Empieza la vida de casados

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No había podido dejar de llorar, Guillermo no vino a dormir, un ruido me saco de mis pensamientos, me descubrí la cabeza y ahí estaba el con un enorme ramo de flores...

- Si no quieres verme lo entiendo, pero da me una oportunidad, te prometo que nunca te vuelvo hacer daño.- se arrodillo a los pies de la cama y me pudio perdón, se veía tan arrepentido.

-Está bien y tu perdona me a mi por provocar tus celos.- lo abrace y lo bese.

Nos besamos apasionadamente, acaricio como nunca yo sentía una sensación extraña, pero agradable, me desvistió y de repente ya estaba dentro de mí, me dolió igual que la primera vez, toda sensación de placer desapareció.

De regreso de luna de miel, nos dirigimos a casa de Nathaly, ya que viviríamos ahí un tiempo mientras comprábamos un departamento para nosotros.

Después de instalarnos Nathaly no llamo para cenar, fue cuando me di cuenta que no tenían ninguna chica de servicio o probablemente, era su día de descanso.

- ¿Hoy es el día de descanso de la muchacha de servicio?- pregunte con curiosidad

- No, a mi madre le gusta ser independiente, y hacerlo ella misma.

-Valla, voy a tener que pedirle ayuda a Blanca.- Blanca es la chica que le ayuda a mi madre en casa

-No- me dice Nathaly algo molesta. - Lo tendrás que hacer tu no me gustan los extraños en mi casa.

Dijo, cerrando la conversación y se puso a cenar, nadie dijo nada durante la cena. Yo solo pensaba que en cuanto tuviera mi departamento contrataría a alguien, no es que no me gusten los labores domésticos solo que no sabía, toda mi vida había alguien que lo hacía por mí.

Después de cenar subimos a la habitación y memo comienza a regañarme.

-Como se te ocurre contestarle a si a mi madre, esta es su casa y la respetas.- Dicho esto salió azotando la puerta.

El lunes temprano me dirijo hacia la universidad después que Guillermo salió a trabajar, al llegar todos me saludaban me preguntaban del viaje ya que me había ausentado un mes.

-¿Hola, hermosa te extrañe, como te fue?

- Omar, yo también te extrañe. Me fue de maravilla

-¿Mmm si conociste verdad, o no salieron de la habitación? Jajaja -me dijo con una sonrisa picara

-Claro que salimos de la habitación, fuimos a bucear, a nadar con delfines y muchas o tras cosas.

- Ok, te creo, y me trajiste algún recuerdo.

- Mmm no creo, en la habitación no hay tienda de regalos.- le dije en forma de broma, sacando un pequeño llavero, la verdad le encantaban y los coleccionaba.

- Eres una tonta sabes, de verdad creí que habías olvidado de mi.- me dijo mientras ponía su brazo sobre mis hombros y nos dirigimos al salón de clases.

Ya instalados en nuestros asientos, poco a poco fueron entrando, hasta que vi entrar al chico más guapo que jamás había visto, con una sonrisa que se hacía que se le marcaran unos hermosos hoyuelos en las mejillas, se acerco y saludo a Omar, me miro y solo sonrió.

-Como no lo conocí antes de casarme.- lo pensé mientras lo miraba, Omar me saco de mis pensamientos.

-Oye se te va a caer la baba, y estas casada no lo recuerda.-me susurro

-El que este adieta no implica que no pueda ver el menú.- dije en forma de burla mientras me acomodaba para tomar clase, al ver que lo ignoraba solo movió la cabeza y sonrió.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora