VI

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 Estuve escondido bajo la cama por media hora, hasta que Niall se marchó.

Los chicos de la estación de servicio habían aparcado mi auto para que nada le pase. Fui muy irresponsable.

"¿Todo está bien, viejo?" dijo uno. Asentí y me fui.

Ahora estaba en mi casa, descansando en el sofá de la sala, con Clara a mi lado y sobre mí también.

Veía a Sam pasar de un lado al otro. Él sabía que lo vigilaba, y no era disimulado.

Pasaron días desde que Lucy se mudó, también Sam. Por alguna razón no me ocupo del chef de la casa, pero sé que algo se trae.

Revisaba mis jeans y encontré una nota, aquella que robé de la mesa de noche de Niall... esa tarde. La abrí, la leí:

"Gracias por todo lo que has hecho por mí. Por fin estoy dentro. Me vengaré, lo prometo" – Yoyo

¿Será una nota de Sam a Niall? ¿Él estará enterado de esto? Digo, ¡robé la nota! Él no debe saber... ¿vengarse de qué?

Era viernes por la noche. Barbara y Teban me invitaron a salir, estuve negándome hasta ahora, que estoy luciendo una camisa blanca frente al espejo.

-Te queda muy bien el blanco—Dijo Barbara detrás de mí—Hasta parecer normal... pareces bueno.

-Es incómodo—Dije caminando hasta la silla donde descansaba una camisa negra. Barbara la tomó rápido con sus manos.

-No, Harry, vamos. Te queda genial—Suplicó.

-Barbara... ¿para qué quiero lucir bien?

Ella se quedó pensando qué decir, mirándome. Sé que iba a decir.

-No, deja de buscar que consiga a una mujer... mi mujer es Janis, y no habrá otra, créeme que tus esfuerzos no llegarán a nada—Fui duro, ella estaba apenada, se notaba en su rostro, pero Barbara Sullians no se rinde.

-Harry, quiero que me escuches—Dijo y me tomó del brazo, caminamos hasta la cama y nos sentamos—En todo este tiempo te has convertido en mi amigo, uno que quiero tanto... no te das una idea de cuánto duele verte sufrir—Sus ojos iban empañándose, ¿por qué son así las mujeres? —Me duele en serio, Harry. Ojalá no lo tomes mal, pero... Janis no estará con nosotros otra vez. No sé a qué estás acostumbrado en tu realidad, pero en la nuestra... las personas que amamos y se mueren... sólo nos acompañan desde otro lugar, pero jamás volverás a despertar junto a ella, jamás ella paseará con Clara, jamás te besará—Ahora yo iba a llorar—Puedes dejar de tapar ese lugar, dejar de reservarlo para su regreso, porque es inútil. Puedes destaparlo y dejar que alguien que te quiera, se acerque...

Estaba un poco cabreado y sentimental, entonces no controlé mi garganta ni mi cabeza—Quiero que me escuches ahora. Barbara—Tomé sus manos, ella lloraba—Por primera vez estoy tan seguro de lo que se acerca, y estoy tan seguro de que ella regresará, y si no tengo fe, ella no verá motivo para volver porque me tiene a mí. Y no me pidas que quiera a otra mujer, ni aunque quiera hacerlo lo haré. Porque soy fiel... salvajemente. Soy fiel a nuestro lazo, a lo que siento, a ella, a mí, a mi vida... a mi motivo de vivir... cada latido que yo doy... es por ella. Sé que si ella estuviera muerta de verdad, yo no estaría aquí. Mis huesos sienten que cada vez estoy más cerca. Y si, quizás a veces nuble mi vista con la impaciencia y la nostalgia, pero tampoco me aleja de ella...

Barbara bajó su cabeza.

-Mi cabeza no deja de pensarla. Barbara... han pasado meses y ella no se va, incluso la pienso más. Y me pudriré o no, pero ella volverá conmigo. Porque la amo, y ella me ama, y cuando dos personas se aman... no hay lugar para el final, ni siquiera hay tiempo... sólo hay espacio y sentimiento. Es la única explicación que encuentro cuando estoy con ella y todo parece ser veloz. Porque nos acostumbraron a que el tiempo es malo, si pasa... eres viejo, si no pasa... vives en el pasado... si está pasando, estás perdiendo el tiempo... y con ella cerca de mí, no existe... no quiero medirlo, ni siquiera me importaría llegar tarde a cualquier sitio, ella es el lugar al que quiero pertenecer, en el que quiero estar.

-Harry—Dijo sollozando y abrazándome. Apenas me di cuenta de cómo caían lágrimas de mis ojos.

Barbara acomodó mi camisa blanca. Salimos de mi habitación y nos topamos con Sam.

-¿Qué haces por aquí? —Le dije causando una tensión absorbente.

-Vamos, Harry—Dijo Barbara tirando de mi brazo. Sam me miraba algo triste. ¿Siente pena por mí? No, es imposible... él tiene algo que ver con Janis.

Los tres listos estábamos por cruzar la puerta, pero volví hasta atrás y besé la boca de Clara. Lucy la mecía en sus brazos.

"La cuidaremos bien" Dijo Olivia. "Como si fuéramos Janis" dijo Lucy y la miré serio. Todos la miraron.

-Eso nunca—Dije severo y ella bajó su vista, la he intimidado.

* * **

Llegamos al club y pasamos a la parte Vip. Aquí los Sullians tienen acceso gratis, justamente por ser Sullians. Creo que en todo el mundo lo tienen, es un club bastante grande y exclusivo.

Barbara fue a bailar con sus amigas. Teban estaba a mi lado comiéndose a una rubia. ¿Qué ha pasado con su novia? Ni sé.

Se me acercó una pelirroja voluptuosa, ella decía cosas en mi oído y me estaba hartando.

-Disculpa, ¿quién te invitó? ¿Te he dejado entrar?

Se ofendió. Qué bien.

Cuando se marchaba, observé a Liam cruzar delante de donde estaba. Corrí tras él, que llegaba a un grupo de chicos. Todos me miraron raro, Liam se volteó y puso su mejor cara de mal gusto.

-Tengo que hablar contigo—Le dije. Él se negó, lo tomé del brazo con fuerza y se giró quejándose. Me guio con las cejas que vayamos a la barra.

Una vez allí, me quedé en silencio. Él estaba impaciente, explotó.

-No juegues, hombre, ¿qué quieres? —Preguntó.

-Janis.

-¿Acaso tú no eres el novio? ¿No deberías saber?

Me quedé callado.

-Oh—Empezó a reír—Voy entendiendo—Volvió a reír, estaba enfureciéndome, pero debía relajarme—Te han corrido del caso. Desconfían de ti.

-¿Qué sabes de ella? —Dije seco.

-Pues... debe estar tan sana como Zayn—Me dijo severo.

-Es imposible. Yo mismo envié al infiero a Zayn.

-Harry, tú y yo hemos vuelto del infierno, ¿no?

-Niall... ¿él tiene sentido en esto?

-Vaya que sí. Debo irme—Lo tomé fuerte del cuello y estaba asfixiándolo.

-No juegues conmigo—Dije presionando con fuerza mi mandíbula.

-Estás desesperado—Dijo con su rostro violeta. Lo solté y se encorvó, trataba de recuperarse.

-Zayn no está, yo estoy preguntando por Janis.

-Busca donde crees que encontrarás algo—Se fue—Púdrete—Me gritó.

Tenía los pelos de punta, no podía pensar por la rabia, pero debía hacerlo.

Busqué a Barbara, le dije que me marcharía. Ella dijo que me vaya en el auto, que ellos volverán en un taxi porque están ebrios, o llamarán a la chofer.

Llegué a la gran casa y estacioné en el garaje. Me senté en el sofá luego de servirme un vaso con whisky. Tenía la mente a mil por segundo, flashes y flashes.

Tocaron la puerta. ¿Quién sería a las cuatro de la mañana?

-Yo iré—Dijo Sam pasando detrás de mí. Lo seguí y Liam estaba del otro lado, ambos se miraron.

-¿Qué pasa? —Le dije al visitante.

-No quiero rabias contigo, estoy empezando de cero en mi vida, y sólo te ayudaré en esto. No fue broma, Zayn ha vuelto... nada es lo que crees. Ella también está con nosotros otra vez... sino, pregúntale a él—Y señaló a Sam.

Sam seguía con su rostro de tonto. No le di tiempo a que hable, ni que cierre la maldita puerta, lo tenía contra la pared... mientras mi puño irrumpía su abdomen y el otro brazo clausuraba su cuello.

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REGRESSION - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora