Un paseo por el parque

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Durante la comida platicamos de todo y nos reíamos por nada, mientras él hablaba yo me quede embobada mirándolo, no me había dado cuenta lo atractivo que era, bueno sabía que era guapo, pero mientras más lo conocía más guapo me resultaba, sus ojos, su sonrisa, sus labios, por dios me estaba fijando en sus labios...

-Ya pregunta me, me pone nervioso la forma en que me miras- se dio cuenta, que lo observaba, ¿que le iba a preguntar?

-No quería incomodar te, pero no se que quieres que te pregunte.- de verdad no sabia que era lo que el creía que yo le preguntaría.

-Sobre Andrea- menos mal que era eso, creí que se había dado cuenta en la forma que lo miraba.

-Ah eso.

-¿Hay algo más que quieras preguntarme?

-No, bueno no es una pregunta, solo llegue a una conclusión.

-Bueno dime tu conclusión- realmente se estaba divirtiendo, lo que no entendía era el por qué.

-Solo tú te diste cuenta de lo que me pasaba, ni siquiera Omar lo noto, y eso fue por lo que paso con Andrea, no te voy a mentir al principio creí que eras un acosador, jajaja.

-¿Acosador, pero por qué?- se veía confundido

-Bueno, apenas si nos conocíamos, sabias de mis chocolates preferidos, sabias donde está el lugar que uso para huir del mundo y sobretodo sabias que me golpeaba mi esposo, creo que si fue raro.- comenzó a reírse como loco.- que es lo gracioso.

-Bueno Omar me contó que tu cumpleaños se acercaba y como no quería ser el único que no te diera un regalo, pues tu amigo me contó que te fascinan los chocolates, así que lo vi correcto. Y bueno era fácil sospechar que algo te pasaba.

-Así porque. Por Andrea.

-Bueno de hecho no, cuando conocí a Omar me contó sobre su mejor amiga, pero cuando te conocí no se fue raro no te parecías a la chica que el describió, y el día de tu cumpleaños- se llevo un bocado a la boca- a pesar de los treinta grados, tu llevabas un suéter de lana, y te negabas a recibir abrazos y cuando lo hacían se veía tu cara de dolor.- siguió comiendo.

-Así que fui muy obvia.- lo pensé en voz alta.

-Si bastante.

-Pero no me has dicho como encontraste ese lugar, también te lo dijo Omar.

-Mmm, tu comes y yo respondo.-señalo mi plato.

-Que, me perdí de la plática.

-No es solo que mira tú plato esta casi lleno, no has comido nada, y te hace falta alimentarte bien, así que come y yo platico.

-Si papá- comencé a comer.

-Omar no me dijo nada, yo solo...-estaba nervioso- te seguí.- comenzó a comer, y evito verme a los ojos.

-Así que después de todo si resultaste ser un acosador.- seguí comiendo, como si nada.

-Creo que un poco- se veía algo apenado.

-Sabes que es lo raro,- no lo deje contestar- que no eres el tipo de persona con la que Omar entablaría una amistad.

-Y porque no- parecía un poco ofendido.

-El suele tener amigos patanes, con los que va de fiesta ligan chicas, se desentrampan, pero en cuanto alguno de ellos intenta pro pasarse conmigo, el inmediatamente lo golpea, y deja de ser su amigo, compañero de parranda o lo que sea. Pero tú eres distinto, creo que él se dejo engañar por la envoltura.

-Perdón, ahora el que se perdió en la plática fui yo.

-Si mira cuando tu llegaste, pues el básicamente se encontraba solo, ya que yo esta de luna de miel, y apareces tu con tu pose de niño seductor, guapo, un poco altanero y con aspecto prepotente y pues él se lo creyó- en ese momento me mordí la lengua, no pude creer lo que le había dicho.

Buscando la felicidad  #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora