Capítulo XXI

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No le bastó más que tomar su bolso con sus cosas y largarse de allí. Apenas escuchó los reclamos de su madre por atreverse a salir tan tarde con todas sus cosas y simplemente le puso esfuerzo a hacer de oídios sordos, cosa que funcionó hasta que su madre lo detuvo con fuerza por el brazo.

—¡¿No me estás escuchando?!

Ni siquiera la miró, su vista aún seguía perdida entre el final de la calle, lugar por donde parecía estar escondiéndose el sol por detrás de unos árboles.

—¿Qué sucede? —murmuró con desgano mientras dirigía la mirada hacia ella.

—¿Por qué te estás comportando de esta manera? —Su madre tuvo intenciones de tomar su bolso pero rápidamente la detuvo.

—Me voy a la casa de la abuela, no me siento cómodo estando aquí.

—No seas mal agradecido. Amablemente la familia Park nos dio un espacio en su casa. —La mujer se cruzó de brazos—. Además tu abuela vive muy lejos, no dejaré que vayas sólo hasta allá.

—Entonces me quedaré en la casa de MinSeok.

—¿Le preguntaste a MinSeok si te podías quedar en su casa? —Guardó silencio y su madre le dio un manotazo en el brazo, cosa que por fin lo hizo reaccionar—. No te aproveches de tus amigos.

—¡Mamá! —alegó.

—Vuelve dentro. —La mujer apuntó hacia la puerta abierta y él negó. De reojo podía ver como los demás se asomaban por entre las cortinas para ver el espectáculo.

—Ya te dije que no me siento cómodo.

—Pero no es la primera vez que te quedas aquí, BaekHyun. ¿Sucedió algo con ChanYeol otra vez? Escuché de YooRa que habían vuelto a discutir.

Apretó los dientes y miró a su alrededor en el intento de buscar algún tipo de ayuda, algo que lo sacara de allí.

—Mamá, no me siento bien —susurró con las lágrimas a punto de caer.

La mujer le acarició los brazos con lentitud y le dio una pequeña sonrisa antes de abrazarlo.

—Siempre te pones así cuando tienes cita con el psicólogo. —Ella lo rodeó con uno de sus brazos y lo impulsó a que caminara hacia el interior de la vivienda—. ¿Qué te parece si tomas una ducha y luego te preparo algo rico para comer?

Suspiró lentamente y se dejó llevar por los brazos de su madre. Una vez estuvo dentro de la casa y la puerta se cerró por detrás de él, se encontró de inmediato con YooRa y BaekBeom, los cuales simulaban mirar la televisión.

—Ve subiendo mientras tanto.

La mujer le acarició la mejilla y luego le dio un suave empujón para que se dirigiera hacia las escaleras, lugar al que finalmente se vio obligado a ir.

Como ya tenía el bolso consigo, pasó directamente al baño del segundo piso. Ni siquiera miró por el pasillo de las habitaciones, mucho menos hacia la puerta de ChanYeol. Una vez dentro del pequeño cuarto se desvistió lentamente mientras tenía la mirada fija en el suelo. Se sentía extraño, como si el pecho le pesara.

Ya para cuando quedó completamente desnudo miró su propio reflejo que le entregaba una vista completa de su cuerpo. Primero se acarició el mismo los brazos y luego sus manos fueron sabiendo lentamente hasta posarse sobre su clavícula. Tamborileó sobre el hueso sobresaliente y finalmente hizo sus manos caer como peso muerto a los costados de su cuerpo.

Sus dedos se dirigieron de manera involuntaria hacia su pelvis, lugar en donde acariciaron y trazaron el pequeño tatuaje. Fue una última mirada a sí mismo antes que chasqueara la lengua y negara con la cabeza para finalmente dirigirse hacia la ducha.

De contradicciones y primeras veces • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora