Capitulo 13

1.5K 143 103
                                    

"Nunca nadie me había hecho sentir tanto con tan poco."


La vida después de ti no es nada fácil. La gente pasa página tarde o temprano, pero la pasa... y yo no lo he conseguido todavía. Te veo en los ojos de cada persona que me mira, y tu rostro vuelve a mi mente. Y no puedo hacerlo. No puedo olvidarte, porque eres lo único bueno que he tenido, y nadie me ha hecho sentir así en mi vida.

Y te odio, y me odio a mi también. Por dejarte ir, porque tú me dejaste ir. Porque el tiempo no estuvo de nuestra parte, y la suerte nos dio la espalda.

Escucho tu nombre en cada canción de desamor que ponen por la radio.

Y te veo todas y cada una de las puñeteras noches que consigo dormir al cerrar los ojos, cuando mi insomnio y tu nombre no invade mi cuerpo.

Suspiré profundamente mientras limpiaba parte de mi rostro empapado por las lágrimas. Tenía una mezcla de sentimientos en ese momento, me sentía estúpida porque estaba llorando por una persona que apenas conocía, ni siquiera era mi novio ni estábamos juntos.

Miré por la ventana, estaba lloviendo bastante a esas horas, el cielo estaba completamente oscuro por la noche había caído ya por la ciudad. Divisé parte de la ciudad que se veía desde mi ventana e hice una mueca con mis labios.

Justo entonces mi móvil empezó a sonar y lo cogí inmediatamente, sin mirar la pantalla y quién me estaba llamando. —¿Si?— Suspiré sorbiendo mi nariz y tragando saliva.

—¿Cloe?— Preguntó la voz de Sofia al otro lado del teléfono. —¿Estás... estás llorando?—

Mordí mi labio y asentí con mi cabeza intentando contenerme. —Jo, es que... es todo tan raro y todo ha pasado tan rápido que— Me interrumpió inmediatamente.

—Ey, tranquila. A ver respira.— Dijo intentando tranquilizarme. —A ver, dime qué ha pasado.— Comentó una vez que me había calmado y me había sonado la nariz haciendo que ella riera por el sonido.

—José se ha ido y no me he podido despedir de él.— Ella estaba al tanto de lo que había pasado entre nosotros los últimos días, así que entendía a qué venía mi reacción.

—¿Que?— Preguntó con incredulidad.

—Que se ha ido... y yo no estaba en mi habitación cuando se iba, no lo he visto.— Suspiré. —Me ha, me ha dejado un mensaje diciendo que lo sentía pero que se tenía que ir porque le habían adelantado el viaje.— mordí mi labio intentando contener un sollozo.

—Pero...— Suspiró. —¿No se iba mañana?— Parecía bastante sorprendida por mis palabras.

Negué con mi cabeza rápidamente. —Tenía que estar allí mañana me ha dicho su amigo.— Hice una mueca mientras lamía mis labios y pasaba mi mano por mi cabello.

—Quizás... puedas verle pronto.—

Negué de nuevo. —No tengo ni idea de cuando va a venir, Sofía.— Suspiré sentándome en la cama al dejarme caer en ella. —Sé que estará en Madrid, pero yo estoy aquí y no sé cuando nos podremos ver de nuevo.— Hice una mueca tragando el nudo que se estaba empezando a construir en mi garganta.

—Pero le dijiste que le harías una visita en Madrid, ¿no?— Preguntó ella con curiosidad. Yo asentí con mi cabeza.

—Si, eso le dije... pero ahora estoy bastante confundida y...— Suspiré haciendo que ella interviniera otra vez al saber que estaba bastante ida.

MírameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora