Capítulo XXIII

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—¿Crees que esto sea adecuado?

—No creo que a YooRa le guste eso —terminó por decir entre risas mientras apuntaba hacia la femenina camiseta negra con encaje que tenía ChanYeol en una de sus manos.

En aquella ocasión se encontraban en el centro comercial. Ambas familias se pusieron de acuerdo en que almorzarían fuera de casa para celebrar el día de Navidad. ChanYeol entonces estaba aprovechando ese momento para buscarle un regalo a YooRa, el último de los regalos que faltaba, al parecer.

Al final terminó por comprarle un abrigo de color canela junto con una bufanda de un marrón oscuro. Para aquel momento BaekHyun no sabía de dónde ChanYeol había sacado tanto dinero.

Desde que habían tenido esa conversación hace unos días las cosas se habían solucionado entre ellos. Ahora más bien era todo un tema extraño, incluso hasta vergonzoso relacionare con el otro pero, según BaekHyun, las cosas definitivamente iban para mejor.

Sus familias también se habían dado cuenta de ello, aunque ninguno se atrevió a decir nada al respecto por miedo de que las cosas volvieran a empeorarse otra vez.

Habían compartido unos cuantos besos también durante los últimos días pero todo había sido dentro de la habitación de ChanYeol, donde nadie pudiera verlos ni juzgarlos. Más allá de eso no había pasado nada más, sólo unos cuantos mimos que compartieron la última noche que BaekHyun se quedó en la casa de ChanYeol.

Habían pasado varios días desde que habían exterminado el bicho australiano de su casa, así que pudo tener un merecido descanso y pensar mucho mejor las cosas.

Ahora que todo se había solucionado podía respirar con tranquilidad y ya no tenía que carcomerse la cabeza con tantos pensamientos negativos. De hecho, lo único que podía estar pensando en aquel momento es en cómo la tibia mano de ChanYeol sujetaba la suya mientras se perdían en el mar de personas que había por entre los limpios pasillos del mall.

Habían dejado a sus padres atrás de hace bastante rato con la excusa de que tendrían que comprar unos cuantos regalos, y la verdad es que aquello era cierto, así que ambos se encontraron cargando unas cuantas bolsas pero no las suficiente como para incomodarles al caminar.

Los pasillos estaban sobrecargados con la decoración navideña. Por donde sea que mirasen se podía apreciar las luces características junto con los adornos colgando desde lo alto de los techos de las tiendas.

Todo era tan bonito de ver, especialmente para BaekHyun, quien se aferraba fuertemente a la mano de ChanYeol mientras no dejaba de sonreír y pensar en todo lo bueno que había pasado durante ese último tiempo.

Por alguna razón, estar junto a ChanYeol hacia las cosas mucho más bonitas.

El sentimiento aliviante que tenía dentro de su pecho no podría ser igualado de ninguna manera. El tener a su amigo de la infancia con él, ahora sólo con buenos términos, sería algo que BaekHyun no cambiaría por nada del mundo.

—ChanYeol —lo llamó y el chico se volteó a mirarlo con ambas cejas alzadas, en espera de que continuara—. ¿Me darías un beso?

Abultó los labios con un gesto infantil y el contrario sonrió. Antes de que finalmente se acercara hasta él para besarlo miró hacia su alrededor y le dio un rápido beso que no fue nada más que una leve presión.

A pesar de lo escaso del tacto BaekHyun se sintió feliz por haber recibido algo.

ChanYeol pareció querer estar a punto de hablarle cuando se escuchó una música provenir desde el bolsillo del chico, descubriendo luego que se trataba de su teléfono y que estaban llamándolo.

De contradicciones y primeras veces • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora