De contradicciones y primeras veces • || ChanBaek ||

Capítulo III

Gruñó y se removió un poco sobre el cochón en el intento de buscar más calor.

—BaekHyun. —Le dio poca importancia al llamado, pensando que probablemente fuera ChanYeol para molestarlo.

Sintió como alguien lo empujaba por el hombro, obligándolo a que girara un poco sobre la cama.

Al sentir que perdió el calor rápidamente volvió a su antigua posición, logrando así escuchar un gruñido ajeno.

—BaekHyun, no te apegues.

No entendía de qué hablaba y tampoco se tomó el tiempo de descifrar qué es lo que querían decirle. Estaba muy cómodo entre las mantas y prefería hacerse el dormido.

—BaekHyun.

Gruñó bajito al escuchar una voz más fuerte, quizás más despierta también. De igual forma no abrió los ojos, al menos hasta que alguien lo sacudió con brusquedad.

—¿Qué?

Abrió los ojos lentamente y cuando vio a ChanYeol mirándolo desde arriba bufó y se acobijó mejor.

—¿Puedes hacerte más hacia allá?

—No, estoy calientito aquí. —ChanYeol rodó los ojos y él sonrió al ver el fastidio en el gesto.

—Eso es porque estás apegado a mí. —Esta vez el contrario lo miró enfadado y apuntó por detrás de él—. Me estás botando del colchón.

BaekHyun cerró los ojos y suspiró al tener una idea de qué se trataba. Por alguna razón tenía la manía de apegarse a las personas durante la noche cuando no dormía solo. Había sido algo que desde pequeño había hecho y más de una vez recibió una patada de KyungSoo durante la noche por la misma razón.

Miró por detrás de él, dándose cuenta que efectivamente había un gran espacio en donde debió haber dormido. Al darse cuenta de aquello se sentó en la cama lentamente, notando también que estaba por botar a ChanYeol del colchón.

—¿Qué hora es? —susurró y el contrario bufó.

—Son las seis de la mañana. Ahora córrete y déjame dormir.

A pesar de que tenía intenciones de contestar de manera mordaz, no pudo hacer más que quedarse callado y moverse hacia el que era su lugar en el colchón, sintiendo el ambiente más frío.

ChanYeol lo miró y luego se acomodó un poco más al centro. Ambos se taparon bien e intentaron continuar durmiendo.

Lo peor de todo es que BaekHyun no podría dormir cómodamente entre tantas sabanas frías, sumándole a eso la temperatura que debía haber en la zona debido a que aún era temprano y estaban a tan sólo unos metros del mar.

A pesar de que no quería hacerlo, llegó a plantearse la idea de acercarse a ChanYeol, cosa que finalmente acabó haciendo sin pensárselo mucho.

Se escabulló por entre las mantas hasta llegar al centro del colchón, lugar en donde el chico le estaba dando la espalda. BaekHyun silenciosamente se hizo un ovillo y se acobijó contra él, como un gatito.

—De nuevo estás aquí. —Guardo silencio, simulando que estaba dormido, cosa que al parecer no funcionó—. Sé que estás despierto.

Volvió a gruñir y le dio la espalda a ChanYeol, aunque no se alejó mucho de él.

—Lo siento —murmuró, aunque realmente no quería disculparse—. Sabes que tengo esa extraña manía.

Y ChanYeol lo sabía.

Aunque fuera increíble, ambos se conocían desde que eran fetos y estaban en el vientre de sus madres. Al parecer las dos mujeres se relacionaban desde que iban al colegio y luego fue un tipo de reencuentro en la sala del médico.