IX

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 Barbara subió hasta mi habitación, con un té, que luego dejó en mi mesa de noche.

-Hace horas estas en esa posición, mirando a la nada ¿estás reconociendo que fuiste un estúpido? — Seguía ofendida porque dejé que Janis se fuera, con Clara. Me entristece el hecho de que sé que es Janis, y no estoy cerca de ella. Yo no era de esta manera.

-Sé muy bien qué y quién soy—Dije seco. La verdad es que ambos tenemos un humor del culo y somos orgullosos, será difícil que nos aconsejemos o que nos escuchemos.

Se fue, dejándome solo. La habitación se sentía grande ahora. Me encargué de generar una atmósfera melancólica.

Una idea a mi cabeza. Niall. Debía visitarlo.

Me vestí, también lavé mi rostro. Subí al auto de Teban, e inicié el recorrido al edificio.

No me ha tomado más de veinte minutos, y tal vez unos cinco más al subir y encontrar la habitación con la puerta abierta. Esperé dentro, nadie llegaba. Quizás se fue de aquí, estoy quedando como un tonto aunque nadie pueda verme.

Y allí estaba la señal que esperé, apareció Niall con bolsas en sus manos. Me miró serio, dejó de prestarme atención para guardar su comida en la nevera.

-Siempre sabes que vendré—Afirmé. Él asintió.

Niall acomodó todo y caminó hasta la cama, para tender las sábanas.

-Ya encontré a Janis—Le dije y él se quedó quieto, luego me miró—Es Sam—Él soltó un suspiro.

-No lo has tomado bien.

-¿Tú qué sabes?

-En este momento estarías con ella, no conmigo.

-Me gusta que no me juzgues, sólo sacas conclusiones. Podríamos llevarnos muy bien, Niall—Confesé, él asintió algo cómplice.

-Entonces estás aquí porque quieres saber qué pasó. Ya obtuviste lo que querías, que ella regrese, ahora vas a lo segundo, quién se la llevó.

-Ya para con las conclusiones, Horan—Advertí. Si es tan obvio, debe callarlo, estoy pareciendo un imbécil.

-Ya lo eres—Dijo leyendo mi mente.

-Un momento, ¿cómo hiciste eso? — Debí pescarlo desde un principio. Puede saber qué diré, puede meterme en su cabeza, sigue enamorado de Janis pese a su físico. Él tiene lo que yo perdí.

-Te sorprende que no sea el patético Niall que se embriagaba, manejaba un pontiac, e intentaba ligar con Barbara y Janis al mismo tiempo, ¿no?

-¿Cuándo fue que...?

-Cuando morí.

Él volvió, como ella, pero ¿por qué? Es casi tan ordinario como Barbara, como Olivia, como cualquier ser...

-Siempre revoloteé cerca de Janis. Vida, tras vida, buscándola. Soy consciente—Admitió. No me jodas.

-Soy igual que tú, Harry. Morir me ha despertado del sueño eterno de ser normal, ese que ahora tienes tú, ¿estás arrepentido?

-Tienes todo lo que yo tenía—Dije certificándome, ahora sentía el asco de mi angustia.

-Y tu todo lo que yo era, y lo que soñabas.

-¡Devuélveme mi vida! —Exclamé mientras mi saliva flotaba por el denso aire de esta habitación.

-Estás vivo. Fuiste permitiendo que todo esto suceda, y ahora no puedes ni recordarlo. ¿Querías normalidad? Esta es, miserable y sin Janis.

-No la tendrás—Dije casi seguro. Ese "casi" me preocupaba.

-Recuerdo que tú iniciaste el juego de buscarla. Luego ella condujo hacia ti, ya sabiendo las instrucciones.

-No, no vendrá, ella se enamoró de lo que soy, yo, ¡Harry!

-Eso eres, eres Harry. Hijo de aquella familia vecina, que cumple un ciclo y morirá, como todos, ya ni siquiera eres de Goir.

-¡Pura mierda!

Estaba por tener un brote violento, y entró a la habitación Sam, mejor dicho Janis, con Clara. Niall sonrió, y ella me miró preocupada, sentía pena... por mí. Definitivamente me ha abandonado, me ha olvidado, tomé el camino equivocado, ¿esto significaba llegar a ella finalmente?

aMuq{Z

REGRESSION - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora