Una visita inesperada

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-Puedo pasar.

-Claro Leo adelante.-Omar contesto.

Entro y se sentó en los pies de la cama se veía algo ansioso, o preocupado.

-Lo siento no debí tratarte de ese modo.-le dije realmente arrepentida.

-No te preocupes, lo entiendo estabas mal y yo fui inoportuno así que queda olvidado.- me regalo una de sus sonrisas.

-Si pero no tenia que desquitarme contigo,-me puse realmente nerviosa con lo que le iba a decir- y... bueno... yo-

-Por dios Mel termina de decirle lo que sea me pones nervioso, parece que vas a confesar un crimen- me reprendió Omar.

-Solo decía que es mentira todo lo que te dije- agache la cabeza- yo también te... quiero como a un amigo

No podía decirle que desde que me dijo que me amaba, me di cuenta que el me atraía porque solo complicaría las cosa, así que solo me limite a sonreír.

-Ya lo sé, y cree me lo agradezco, - me devolvió la sonrisa.

-Tanto para eso creí que lo mandarías a canonizar por romperle la cara al idiota ese, eso sería vergonzoso, no el hecho de ser amigos- su tono era de burla- bueno aunque pensándolo bien si es vergonzoso ser tu amigo- soltó tremenda carcajada, que se escucho a medio pasillo.

-Basta Omar no es gracioso, un que pensándolo bien también es un poco vergonzoso ser tu amiga.- comenzamos a reír los tres.

-Sabes nunca te había visto sonreír así- dijo Leo y yo me sonroje un poco.

Hablamos un buen rato los tres, hasta que me quede dormida, cuando desperté en el buró había un arreglo de flores exóticas, no tenia que leer la nota para saber de quién era.

"PERDONAME TE AMO"

-Guillermo, no sé que voy hacer.- meditaba, mientras sostenía la nota entre mis manos. 

La puerta se abrió inesperadamente, una chica castaña, entro, era muy guapa.

-¿Te puedo ayudar en algo?- pregunte cortésmente.

-Necesito hablar contigo de cosas importantes- dijo en un tono agresivo, y acariciaba su vientre.

-Creo que te equivocaste de habitación, no sé quién eres.-le respondí con el mismo tono que ella utilizo.

-Tienes razón no nos conocemos Melissa- sabia mi nombre y yo me sorprendí ya que jamás la había visto- pero lo que tengo que hablar contigo es importante y nos conviene a ambas- mientras decía esto miraba el arreglo de flores con curiosidad.

-No sé que puedas decirme tú que me interese, y ya que sabes mi nombre me gustaría conocer el tuyo.

-Mi nombre es Christina, y soy la madre del hijo de tu esposo- sonrió cínicamente y se acomodo en la silla.

-Que tipo de broma estúpida es esta.

-No te hagas sabes que te engaña, y bueno yo estoy embarazada tengo cuatro meses y pues después de que tu le des el divorcio se va a casar conmigo.

- Mira la verdad no me gustan las bromas, y menos escuchar estupideces,- sonreí hipócritamente- digamos que te creo, el sabe qué esperas a su hijo desde hace cuanto tiempo.

-Desde que tenía un mes de embarazo.

-Y por qué no se caso contigo así formarían una familia feliz no, porque se casaría conmigo para luego casarse contigo, sabes cuando quieras inventar algo primero investiga para que tus mentiras sean más creíbles. Mira estoy algo cansada así que retira te.- estaba molesta su presencia me intoleraba.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora