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Narra Carolina

Estaba organizando mi mochila para la salida con Julián mientras era bombardeada de preguntas de Karol y Valu.

Valu: ¿Pero es una cita?

Karol: ¿Qué van a hacer?

Valu: ¿Van a venir temprano?

Karol: ¿Tienes el permiso de la directora?

Caro: BASTA -dije y se callaron-. No es una cita.
Cosas.
No lo creó, tal vez a las 22:00.
Si, tenemos el permiso.

Ambas se miraron y preguntaron al mismo tiempo.

— ¿Y Agustín?

Caro: ¿Qué tiene Agustín?

Valu rodó los ojos y me miro seria.

Valu: ¿Qué le vamos a decir? -me preguntó preocupada-.

Puse cara de confusa.

Karol: Carolina, a Agustín le gustas, mínimo le atraes y... -la interrumpí-.

Caro: Chicas, Agustín es un chico lindo pero no me gusta y no le gusto. Sino, seria más obvio. Soy solo su amiga. Y díganle como son las cosas, yo no le voy a ocultar que salí con Julián, cosa que no es una cita.

Karol: Bueno, Julián no esta mal -dijo golpeándome suavemente con su codo-.

Valu: Carolina conquista a los más lindos.

Reí.

Valu me ayudó a vestirme. Tenía que ir con algo cómodo.
Me puse un top blanco suelto que me llegaba arriba del ombligo con unos elephants y unas zapatillas.

(...)

Golpearon la puerta y las chicas me desearon suerte.

Abrí la puerta y me encontré con Julián. Tenía unos jeans desgastados y una remera azul. En su hombro colgaba una mochila y tenía una sonrisa en su rostro.

Juli: ¿Vamos? - me preguntó y asentí -.

La directora nos había prestado su auto porque no quería que andemos en colectivo ni en taxi.

Juli: Me vas a tener que decir adonde vamos para poder ir hasta allá -dijo mientras chocaba sus manos con el volante y me miraba con una sonrisa-.

Caro: No te voy a decir, déjame el volante a mí.

El me miró confundido.

Juli: Caro, no tenés carnet. No podés -dijo con el ceño fruncido mientras negaba con la cabeza-.

Caro: ¿Quién dijo que no puedo? Córrete -lo empuje hacia el copiloto y entré al asiento del conductor-.

Juli: Por lo menos sabes como se maneja, no? -me preguntó con miedo-.

Asentí.

Se que tengo 16 años y se preguntarán cómo se manejar. Una vez vino una institutriz al orfanato y se convirtió en mi amiga. Ella tenía una camioneta y a veces le decía a la señorita Delia que me enseñaría unos libros en su casa, pero no era así. Me llevaba a un campo y me enseñaba a manejar junto con Mike para que el día de mañana nos sirva.

Comencé a manejar hasta que comenzamos a alejarnos de la ciudad y Julián me miraba con miedo.

Caro: No te voy a raptar, eh -dije en tono de burla- ¿Te podés relajar un poco?

Julián: ¿Cómo querés que me relaje si la rebelde del internado me lleva a un lugar lejos de la sociedad? -preguntó paranoico y rodé los ojos- ¿Al menos me podés decir a donde vamos?

Suspiré.

Caro: Nos vamos al campo de una amiga. Ella tiene arco y flecha. Cuando me traía me encantaba imaginar la cara de mi papá en el centro y ahí le daba al blanco -sonreí-.

Juli: Pero... -dijo confundido- Mi papá y hermanos murieron, a mí no me hicieron nada malo.

Me mordí el labio inferior y lo miré.

Caro: Estoy segura de que tenés bronca. Osea, ¿Por qué tuvieron que morir ellos que eran buenas personas cuando hay asesinos y violadores, chorros y narcotraficantes en este loco mundo? 

Dije y el auto se estaba dirigiendose a una cerca debido a que cuando lo miré, no miraba por donde andaba.

Juli: CAROLINA PONÉ LAS DOS MANOS AL VOLANTE Y LA VISTA EN FRENTE. SOS MENOR Y SI NOS LLEGAN A ATRAPAR, LA DIRECTORA ME MATA A MÍ -dijo exagerado como siempre-.

Caro: Bueno ya, no pasó nada -traté tranquilizarlo- y... ya llegamos así que se acabó tu sufrimiento.

Bajamos y en frente nuestro estaba la cabaña de Margot, la institutriz. 

Fuí a tocar la puerta, atrás mío venía Julián quien estaba inspeccionando el lugar. Era hermoso, habían muchos árboles y lo que más había era pasto. De lejos se observaban unas pocas casas. El terreno de Margot era enorme. El lugar ideal ara perderse y que nunca te encuentren.

Cuando me abrió la puerta, me abrazó.

Margot: Carito, estás re grande -dijo emocionada- Ay me muero Carolina hace mucho no te veo -dijo agarrándome los cachetes y apretándolos- Estás divina. ¿Cómo te va en el internado? ¿Te tratan bien? AY SIENTO UNA ALEGRÍA INMENSA -dijo y me volvió a abrazar pero cuando vió a Julián, se separó-. ¿Y este muchachito quíen es? ¿Tu noviecito? -dijo con una mirada pícara-.

Ví como Julián se sonrojaba y bajaba la cabeza. Margot no parecía una mujer de 33 ños. Tenía actitud de adolescente y ocurrente como una nena de 6 años.

Caro: Hola Mar, no es mi novio. Vinimos para el arco y flecha -dije sonriendole-.

Margot: Siganme chiquilines hermosos -dijo ahora agarrándole los cachetes a Julián-.

Salió de su casa y nos guió al campo donde se realizaba el arco y flecha. Nos dijo que cualquier cosa que necesitaramos, le pidamos y antes de despedirse, me abrazó otra vez.

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Holaaa, cómo están? Yo suuper bien.

Tranquilas, Mike va a aparecer. Si metía a Mike ahora, el cap sería muy largo.

Voy a comenzar a dedicar capitulos hací que ATENTAS!

Siento que estoy escribiendo para un blog o algo así porque es la primera vez que escribo en computadora.

Espero que les haya gustado el capitulo y les mando muchos besos.

























































No Soy Igual Que Las Demás  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora