ella lo soltara. 

- No puedo creerlo.- repetía una y otra vez, mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su suéter.- En serio no puedo creerlo.

- ¿Qué sucedió exactamente, Lot?- y ahí iba su plan por la borda, la cortesía no era lo suyo.- Si prefieres no contarme...

- Cancelaron la miniserie, encontraron un canal de cocineros en vivo que tenía mucha más audiencia que la mía y simplemente le cedieron el lugar.- aunque lo haya relatado entre sollozos, Jack entendió a la perfección.- Más de medio año de trabajo, perdí medio año por esa serie, cancele shows por esa serie para que me...

Jack no aguantó por más tiempo y simplemente la acogió entre sus brazos, acariciando su cabello y meciéndola como a un bebe.

- Shh, tranquila.- la calmó.- esto pasa todo el tiempo, Lot. Las personas no ven lo talentosa que eres, solo se preocupan por llenar sus bolsillos. Tristemente, así es nuestro mundo ahora y quizá no sea la única vez que pases por esto. Pero estoy seguro de que encontraras la forma de demostrarles lo que se perdieron.

- ¿Cómo?- susurró contra su cuello.

- Siendo tú, como siempre lo he dicho.- una vez se separó de Charlotte, caminó hacia la cocina en busca de un par de ingredientes que se sabía a la perfección.- ¿Cómo prefiere los hotcakes, señorita Hadmington? ¿Salados o dulces?

- Jack, creo que es tiempo de que me vaya. – ella se paró, pero no fue más rápida que Johnson, quien se interpuso en su camino.

- No vas a ir a ninguna parte así, Lot.- alzó sus brazos simulando una barrera.- mira, voy a hacerte un desayuno porque según yo no hay nada que un desayuno no pueda reparar. Cuando termines, puedes seguir enojada conmigo y con G y gritarme que me odias por el resto de tu vida.

- ¿No es eso demasiado extremista?

- Contigo nada es demasiado extremista.- volvió a su puesto en la cocina, rompiendo dos huevos y comenzando a derretir la manteca.- Así que, ¿Matthew Espinosa?


FAME ►|Jack Johnson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora