Capítulo once: "El otro lado de la academia"

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-Ay no... -Murmuré mirando mi reloj mientras corría hacia el salón de clases. –Llegaré tarde otra vez. — Cada día por más que trataba de alistarme más temprano, de todas formas llegaba tarde, aún no podía explicarme el porqué. Abrí la puerta rápidamente mientras entraba y la cerraba. –Perdón por la tardanza. –Dije mientras caminaba hacía mi asiento con rapidez y sacaba un cuaderno para anotar la clase como de costumbre, pero me detuve al ver que nadie decía nada...Ni siquiera el profesor. Alcé la mirada para encontrar al señor Jones sonriente, de pie apoyado en su escritorio mirándonos a todos. – ¿Qué pasa? –Pregunté observando que todos estaban sentados como si esperaran algo.

-Hoy es el día del simulacro. –Dijo Annelise algo ansiosa.

-¿Simulacro? –Pregunté sin entender.

Ángel se giró para mirarme. –Cada cierto tiempo, se hace un simulacro como práctica, ya sabes, para cuando nos toque viajar hacia las dimensiones.

-Oh... -Dije pensativa sintiéndome curiosa. – ¿Y cómo es eso?

Conner miró a Annelise y luego a mí. –Creo que nunca te lo hemos explicado.

-¡Es cierto! –Exclamó el señor Jones sobresaltándose. –Querida Jasmín, hay algo que debes saber.

-¿Qué cosa? –Pregunté sintiéndome un poco nerviosa al ver la cara de todos como si me estuviese perdiendo de algún secreto impresionante.

-Verás. –Comenzó a explicar el profesor acomodándose los lentes. – Cada miembro de este salón pertenece a la generación anterior, que por años luchó por mantener cada dimensión sellada protegiendo así la tierra. ¿Verdad? –Preguntó y yo asentí con la cabeza escuchando atentamente su explicación. –Cómo los puedes ver, aparentemente son personas normales ¿No es cierto?

Yo volví a asentir, era verdad, su inteligencia era como personas de su edad sólo que han tenido una mejor educación, aunque su resistencia es sumamente mejor que la de cualquier chico o chica. Pero no tenían ninguna capacidad especial como la de Ángel, así que en ámbitos generales eran personas normales.

-Pues... Es cierto. –Prosiguió el señor Jones mirando su reloj y luego volviéndome a ver. —Son normales, excepto cuando su amuleto es activado.

-¿amuleto? –Pregunté frunciendo el ceño, no había escuchado nada de eso.

Annelise me sonrió sacando un collar con una piedra azul brillante en el centro. –Todos tenemos un amuleto o joya que viene de nuestra familia. –Explicó mostrándome su collar. –Este amuleto tiene una piedra o un artículo que proviene de la dimensión de la que nuestro familiar es guardián... Así, cuando el poseedor de la llave principal de la antigua generación la active, todos tendremos una habilidad especial que nos ayude a encontrar las siguientes llaves en la misión.

Me sentía algo mareada tratando de procesar esa información, alcé mi mirada y Conner me mostró su brazalete de oro, Míhari tenía unos aretes de bronce, Max también tenía un brazalete, Gabriel cargaba una cadena de plata y Ángel... ¿Qué tenía Ángel?

-Tengo este anillo. –Me dijo señalando su mano izquierda en la que cargaba un anillo masculino grueso de plata.

-¿Están diciendo que esas cosas se activan cuando el líder anterior da la orden? –Pregunté tratando de comprender lo que me habían explicado hace poco.

-Sí. –Contestó Max mientras se metía un pan a la boca. –Todo mola.

-Pero yo no tengo nada de eso. –Dije mirándolos a todos. –Mi familia no forma parte de los guardianes.

-Eres la elegida de la profecía. –Me respondió Ángel encogiéndose de hombros y sacaba una sonrisa ladeada. –Se supone que debes ser increíble ¿No?

LAS DOCE DIMENSIONES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora