REGRESSION - Harry Styles

II

Estaba en mi habitación, cubierto con una manta, hasta mi cintura. Estaba amaneciendo, me sentía bien, pero recuerdo que me desmayé.

Me desperecé y pronto oí golpes en la puerta. "Adelante" dije. La muchacha que estaba con Teban, ingresó.

-Buen día—Dijo.

-Buen día—Contesté. La verdad es que no entendía qué hacía aquí.

-¿Te sientes mejor? —Me preguntó.

-Estoy muy bien, gracias—Dije. Corrí mi corto cabello hasta atrás, estaba algo transpirado.

-Harry—Dijo.

-¿Si... Fran...?—Joder. Olvidé cómo seguía su nombre, ¡estúpido te ves!

-Francesca—Dijo sonriéndome, la morena. Era muy bella, siendo honesto.

-Francesca—Repetí serio.

-Me preguntaba si querías que te prepare un baño. Anoche estabas muy pálido y tu piel se enfrió en cuestión de segundos. No lo tomes a desconcierto, quiero ayudar.

-No tengo ningún problema, Fran. Gracias—Le dije y ella asintió. Se volvió de pie y caminó hasta el baño e hizo lo que se ofreció a hacer.

Ella se fue dejándome solo. Entonces arrastré mis pies hasta la tina. Colocó velas, y aromatizó el ambiente. Me relajé dentro de esta, muy caliente y exquisita.

Me siento muy mal en este momento, se me han venido imágenes de Francesca desnuda aquí conmigo y me he corrido. No quería masturbarme, pero tuve que hacerlo. Sentía que Janis observaba eso, de donde sea que esté. Soy un sujeto asqueroso, esto no me ocurrió nunca antes.

*~*~*~*~*

Bajé las escaleras y caminé hasta la habitación de Barbara. Allí firme, golpeé su puerta tres veces. Al minuto ella abrió, vestida y con su cabello húmedo.

-No quise despertarte, anoche—Dijo—Mamá me dijo que te sentías fatal. Entonces Clara durmió conmigo.

Asentí y entré a su habitación. Mi hija dormía en la cama de Barbara.

-De hecho—Comencé a explicar—Me sentía fatal porque tuve un mal presentimiento en cuanto a tu salida con ella. Lo siento, debe ser porque no me despego de ella, no quiero decir que no confíe en ti.

-Entiendo, Harry. Anoche nos la pasamos genial.

-Eso me deja más tranquilo.

-Harry, ¿qué ocurrió? Mamá dijo que te veías terrible, pero hoy estás radiante.

-No lo sé. Estoy mejor, quizás un fallo de presión.

-Tal vez. Es increíble como el calor nos agota de día, y el frío de la noche nos esconde, que clima abrupto, cambiante—Dijo y asentí. Cargué a Clara en mis brazos, poco a poco se despertaba. Salí del lugar sin decir nada y caminé hasta el comedor, donde desayunaban Francesca, Teban, Olivia.

-¿Cómo estás hijo? —Se acercó rápido, Olivia. Tocó mi frente.

-Estoy muy bien, gracias—Dije sonriéndole. Caminé a su lado para dejar a Clara en su silla.

-¿Estás mejor? —Me preguntó Teban, hoy estaba más animado que anoche.

-Genial—Dije. Dediqué una mirada a Fran, me miraba fijo, y eso me dejaba nervioso, ¿qué tal si me espió? Estoy frito.

Desayunamos armoniosamente, excepto por Marcus que se despertó tarde y no compartió el momento, y Barbara que fue a desayunar con Cher.

Por la tarde, mientras jugaba con Clara, oí el timbre de la casa, entonces fui a atender. Varias personas estaban esperando y me volteé a ver a Olivia, que venía tras de mí.