Capítulo XVIII

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—No quiero —susurró mientras se daba vueltas en la cama.

—Vamos, Baek. —Su madre tiró de uno de sus brazos—. Debes ir a visitar a tu abuela.

—Pero si la vi hace una semana —se quejó.

—No seas desconsiderado. En cualquier momento la mujer se puede morir y tú vas a ser quien más llorará en su funeral.

Tiró las mantas a un lado y vio directamente hacia la mujer que estaba frente a él con el ceño fruncido.

—No deberías decir esas cosas de tu propia madre.

—Lo sé, pero esta es la única manera que conozco que te motiva a que vayas a verla.

Sus ojos se entrecerraron mientras miraba a la mujer, sabiendo que esta tenía aunque sea un poco de razón con lo que estaba diciendo.

—No te demores mucho en bajar. —Su madre le hizo algunas señas desde la entrada de la habitación antes de cerrar la puerta.

Para ese momento su atención volvió hacia la cama en la que aún estaba acostado. El cuerpo de ChanYeol reposaba por entre las sabanas con tranquilidad y una apariencia casi ridícula por estar abultando los labios debido a que su mejilla era aplastada por una de las almohadas.

Se rio mudamente antes de levantarse y dirigirse hacia su bolso que había dejado sobre el sofá para buscar ropa en su interior, dándose cuenta que la mayoría de esta estaba sucia. Dejó de lado las prendas que creía que se veían lo más presentables para su abuela y luego bajó al primer piso en dirección hacia la pequeña habitación que estaba al lado de la cocina y que hacía de lavadero.

Él mismo fue quien echó las prendas dentro de la máquina vacía y luego la puso a funcionar, cosa de la que se arrepintió en cuanto vio a la señora Park acercarse hasta el lugar con un canasto de ropa arrugada.

—¿Quería lavar la ropa?

—Sí, pero no te preocupes. Supongo que tú necesitas la ropa limpia más que yo.

La mujer le sonrió y se apoyó nerviosamente sobre el canasto que había dejado sobre una mesa que ayudaba a planchar. BaekHyun notó de inmediato que ella había adoptado esa posición porque tenía intenciones de hablar y aparentemente de algo serio.

—Baek —Esperó a que la mujer continuara, pero esta simplemente se lo quedó mirando fijamente—. Yo sólo quería saber si las cosas habían ido bien con Yeol durante el viaje.

Frunció el ceño al sentirse curioso porque se suponía que ellos seguían siendo los mismos chicos que nunca habían dejado de odiarse. No había una buena razón por la que la madre de ChanYeol estuviera preguntándole por su hijo.

—Es sólo que... conozco a Yeol y sé lo tonto que puede llegar a comportarse contigo.

Ya para aquel momento entendió la situación. Más de una vez la señora Park se había acercado a él para pedirle disculpas en el nombre de su hijo, al igual como había hecho su madre para disculparse con ChanYeol en su nombre a pesar de que él no quería que fuese así.

—No debe sentirse mal ni culpable por nada. —Miró a la mujer directamente a los ojos, intentando transmitirle tranquilidad—. Las cosas que comete su hijo son exclusivamente hechas por él. Usted no debería disculparse.

—¿Entonces eso quiere decir que Yeol sí te hizo algo?

Negó rápidamente, ahora estando nervioso porque la mujer parecía como si se fuera a ahogar o algo.

—No es eso. Simplemente quise decir que debe dejar de disculparse.

—Pero ChanYeol no se disculpará.

De contradicciones y primeras veces • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora